La Generalitat ofrece a Trapero retomar el mando de los Mossos tras su absolución

Trapero incomoda al Gobierno catalán independentista, y, como muestra, los titubeos de la Consejería de Interior de la Generalitat a la hora de publicitar el ofrecimiento al mayor de los Mossos d'Esquadra de retomar el mando de la Policía autonómica tras su absolución. Menos de 24 horas después de asegurar que no había «ninguna solución hablada, ni pactada, ni tan si quiera pensada» sobre si se propondría a Trapero volver a comandar a los Mossos, hoy el consejero de Interior de la Generalitat, Miquel Sàmper, ha asegurado que eso ya lo habían hablado y que el mayor le pidió un tiempo para meditar su decisión .

El mayor de los Mossos, absuelto después de sentarse en el banquillo de la Audiencia Nacional acusado de haber puesto a la Policía autonómica al servicio del referéndum ilegal, se siente cada vez más lejano a todo lo que tenga que ver con el «procés». El distanciamiento fue progresivo, pero la ruptura definitiva se produjo con la testifical de Trapero en el juicio del Tribunal Supremo, que puso contra las cuerdas a los líderes secesionistas . Allí, como testigo, y cuando la Audiencia Nacional ya le investigaba por su supuesta colaboración con el 1-O, el mayor de los Mossos dijo que el proyecto separatista le parecía una «barbaridad» y que tenía un plan para detener al entonces «president» Puigdemont y a su gobierno si así se lo ordenaban los jueces o la Fiscalía.

Por eso Trapero, aunque la Generalitat se haya felicitado por su absolución, es una figura que incomoda a la cúpula independentista. Pese a ello, tal y como informó ayer este diario, a la Generalitat no le quedaba más remedio que ofrecerle el timón de la Policía autonómica. Y eso es exactamente lo que ha sucedido.

El miércoles, Sàmper acudió a la comisaría de Les Corts de Barcelona, donde Trapero tiene su despacho desde que fue cesado, para felicitarle por la absolución. Allí volvieron a hablar sobre su posible vuelta. Ahora, la pelota está en el tejado del mayor, que todavía no ha dado una respuesta, y que pidió tiempo para meditar si volver o no al puesto de máxima responsabilidad de los Mossos, un cuerpo policial que por fin se ha liberado de tres años de tensión por el procesamiento del que era su máximo responsable.

Si el miércoles el consejero de Interior decía que no se había ni hablado ni pensado si se ofrecería a Trapero volver, ayer Sàmper desveló en Catalunya Ràdio que ya el pasado mes de septiembre, un día después de que Torra lo nombrase para el cargo, habló con Trapero y le planteó la posibilidad de restituirlo en el puesto si la Audiencia Nacional lo absolvía. Cuando por fin esta semana el tribunal dictó sentencia han vuelto a abordar la cuestión. Sàmper ve «evidente» que Trapero debe volver en el caso de que así él lo quiera, ya que cree que su destitución por parte de La Moncloa, tras asumir las competencias autonómicas con la aplicación del articulo 155 de la Constitución, fue «injusta». Por «obligación moral» , el consejero de Interior se vio obligado a proponerle que volviera a comandar a los Mossos, según ha explicado en esa entrevista.

La posible vuelta de Trapero dejaría en una posición incómoda al actual jefe de los Mossos, Eduard Sallent , que perdería el mando de la Policía autonómica. Sobre esta cuestión, el consejero aseguró ayer que «su papel está más que ratificado» porque no tiene «ninguna queja» de su trabajo. Eso sí, Sàmper recordó que el de mayor es «el máximo rango» que existe en la Policía catalana, categoría que Trapero no perdió en ningún momento pese a no ejercer durante los tres años que ha durado su proceso judicial en la Audiencia Nacional.

La sentencia acabó absolviendo, además de a Trapero, a la intendente Teresa Laplana, al exsecretario general de Interior de la Generalitat Cèsar Puig y al exdirector de Mossos d'Esquadra Pere Ferrer, al no quedar probado que pusieran a los Mossos al servicio del «procés». Sobre la sentencia, cabe recurso de casación, pero el consejero de Interior comparte la opinión de las defensas de los tres investigados de que la Fiscalía «jurídicamente lo tiene muy difícil» en el caso de que decidiese recurrir.