Realidad virtual para devolver la autonomía a los afectados por ictus

El servicio de Neurorrehabilitación del hospital Vall d'Hebron cumple diez años

Un paciente se recupera de un ictus en la unidad de Neurorrehabilitación Hosp. Vall d'Hebron

Eila R. Filgueiras

El proceso de curación de una persona pasa por las manos de una cadena de profesionales que ponen todo su empeño en garantizar al paciente la mayor calidad de vida posible. Una de las etapas más importantes para la recuperación de los pacientes que han sufrido un ictus es la rehabilitación , un área en la que el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona tiene cubierta gracias a un gran equipo multidisciplinar de profesionales. El camino a la recuperación depende de la lesión de cada paciente. La doctora Judith Sánchez, jefa del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del hospital, señaló en una entrevista con ABC la enorme importancia del factor emocional y anímico del paciente para lograr la máxima sanación, sumado a las terapias de las que dispone la medicina.

Aunque los métodos tradicionales funcionan, la incorporación de nuevas herramientas digitales ha hecho avanzar a pasos de gigante en el ámbito del desarrollo neurológico. Para estimular el área del cerebro afectada por la lesión existen actualmente programas informáticos de realidad virtual que simulan situaciones en las que el paciente tiene que coger un objeto, apartarlo e interactuar con él.

«Con las gafas de realidad virtual se ve la acción como si la persona la estuviese haciendo, y hace funcionar el cerebro como si realmente se efectuase la orden neurológica . El cerebro integra lo que estas haciendo y estimula áreas para que luego se pueda hacer en la realidad», explica la doctora Sánchez.

Las diversas terapias de este servicio de rehabilitación, que es uno de los más grandes de España, están enfocadas principalmente a que el paciente logre la mayor autonomía . Para ello, se emplea a un equipo de terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, auxiliares, monitores, neuropsicólogos y logopedas que comienzan el seguimiento del paciente desde el ingreso hasta, en algunos casos el resto de su vida. Las instalaciones de la Unidad de Neurorrehabilitación y del Hospital de Día, mostradas por la doctora Sánchez a ABC, están diseñadas para «entrenar» a los pacientes a recuperar la independencia en tareas cotidianas como vestirse, cocinar, hacer la cama o acudir al supermercado. «A mí ya no hace falta que me digan lo que hacer cada día, ya lo hago yo sola» , comentaba a la médico motivadamente una paciente de 52 años mientras hacía ejercicios para recuperarse de un ictus. El calor humano y la cercanía que les brindan estos profesionales de la salud es, sin duda, una de las herramientas más potentes que existen para la sanación.

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