Artur Mas, el 6 de febrero, tras el primer día de juicio por el 9-N en el TSJC
Artur Mas, el 6 de febrero, tras el primer día de juicio por el 9-N en el TSJC - INÉS BAUCELLS
JUICIO POR EL 9-N

La inhabilitación pone el futuro de Artur Mas en cuestión

La rapidez con la que el Supremo resuelva los recursos de las partes condicionará su futuro como hipotético candidato

Su campaña para regresar a la primera fila de la política, arruinada por el juicio del caso Palau y la condena del TSJC

BARCELONA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La condena del TSJC de inhabilitación de dos años para el expresidente catalán Artur Mas por desobediencia al llevar a cabo la consulta del 9-N pone un interrogante en su vida política más próxima.

La sentencia conocida hoy llega después de unas semanas en las que, sin decirlo de manera abierta, el expresidente Artur Mas ha actuado como si se tratase más de un candidato que de un político a punto de ser inhabilitado. El baño de masas que se dio en el arranque del juicio, el pasado 6 de febrero, fue el primer acto de una cargadísima agenda, con decenas de conferencias, entrevistas y actos públicos. Pura promoción personal.

Por unos días parecía claro que Mas estaba de vuelta, una percepción que la "semana horribilis" del juicio por el caso Palau y la sentencia del 9-N han derribado en parte, si bien los dos años de condena quedan muy por debajo de los diez que solicitaba la Fiscalía.

La prestanza con la que el Tribunal Supremo resuelva los recursos que presentarán las partes dictaminará en buena manera si Mas puede o no concurrir como candidato a unos hipotéticos comicios autonómicos.

En paralelo a lo que decida la Justicia con respecto a su inhabilitación, Mas no logra librarse de la mancha de la corrupción. En el Palau, de nuevo, y más allá de proclamas épicas y disfraces de mártir, CDC -ahora transmutado en PDECat- ha tropezado con el 3%.

Las declaraciones de Fèlix Millet y Jordi Montull han abierto en el partido el debate sobre la conveniencia de contar o no con una figura como la de Artur Mas, y si un proceso de renovación como el que pretende la nueva dirección se puede edificar sobre los cimientos del pasado. Autodescartado Carles Puigdemont como próximo candidato presidencial, la sentencia conocida hoy empuja de manera definitiva al PDECat a una renovación forzada.

De hecho, el propio Mas ya había explicado que la decisión sobre si se presentaba o no a unos próximos comicios dependería de la posible inhabilitación por el 9-N y qué tipo de comicios se convocan, ya que unas autonómicas serían, en su opinión, «un fracaso» y prefiere que sean para un nuevo Estado catalán.

En todo, caso, Mas ya apuntó que una posible sentencia condenatoria quedaría condicionada también a la evolución de los acontecimientos políticos: "Si son elecciones al nuevo Estado catalán, evidentemente la ley española entonces ya no estará en vigor. Yo espero que sean estas segundas».

Ver los comentarios