Martin McDonagh y los rencores a la irlandesa

Julio Manrique dirige en el Teatre Biblioteca de Catalunya «La reina de la bellesa de Leenane», la obra con la que se dio a conocer el autor de «Tres anuncios en las afueras»

Fotografía promocional del reparto de «La reina de la bellesa de Leenane» Abc

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El amor y la pasión, sostiene Julio Manrique, pueden mover montañas. La ira y el rencor, en cambio, paralizan, atenazan y, en fin, liquidan cualquier posibilidad de movimiento. Lo saben bien los personajes de «La reina de la bellesa de Leenane», ópera prima del dramaturgo y cineasta angloirlandés Martin McDonagh que regresa a los escenarios catalanes dos décadas después de que Mario Gas la estrena en la sala Villarroel. «Si algún tema emerge de la obra es el del rencor: hablamos de gente devorada por el rencor que viven en una comunidad muy pequeña y muy cerrada», destaca Manrique, responsable de un montaje con el que se estrena como director en la arena del Teatre Biblioteca de Catalunya.

La obra, un texto «visceral» que McDonagh escribió en 1996 en poco más de una semana, relata la «relación tóxica» que mantienen una madre y una hija en Leenane, un pequeño pueblo irlandés de la comarca de Connemara, y cómo su rutina se ve profundamente sacudida tras la llegada al pueblo de los hermanos Pato y Ray Doole. «Hay un dicho irlandés que reza “que estés en el cielo media hora antes de que el diablo sepa que estás muerto”. Pues bien: la obra va de eso, de esos treinta minutos del cielo antes de ir al cielo», destaca Manrique. «La reina de la bellesa de Leenane», añade, es una pieza «dura y oscura», sí, pero también «muy tierna». Un (supuesto) drama rural que utiliza el humor negro y salvaje como camino más corto para viajar de, pongamos, Pinter y Tarantino. «Los personajes luchan como bestias para agarrarse a ese momento de felicidad», avanza Manrique.

Para la actriz Marta Marco, que interpreta a la hija y «reina de la belleza» Maureen Folan, la obra también ahonda en lo que se entiende socialmente como locura a partir de un personaje extravagante que McDonagh construyó inspirándose en Bina McLoughlin, una mujer que vivió 70 años en Leenane. «Era como la loca del pueblo, la mujer extravagante», destaca Manrique, que viajó junto a todo el reparto a tierras irlandesas para empaparse de ese espíritu de «bello y duro» de la región. «Es un país herido pero orgulloso. Como los protagonistas», destaca el director.

McDonagh, autor de otras obras de impacto como «La calavera de Connemara» así como de la aplaudida película «Tres anuncios en las afueras» , no se contenta con explorar los efectos perversos de toda esa ira concentrada en lugares minúsculos y ahonda también en las complejas relaciones entre ingleses e irlandeses, en el papel de Estados Unidos como tierra prometida y, en fin, en las brazadas desesperadas de quien se sabe perdedor muy a su pesar. «Es todo diálogo, todo acción sin reflexión. Presenta a los personajes arrojándolos directamente al ring» , destaca el joven Enric Auquer (Ray Doole) quien, junto a Marissa Josa (Mag Folan) y Enric Auquer (Pato Dooley), completa el reparto de la obra.

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