El nuevo PDECat augura ponérselo «más difícil» a Pedro Sánchez, el PSOE y el PSC

Los ocho diputados del PDECat son claves para que el Gobierno pueda tener mayoría

Miriam Nogueras, nueva vicepresidenta del PDECat, en el Congreso de los Diputados EFE

Daniel Tercero

La resaca de la asamblea del PDECat, celebrada este fin de semana, está dejando de momento un poso que augura mayor dificultad en las relaciones entre la formación que ya controla totalmente Carles Puigdemont , fugado de la Justicia española, y el Gobierno de España, presidido por Pedro Sánchez. La rendición incondicional de Marta Pascal, que aspiraba a la presidencia del PDECat y mantenía contactos con el Gobierno y el PSOE, ha encendido todas las alarmas entre los que apuestan por el «diálogo» con los independentistas como forma de encontrar una solución a la tensión creada, precisamente, por los propios secesionistas.

La nueva vicepresidenta del PDECat, Miriam Nogueras, lo dejó muy claro ayer en declaraciones a Catalunya Ràdio: Sánchez lo tendrá «más difícil» a partir de ahora con la nueva dirección del PDECat . Este partido tiene ocho diputados en el Congreso -dentro del grupo mixto- y son imprescindibles para aprobar cualquier iniciativa que el Gobierno presente en la Cámara Baja, si los socialistas no quieren o no pueden contar con el PP o Cs.

Pascal y la moción

De hecho, fue Pascal -que mantiene el escaño de senadora- la gran avalista del PDECat de apoyar la moción de censura contra Mariano Rajoy a primeros de junio. El apoyo del partido conservador independentista fue totalmente imprescindible para que Sánchez sea ahora el inquilino de La Moncloa. Sin embargo, Pascal lo hizo, según algunas fuentes del partido, en contra de la opinión de Puigdemont, quien era partidario de «castigar» al PSOE por haber apoyado y pactado las medidas del artículo 155 del Constitución en el Senado, que posteriormente aplicó el Gobierno de Rajoy. Entre otras, esta discrepancia pesó en la asamblea del PDECat a la hora de llevar a cabo las maniobras para descarrilar las aspiraciones de Pascal.

En esta línea, Nogueras fue directa en sus declaraciones a la radio de la Generalitat, cuando justificó que ahora lo tendrá «más difícil» Sánchez: «No porque tengamos que hacer las cosas diferentes, sino porque ahora nosotros -por el PDECat- estamos ordenados y nos hacía falta ordenarnos» . Una declaración de intenciones que pone en advertencia al resto de compañeros independentistas en el Congreso, al PSOE y al PSC. Para los socialistas, la nueva número dos del PDECat, envió un mensaje: «Ya tenemos uno -de Estatuto de Autonomía- y no lo votamos nosotros». A la espera de que pueda cristalizar un relevo formal con ella como portavoz, lo cierto es que será Nogueras la figura de peso del grupo parlamentario. Su buena relación con Puigdemont promete que sea ahora esa dupla la que determine qué se vota en Madrid.

RTVE, prueba de fuego

Hasta ahora el Gobierno y el grupo socialista valoraban la figura de Pascal y e consideraba al actual portavoz Carles Campuzano una persona más «proclive» a dar tiempo al actual marco de distensión que Pedro Sánchez quiere imprimir en Cataluña. Fueron él y el diputado Jordi Xucla los que se reunieron con el secretario de Organización, José Luis Ábalos, en la víspera de la moción de censura. En el Gobierno se seguía este fin de semana el congreso del PDECat con muchas expectativas. «Es la cita importante», confesaban desde el entorno de Sánchez , en comparación con el cónclave que ha elegido a Pablo Casado como presidente del PP. Se esperaba que los moderados pudieran «abrir un pasillo» en la formación. Pero el resultado ha sido todo lo contrario a lo deseado.

La primera prueba de fuego para ver hasta qué punto el Gobierno puede o no contar con el PDECat tendrá lugar ya esta semana. El miércoles se celebra la primera votación para elegir a Rosa María Mateo como administradora única de RTVE. En esa votación no saldrá elegida. Pero 48 horas después debería celebrarse el pleno definitivo en el que el Gobierno necesita la mayoría absoluta para sacar adelante su propuesta.

Los ocho votos del PDECat son imprescindibles para alcanzar esa cifra. En el Gobierno se aseguró cuando se propuso a Mateo que el nombre había sido negociado con las fuerzas que apoyaron la moción de censura. «El Gobierno no contempla una falta de aval para Rosa María Mateo. No podemos ni concebirlo» , llegó a decir la portavoz del Gobierno. Ahora, en el PSOE se reconoce «incertidumbre» por lo que pueda suceder en la votación del viernes. Un escollo que podría alcanzar a la votación de la senda de déficit, aunque aquí el apoyo que reclama el Gobierno es el del PP.

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