ERC y Junts acuerdan que Aragonès lidere «la Generalitat republicana»

El pacto no define cómo alcanzar «los objetivos de amnistía e independencia»

El nuevo Ejecutivo autonómico tendrá una consejería más y Junts controlará los departamentos políticos clave

Laurà Borràs, Roger Torrent y Pere Aragonès EFE | Vídeo: Miquel Iceta valora el principio de acuerdo: «Cataluña necesita cuanto antes un gobierno estable dispuesto a reemprender la senda del diálogo» (Atlas)

Daniel Tercero

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Dos discretas reuniones entre Pere Aragonès (ERC) y Jordi Sànchez (Junts ) este fin de semana, una, el sábado, otra, el domingo, terminaron por desbloquear un acuerdo que permitirá a los independentistas mantener la Generalitat de Cataluña. « Tenemos un acuerdo para poner en marcha la nueva Generalitat republicana », anunció el presidente autonómico en funciones y aspirante a la presidencia, a lo que su compañero de fatigas añadió: «Es un acuerdo para llevar Cataluña a la independencia ».

Poco antes de las 8 de la mañana, los dos partidos anunciaron un preacuerdo, que al mediodía, tras ser ratificado por las direcciones, se presentó ante la prensa. A última hora de la tarde, dieron a conocer el documento con las líneas generales de lo pactado, que no incluye concreción alguna sobre cómo alcanzar el objetivo marcado. Sí cita el texto la llamada mesa de diálogo entre Gobiernos ( nacional y autonómico ), apuesta de ERC, aunque también la necesidad de prepararse para «un embate democrático», apuesta de Junts, que fuerce al Estado a aceptar un referéndum «acordado y vinculante» en Cataluña.

Igualmente, el acuerdo entre ERC y Junts no especifica la fecha límite de 2023, pactada entre ERC y la CUP, para valorar si la negociación con el Gobierno de España está dando sus frutos en relación al avance hacia la independencia, que los secesonistas plantean en la mesa de diálogo entre Gobiernos.

Nuevo espacio no reglado

Lo que sí queda definido en el acuerdo es la estructura del Govern catalán, que contará con 14 consejerías, una más que las actuales, y el reparto de las mismas será equitativo, siete para ERC y otras siete para Junts. Una estructura institucional que gestionará un presupuesto anual, solo en gasto no financiero y no finalista, de más de 27.000 millones de euros. Mucho dinero público y cargos políticos en la administración –alrededor de medio millar– como para arriesgarse a perderlo todo. «Nadie deseaba una repetición electoral», recordó Aragonès.

Así, tres meses y tres días después de las elecciones del 14 de febrero, con dos encuestas electorales publicadas este fin de semana poco favorables a los intereses secesionistas, la presión callejera de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y a nueve días de la fecha límite para la convocatoria automática de una repetición electoral, ERC y Junts sellan un acuerdo cuyo principal punto en común es seguir alimentando el proceso secesionista que culminó en 2017 con dos declaraciones unilaterales de independencia.

Así, el Govern catalán tendrá como «objetivos: la amnistía y la autodeterminación», apuntó Aragonès, y, para ello, se dotará de órganos no regulados por ley que marcarán la estrategia , que, en todo caso, debe ser consensuada por los tres partidos independentistas y las dos principales asociaciones que agitan la calle: la ANC y Òmnium Cultural.

Este nuevo Ejecutivo autonómico, que reedita una coalición que trabaja conjuntamente desde 2015, «no dará un paso al lado en la lucha por el ejercicio de autodeterminación», advirtió Sànchez, que concretó: « Trabajaremos internacionalmente para denunciar la mirada corta del Estado y las instituciones. Hasta que no acabe la represión, no habrá Justicia». Poco cambia en la estratagema del próximo Govern catalán: «El objetivo y el adversario y represor siguen siendo los mismos» que hasta ahora, recordó Sànchez.

Este órgano que dirigirá la estrategia independentista se denomina ‘ Espacio de Coordinación, Consenso y Dirección estratégica ’ y estará formado por los tres partidos y las dos entidades independentistas. Trabajará al margen del Consell per la República, pero solo hasta que esta asociación que controla Carles Puigdemont se reformule. Estos dos entes, no reglados en la administración pública, trabajarán coordinados.

En ERC consideran que de esta manera sortearán el control del expresidente de la Generalitat, que aspiraba a tutelar a Aragonès. Estos han conseguido que el documento refleje específicamente que «el presidente de la Generalitat de Cataluña solo responde por sus actuaciones políticas ante el Parlamento de Cataluña, en tanto que es la Cámara que le ha otorgado la confianza y representa la voluntad de la cuidadanía de Cataluña».

Respecto a la estructura del Govern , las siete consejerías que estarán en manos de ERC (con la Portavocía) son: Presidencia; Feminismos e Igualdad; Educación; Empresa y Trabajo; Acción Climática, Agricultura y Alimentación; Interior; y Cultura. Y las que controlará Junts (con la Vicepresidencia): Economía y Hacienda; Salud; Políticas Digitales, Infraestructuras y Agenda Urbana; Acción Exterior y Transparencia; Investigación y Universidades; Justicia; y Derechos Sociales.

Así, lo relacionado con los fondos europeos para la recuperación económica tras la pandemia dependerá de Economía y Hacienda (Junts), aunque se creará un equipo con representantes de los departamentos autonómicos afectados por unas ayudas que, por otro lado, su destino estará marcado sobre todo por la Moncloa.

Otro de los asuntos nucleares para las formaciones políticas independentistas, como es el control de TV3 y Catalunya Ràdio, así como el departamento que gestiona y decide el reparto de las subvenciones a los medios de comunicación, se invertirá de como venía sucediendo. La dirección de la televisión pública regional la elegirá ERC, mientras que la radio y las subvenciones a los medios privados pasarán a manos de Junts.

Investidura, esta semana

El pacto, una vez aprobado por las direcciones de ERC y Junts, ayer, debe ser ratificado por el Consejo Nacional de los de Aragonès y las bases de Junts. La dirección del partido que controla Puigdemont no cree que los militantes tumben el acuerdo y, en todo caso, solo decidirán si Junts entra en el Govern o no, pero no cabe la posibilidad de que voten en contra de Aragonès.

La previsión es que esta misma semana se intente la investidura en el Parlamento de Cataluña, que necesita del sí de la CUP en la primera votación o su abstención en la segunda vuelta para salir adelante. Tras conocer las líneas generales del acuerdo entre ERC y Junts, Xavier Pellicer, diputado de la CUP y hablando en su nombre, indicó que « los votos de la CUP no son un cheque en blanco » y recordó que es necesario que se cumpla el pacto previo de ERC con la CUP para que estos apoyen a Aragonès.

Si no hay sobresaltos de última hora, Aragonès será investido presidente de la Generalitat en los próximos días . Cerró su pacto con Sànchez –de permiso ordinario el fin de semana– en dos masías en Prats de Lluçanès (sábado) y Alella (domingo). Un pacto trabajado entre las paredes de Lledoners.

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