Un oasis para la creación en pleno franquismo

La Casa Gomis se reivindica como refugio vanguardista con la interpretación de la obra que Roberto Gerhard creó para inaugurarla y que nunca llegó a sonar entre sus paredes

El interminable exilio de Roberto Gerhard

Marita Gomis retratada frente a la Casa Gomis, construcción emblemática del Racionalismo que bebe directamente de Le Corbusier y Mies van der Rohe Pep Dalmau

Pep Gorgori

Llevamos un buen rato deambulando y charlando con Marita Gomis por su casa cuando, al atravesar el salón, nuestra voz se amplifica de repente. Ella ni se inmuta. Hace sesenta años que la familia Gomis Bertrand se trasladó a vivir a la que hoy conocemos como Casa Gomis, en El Prat de Llobregat (Barcelona , a pocos metros del aeropuerto ). Está más que acostumbrada a los efectos sonoros y lumínicos de esta joya de la arquitectura racionalista que floreció, casi como un milagro, en pleno franquismo. Con esta peculiar acústica y la luz entrando por todos los rincones, el edificio ac abó siendo lugar de refugio, encuentro, debate e inspiración de la intelectualidad catalana en los últimos tres lustros del franquismo.

La bóveda que ahora retumba con nuestras voces ha reverberado con un sinfín de conciertos y de grabaciones que difícilmente se podían escuchar en España en su época. También han conversado bajo ella personalidades como -agárrense- John Cage, Merce Cunningham, Antoni Tàpies, Joan Miró y Joan Brossa, además de músicos catalanes de la talla de Joaquim Homs, Josep Maria Mestres Quadreny, Carles Santos y Roberto Gerhard [Marita, pese a que nuestra conversación es en catalán, aún se sigue refiriendo a él por su nombre en castellano, tal como lo conoció la familia]. Ahora bien, la obra que Gerhard dedicó a esta familia para la inauguración de la casa, no se ha escuchado nunca aquí. Pero eso va a quedar solucionado este mismo martes.

Edmon Colomer dirigirá la interpretación de 'Concert a 8' y ofrecerá una conferencia sobre Gerhard, los Gomis Bertrand y esta obra. «Gerhard compuso esta obra en agradecimiento a Ricard Gomis, por el apoyo que le prestó para que pudiera escribir y estrenar su Noneto», nos explica el músico. La pieza lleva por título 'Concert a 8', «en referencia tanto al número de intérpretes que participan como al número de miembros de la familia», ya que el señor Gomis y su esposa tuvieron seis hijos, entre los cuales se cuenta nuestra anfitriona, Marita.

Una estancia de la casa Pep Dalmau

La idea era que la obra sonase en la inauguración de la casa, en 1963, pero la peculiar instrumentación de Gerhard, y en concreto su complejo entramado percusión , hizo inviable reunir a tiempo todos los instrumentos e intérpretes necesarios para llevarla a cabo. Al final, se estrenó lejos, en Londres, el 17 de mayo de hace 60 años. Ahora, por fin, se podrá escuchar en directo en la Casa Gomis, en dos conciertos a los que se podrá acceder únicamente por invitación, dado el escaso aforo de este domicilio particular. Entre los invitados, des de autoridades políticas a especialistas en música y arquitectura, más algunos vecinos de El Prat de Llobregat.

Se recordarán así los viejos tiempos en que en la Casa Gomis siempre sonaba algo, en vivo, en grabaciones o por la radio. «Me costó mucho acostumbrarme a esta casa sin música» tras la muerte de su padre, nos confiesa Marita. «Mi padre montó una radio de galena cuando aún no tenía ni quince años», recuerda. En La Ricarda se sintonizaba la BBC y la actividad concertística de vanguardia era habitual. Y eso, en pleno franquismo.

Burlar la censura

¿Cómo evitaron problemas con la censura? «La casa queda muy apartada, venían solamente nuestros invitados, y aunque eran muchas personas, siempre se consideró algo íntimo». En el centro de Barcelona quizás habría sido difícil organizar según qué reuniones. El propio arquitecto de la casa, Antoni Bonet Castellana, se exilió tras la guerra civil. Miembro del GATCPAC (Grupo de Arquitectos y Técnicos Catalanes por el Progreso de la Arquitectura Contemporánea), colaboró con Josep Lluís Sert en la construcción del Pabellón de la República Española en la Exposición de París en 1937, y en esa ciudad de quedó para estudiar con Le Corbusier. Al finalizar la guerra, optó por no volver a España. Construyó la Casa Gomis de La Ricarda, literalmente, por correspondencia. Gerhard también estaba en el exilio cuando dedicó su obra a la familia Gomis Bertrand.

El interés y compromiso de la familia con la cultura venía de lejos. Ya durante la República, Ricard Gomis fundó la asociación 'Discófilos', que se reunía periódicamente para escuchar grabaciones que se obtenían gracias a una red de contactos por toda Europa. Se acompañaban con explicaciones de expertos, como el propio Gerhard, el musicólogo catalán Higini Anglés y el crítico madrileño Adolfo Salazar. Ahí es nada.

Hoy el edificio está considerado Bien de Interés Cultural , y se organizan visitas periódicamente, además de alquilarse para eventos, rodar anuncios y hacer fotos. La mayor preocupación es la amenaza de ampliación de la tercera pista del aeropuerto, que pasaría sobre sus terrenos y afectaría el estanque de La Ricarda, una reserva natural. Los Gomis han unido fuerzas con ecologistas y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, para frenar un proyecto que consideran catastrófico para el entorno natural. Ahora está congelado hasta 2026. Mientras tanto, la música y el zumbido de las turbinas de queroseno seguirán conviviendo en precario equilibrio.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación