El mejor Tchaikovsky regresa al Liceo con 'La dama de picas'

Olvídense de 'El lago de los cisnes', 'El Cascanueces', d el celebérrimo concierto para piano e incluso de sus sinfonías. Tchaikovsky lució su genialidad en todas y cada una de las obras mencionadas, pero es en la ópera donde encontramos sus mejores frutos, aunque no hayan acabado formando parte de ese elenco de melodías que todos somos capaces de silbar. Su última creación en el terreno escénico, 'La dama de picas', vuelve a partir del miércoles de la semana que viene al Liceo.

El teatro barcelonés programó por primera vez 'La dama de picas' hace un siglo justo, en 1922. Pasó sin pena ni gloria, por lo que no volvió a representarse hasta 1967, cuando la puso en escena la compañía de la ópera de Belgrado. A partir de entonces, el título se ha programado aproximadamente una vez cada diez años, y hoy es ya una ópera debidamente valorada. Estrenada en 1890, la partitura está a medio camino entre la tradición de la Rusia zarista y la modernidad wagneriana.

'La dama de picas' hace de la opulencia su bandera: una orquestación rica, exigencia vocal y actoral para los papeles solistas, una cantidad destacable de secundarios, un gran coro e incluso una escena de danza son los materiales con los que Tchaikovsky construye el drama. Su argumento se basa en un relato corto de Pushkin, debidamente manipulado para acentuar el drama amoroso entre Lisa y Hermann. La primera es una muchacha inocente, que según la soprano protagonista de la producción, Lianna Haroutounian, «ha vivido siempre a la sombra de la Condesa» y «se ve atraída hacia el peligro, lo desconocido, y se atreve a abrir su corazón a un hombre completamente diferente y peligroso». Este hombre es Hermann, un ludópata que se aproxima a Lisa solamente para acercarse a la Condesa y arrebatarle el secreto que cree que ella posee: la jugada maestra que permite ganar todas las partidas de cartas.

El tenor Yusif Eyvazov, actual pareja de la soprano Anna Netrebko, que visitará el Liceo en abril para ofrecer una gala especial conmemorativa del 175º aniversario del teatro, ve en Hermann, «un hombre extremado en todos los sentidos», con el que asegura compartir algunos rasgos de personalidad: «Ama hasta la locura; muere en una situación fascinante, delante de todo el mundo; convierte en un evento todos los momentos vitales que considera importantes».

En el Liceo han dirigido este título batutas del nivel de Yuri Temirkanov y Kirill Petrenko. En esta ocasión es Dmitri Jurowsky quien afronta el reto. Para él, «una de las mejores cosas de la partitura es el juego de leitmotive que sigue la influencia de Wagner». Estas melodías que se asocian a personajes, objetos o sentimientos «van interactuando durante toda la ópera, de modo que para el director es también como una partida de cartas, hay que respetarlos a todos y hace falta una estrategia para jugar la partida».

La producción, de corte clásico, es del veterano Gilbert Deflo. Desde que la presentara por primera vez hace dos décadas, ha cosechado toda clase de elogios. Ya pudo verse, de hecho, en el Liceo, hace diez años. Pese a ello, Deflo asegura que es diferente cada vez que se alza el telón, ya que «el alma de una producción son los cantantes». Pese a la opulencia de la puesta en escena, acorde con la música de Tchaikovsky, Deflo considera que «todo absolutamente tiene que ser musical: la luz, una puerta que se abre… Todo tiene que ser música» cuando se trata de una producción de ópera.

'La dama de picas' podrá verse en el Liceo del 26 de enero al 11 de febrero. En el reparto, además de Haroutounian y Eyvazov, destaca la soprano Sondra Radvanovsky, que se incorporará a la producción después de lo inicialmente previsto a causa de la reciente defunción de su madre. Entre los secundarios, habrá una buena representación de las mejores voces líricas del panorama catalán: Gemma Coma-Alabert, Serena Sáenz, Mercedes Gancedo, Marc Sala, David Alegret, Mireia Pintó y Antoni Lliteres.