Narcís Serra, en 2014 en la comisión de Economía del Congreso
Narcís Serra, en 2014 en la comisión de Economía del Congreso - ÓSCAR DEL POZO

La presidencia de Narcís Serra en CatalunyaCaixa, un cúmulo de despropósitos

Además de los sobresueldos de la cúpula directiva, la Justicia dilucida su responsabilidad en operaciones por valor de 900 millones de euros sin una finalidad económica «lógica"

BARCELONA Actualizado: Guardar
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En proporción al volumen de sus activos, el rescate de Catalunya Caixa resultó el más gravoso para las arcas del Estado –unos 11.800 millones –, un quebranto tan grande como el descrédito de sus antiguos gestores. Como un perfecto resumen de lo que fue el modo de proceder de las antiguas cajas de ahorros, en Catalunya Caixa hubo un poco de todo: poca profesionalidad en la gestión, suicida ambición inmobiliaria, descontrol en la política de créditos, derroche salarial en la cúpula... en definitiva, un desastre que la Justicia empieza a desbrozar.

Muchos factores contribuyeron al agujero de Catalunya Caixa, entre otros, una serie de operaciones que no respondían a "una finalidad económica lógica", según denunció en su moento el FROB, que llevó el caso a Fiscalía.

Entre estos movimientos "ilógicos", 16 operaciones entre 2005 y 2008, con unas pérdidas de 900 millones. Por esta investigación, el expresidente Narcís Serra declaró el pasado 22 de enero ante la Guardia Civil, según ha informado El Mundo. La declaración de Serra, y de otros miembros de la antigua cúpula de la entidad, se llevó a cabo tras el análisis de la quincena de operaciones realizadas por Catalunya Caixa entre los años 2005 y 2008 que el FROB llevó a la Fiscalía por sospechas de irregularidades.

El fiscal Anticorrupción Fernando Maldonado tiene ya en sus manos los informes de la Guardia Civil, que constatan las irregularidades denunciadas por el FROB en una quincena de operaciones para la adquisición de inmuebles y/o participaciones en sociedades, así como refinanciación para la adquisición de sociedades. Entre las operaciones sospechosas, que la Guardia Civil ha estado analizando a lo largo de un año, figuran también renegociaciones de préstamos con reducciones de garantías, cancelaciones de deudas (sea por compraventa de activos y/o dación en pago), y ventas de inmuebles adjudicados u operaciones de inversión.

Como informó ABC en su momento, la Fiscalía Anticorrupción también investigó tres operaciones inmobiliaras de CatalunyaCaixa con el constructor Felip Massot, empresario muy próximo a Convergencia, amigo personal del presidente de la Generalitat, Artur Mas, y muy comprometido con el proceso soberanista.

El caso de los sobresueldos

En paralelo, Narcís Serra, presidente entre 2005 y 2010, y Adolf Todó, director general entre 2008 y 2010 –y luego presidente hasta 2013–, así como otros 40 miembros del consejo, están imputados por un delito de administración desleal por aprobar aumentos salariales para la cúpula directiva cuando la entidad era ya insolvente. "Retribuciones e indemnizaciones desproporcionadas y ajenas a su situación real de solvencia", describió la Fiscalía.  Los supervisores del Banco de España que declaron ante el juez durante la instrucción aseguraron haberse enterado por la prensa de los aumentos, legales desde su punto de vista, pero "antiestéticos", dijeron, dada la situación de la entidad. El caso está ahora a punto de ser juzgado.

La factura del FROB en Catalunya Caixa (posteriormente Catalunya Banc) llegó a ser de 12.624 millones, mientras que el BBVA se adjudicó la entidad por 1.187.

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