Cañete: «Pimec ha evitado una nueva injerencia política de la ANC en una institución»

El nuevo presidente de la patronal de la pequeña y mediana empresa de Cataluña, Antoni Cañete, se propone ampliar a toda España su organización «para estar en el puente de mando» de la economía

Antoni Cañete, durante la entrevista para Cope Cataluña y Andorra ABC

Joan Carles Valero

Las elecciones en Pimec habían generado gran expectación, más allá de la lectura puramente interna de la renovación al frente de una patronal. Antoni Cañete, su flamante presidente, ha recibido muchas felicitaciones estos días por haber «parado» el 23 de febrero el asalto del mundo independentista de la ANC a la organización de la pequeña y mediana empresa catalana.

Tras impedir «esa injerencia del ámbito político», ahora aspira a extender su «activismo empresarial» a toda España, porque se ha propuesto que la pyme, que representa el 70% del empleo y el 60% del PIB, «esté en el puente de mando, en el lugar donde se toman las decisiones».

Sin decirlo, Cañete aspira con ese planteamiento a reemplazar en el resto de España a la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), dependiente de la gran patronal CEOE, para convertirse en un agente social estatal que mantenga con los sindicatos el diálogo y la concertación en una paridad similar a la que ya ha conseguido en Cataluña, donde Fomento del Trabajo y Pimec se sientan al alimón con CCOO y UGT.

Para lograr su expansión por el resto de España, Cañete se apoya en la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad que lidera desde hace más de una década y con la que consiguió la promulgación de una ley que, sin embargo, no se aplica al carecer todavía de régimen sancionador, lo que favorece su incumplimiento.

Sanciones por morosidad

En su cruzada contra la morosidad, Cañete ha pedido que el Congreso de los Diputados dé luz verde «urgentemente» al régimen sancionador para acabar con esa «pandemia» que «es la causa más importante del cierre de muchas empresas».

El presidente de Pimec ha explicado ante los micrófonos del programa 'Converses' de Cope Cataluña y Andorra, que en España la administración pública tiene que pagar en un plazo máximo de 30 días y lo hace a 77 días. «Ahora mismo hay 15.000 millones pendientes de pagar por parte de las administraciones», ha asegurado.

La situación empeora entre las empresas privadas, ya que en vez de pagar a 60 días tardan de media 120 en abonar sus facturas, lo que supone «que en estos momentos hay 80.000 millones de euros pendientes pago». Ha añadido que si no se aprueba la ley de régimen sancionador, la situación «se convertirá en un castillo de naipes que se caerá y arrastrará nuestra economía».

En su opinión, la simple aprobación del régimen sancionador que otros países europeos tienen, como Francia, supondrá una importante inyección de dinero a las pymes.

Robar no es protestar

Ante los graves disturbios protagonizados por grupos de violentos en Barcelona durante la última semana, Cañete ha subrayado que «desde el ámbito económico y social, no se puede permitir que las protestas se hagan robando o rompiendo comercios». Y ha añadido que «las imágenes de estos días nos hacen un daño irreversible y agravan aún más la situación de muchos comercios».

Sobre el futuro gobierno de la Generalitat, el presidente de Pimec ha pedido que se constituya lo antes posible, que sea un ejecutivo fuerte y que tenga como prioridad unos presupuestos con sensibilidad económica y productiva. «O salvamos a nuestras empresas o la pandemia que tenemos no solo será sanitaria, sino que también será económica y productiva», ha alertado.

También ha advertido sobre las nefastas consecuencias para la economía si la CUP tuviera un papel importante en el futuro Gobierno autonómico: «Ojo con los discursos populistas y los mensajes anticapitalistas».

Más apoyo presupuestario

Sobre la marcha de empresas como Nissan o esta semana Bosch de Lliçà d'Amunt, Cañete considera que detrás del drama que supone el cierre de estas grandes industrias, que dejan en la calle a miles de trabajadores directos, hay otros dramas, porque Nissan, por ejemplo, «arrastra al paro otros 17.000 trabajadores de pequeñas industrias auxiliares».

Por eso el electo presidente de Pimec reclama al nuevo gobierno de la Generalitat que dote de más presupuesto a los departamentos que puedan salvar al tejido productivo. «Si cerramos una empresa estamos cerrando al que paga impuestos y al que mantiene puestos de trabajo, que es lo que nos permite hacer las políticas sanitarias y sociales», ha advertido.

El presidente de Pimec también ha explicado que las empresas no piden más créditos ICO porque «ya no pueden endeudarse más», y ha reclamado que una parte de los 11.000 millones de euros anunciados esta semana en sede parlamentaria por el presidente Pedro Sánchez, «sean ayudas directas y mantenidas en el tiempo para los sectores más afectados por la pandemia, y primero para las empresas más pequeñas, es decir las que tienen menos capacidad financiera para sobrevivir».

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