El Grec se reinventa y estrena edición con un espectáculo de Baró d'Evel para los sanitarios
Omara Portuondo, Manel, La Veronal Carme Portaceli y Peeping Tom serán algunos de los protagonistas del festival de Barcelona
«Necesitamos la cultura. No queremos renunciar porque la necesitamos». Leído con voz grave de anuncio de televisión podría ser perfectamente el lema para la remontada cultural postpandemia y, en cierto modo, algo de eso hay. Máxime después de ver cómo la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, convirtió ayer la frase en el mejor resumen de la presentación de una de las ediciones más extrañadas, insólitas y accidentalmente musicales del Grec.
Porque, en efecto, Barcelona no renuncia y mantiene en el calendario, aunque con notables modificaciones, su festival de verano. Una cita que echará a rodar el próximo 30 de junio con voluntad de reivindicar «la vida, la creatividad y el amor a la cultura que tiene la ciudad de Barcelona», en palabras de Colau, y que contará, entre muchos otros, con la cantante cubana Omara Portuondo, la compañía belga de danza Peeping Tom , el circo de los franceses Compagnie XY y montajes a cargo de Carme Portaceli, Agrupación Señor Serrano, La Veronal, Sergio Blanco y Baró d'Evel.
«A tocar!» con poesía
Precisamente será la compañía franco-catalana la encargada de inaugurar el Grec en el anfiteatro de Montjuïc con «A tocar!», un espectáculo poético-teatral por el que desfilarán desde Refree y la cantante de fados Lina al payaso Tortell Poltrona y al que estarán invitados sanitarios y profesionales que han luchado en primera línea contra el coronavirus. «Sólo podíamos inaugurar este Grec con poesía, que es la manera de explicar lo inexplicable», subrayó Francesc Casadesús, director de una cita que, innovadora por necesidad, ofrecerá 108 propuestas de las que solo 48, repartidas en el Grec, el Teatre Lliure, el MNAC, el Mercat de les Flors o el CCCB, serán presenciales.
El resto forman parte de otros dos apartados llamados Grec en Obert, con proyectos ideados para ser representados de forma telemática a través de podcasts, paseos por la ciudad o llamadas telefónicas a un «poeta de guardia»; y De Grec en Grec, por donde pasarán, hasta junio de 2021, algunos de los montajes previstos para este año que han tenido que aplazarse. Es el caso, por ejemplo, de «La casa de los espíritus», de Carme Portaceli, o el «Pedro Páramo» que Pau Miró y Mario Gas estaban preparando a partir de la novela de Juan Rulfo.
El teatro, tradicionalmente uno de los puntos fuertes del festival, es de hecho una de las disciplinas que más cojas ha quedado por culpa del coronavirus y las restricciones sanitarias. Así, el estreno de «No passa cada dia que algú ens necessit», de Portaceli; un monólogo de Angélica Liddell a partir de una interpretación libre de «The Scarlet Letter» ; el homenaje a Xavier Cugat que ha orquestado el Taller de Músics bajo el título de «I Sing About Bananas»; y creaciones directamente inspiradas en al pandemia como «Covid-451», del francouruguayo Sergio Blanco, coronan la programación teatral de un Grec que se presenta esta año especialmente generoso en su apartado musical. Ahí están, por ejemplo, Manel, los recién nacidos Stay Homas, El Petit de Cal Eril, Els Amics de les Arts y Judit Neddermann, entre otros, compartiendo cartel con el 90 aniversario de Omara Portuondo o con una velada especial de tango en la que Miguel Poveda acompañará a Marcelo Mercadante.
Entradas a 15 euros
Mal Pelo en el Museo Marítim, La Veronal en la sala oval del MNAC, Cabo San Roque con un montaje inspirado en los exorcismos de mossèn Cinto Verdaguer, una retrospectiva del cineasta Carlos Reygadas en la Filmoteca, Sílvia Pérez Cruz y Marco Mezquida en el Teatre Lliure y tres noches de etiqueta y música clásica en el Palau de la Música completan los itinerarios artísticos de un Grec que mantiene su presupuesto de 3,3 millones de euros y pone a la venta a partir del próximo viernes 3o.000 entradas a un precio único de 15 euros (5 para los espectáculos familiares).
En el terreno de las cifras, y tal y como destacó el teniente de alcalde Joan Subirats, el Grec se traduce en 3.000 empleos directos y otros 10.000 indirectos. «Es importante tenerlo en cuenta, ya que detrás de la fiesta y la celebración está el apoyo a un tejido cultural muy tocado», subrayó Subirats. «Seguro que no será como otros años, pero no podíamos renunciar al mismo, porque necesitamos la cultura», insistió Colau, poniendo de relieve, una vez más, el valor de la cultura y su papel capital para salir de la esta crisis.
