El Festival de Pedralbes celebra su X aniversario con Patti Smith y Tom Jones pero pendiente de aforos definitivos
A-ha, Diana Krall, Madness y Paul Anka pasarán este verano por una cita cuyos organizadores aún no saben cuánto espacio de los jardines de Pedralbes podrán ocupar
Asegura Martín Pérez, director del Festival Jardins de Pedralbes, que la edición de este año, la del décimo aniversario y la vuelta (eso parece) a la normalidad, será la mejor la de la historia, comodín promocional que serviría para cualquier año y cualquier evento pero que él defiende tirando de programa y de estrellas de relumbrón. «Tenemos artistas de los últimos tres años, por lo que hay una concentración de cabezas de cartel», asegura Pérez sobre un festival que, como tantos otros, no ha hecho más que cambiar de planes y reprogramar actuaciones desde hace dos años.
En la práctica, todo esto se traduce en un programa que, del 7 de junio al 24 de julio, acercará a Barcelona a Patti Smith, Andrés Calamaro, James Blunt, los Chic de Nile Rodgers, Jethro Tull, Diana Krall, Paul Anka, Raphael, Gilberto Gil y los Beach Boys, entre muchos otros. Una nueva apuesta por el pop de amplio espectro, las viejas glorias y los veteranos con tirón a la que suman también los noruegos A-ha en su única actuación en España, el británico Simply Red y unos Madness gloriosamente desubicados. Sospechosos habituales del verano catalán como Kool & The Gang, Jorge Drexler, Tom Jones, Pablo Alborán, George Benson, Juanes, Loquillo y Els Amics de les Artes completan una lluvia de estrellas que contará también con un homenaje al cantante Carlos Marín, fallecido en 2021, a cargo de sus compañeros de Il Divo.
Con un presupuesto de 3,8 millones de euros y más de 60.000 entradas a la venta a sumar a las 30.000 que ya han despachado en los últimos meses, el festival ha tenido que hacer frente también este año a un imprevisto: un proceso de licitación que el Ayuntamiento de Barcelona abrió para dar respuesta a la pretensión de otra empresa, de identidad desconocida, de utilizar el mismo espacio durante las mismas fechas. Un conflicto que se resolvió finalmente a favor de Concert Studio, empresa que se encarga del festival desde hace una década, pero que deja algunos cabos sueltos que podrían afectar al normal desarrollo de este décimo aniversario. Y es que, tal y como ha explicado Pérez, una vez solucionada la cesión del espacio, una comisión con presencia tanto del Ayuntamiento como de la Generalitat deberá de resolver aspectos técnicos y logísticos relativos al aforo o las propias dimensiones del festival.
De hecho, las bases de la licitación especifican que «solo se podrá realizar un concierto diario de gran formato con un aforo que no supere los 2.400 asistentes», lo que deja en el aire aquellas actuaciones de aforo mixto con los que la promotora quería llegar a las 3.400 a base de combinar público sentado en gradas y de pie en la pista. Tampoco queda claro qué ocurrirá con la ocupación del propio espacio, restringida según las bases a una zona mucho más pequeña que la que venía utilizando el festival: según Pérez, con las nuevas condiciones de uso, el festival pasaría de 8 hectáreas a apenas 0,4.
En rueda de prensa, el director de la cita ha confiado en que todo se acabará resolviendo ( «no tengo ninguna duda de que estas cuestiones se arreglarán» , ha dicho), aunque el informe de adjudicación deja claro que «Concert Studio SL cumple con los requisitos mínimos establecidos en las bases, a excepción de la ocupación de los espacios que deberá adaptarse a lo previsto en las bases». Cumplir con estos requisitos, lamenta Pérez, supondría perder parte de espacio para la restauración y el escenario dedicado a artistas noveles e impactaría negativamente en la experiencia del visitante.
Sobre la continuidad del festival y la posibilidad de que otro promotor fuerce el año que viene otro proceso de licitación, Pérez ha destacado que cuenta con el «compromiso» de la Generalitat para prorrogar el convenio durante un mínimo de cinco años. «No tengo ninguna duda de que cumplirán. La Generalitat cumple sus compromisos», defiende. Desde el pasado 8 de febrero, tanto el palacio como los jardines de Pedralbes son propiedad de la Generalitat.
