Un autorretrato de Rembrandt de la colección Thyssen
Un autorretrato de Rembrandt de la colección Thyssen - ABC

Duchamp, el cubismo y Oteiza, protagonistas del otoño artístico en Barcelona

Caixaforum expondrá por primera vez obras maestras del museo Thyssen de Madrid

BARCELONA Actualizado: Guardar
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El cubismo y la Primera Guerra Mundial, la influencia del románico en Picasso y una panorámica de la colección Thyssen-Bornemisza serán algunos de los puntos fuertes de la temporada artística de este otoño en los museos barceloneses. Una campaña que llega marcada por el impacto de exposiciones como las retrospectivas dedicadas a Ramon Llull o al fotógrafo Philippe Halsman y que intentará repetir el éxito con reclamos como «Cubismo y guerra», muestra que llega el 21 de octubre al Museo Picasso de Barcelona para explorar a través de 80 obras la supervivencia de la vanguardia artística europea establecida en París durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918), y su respuesta a la angustia, el dolor y el peligro que significó este gran conflicto.

Los artistas centrales de esta muestra serán tres extranjeros residentes en Francia, Picasso, Juan Gris y Diego Rivera, aunque la muestra también explorará el papel de otros artistas en circunstancias similares, como María Blanchard, Gino Severini y Jacques Lipchitz; y el de artistas franceses que por circunstancias no fueron al frente, como Henri Laurens y Henri Matisse, así como de dos supervivientes de las trincheras como Braque y Léger, informa Efe.

Sin salir de la órbita picassiana aunque estableciendo nuevas conexiones, el MNAC abordará la relación de Picasso con el arte románico a partir de dos momentos especialmente trascendentales:su llegada en Gósol, en el Pirineo catalán, en 1906;y su visita a las colecciones románicas del que hoy es el MNAC. A partir de estas coordenadas, la muestra ahondará en tres conceptos:las obras realizadas en 1906-1907 y la relación que mantienen con la Virgen de Gòsol; la Crucifixión, muy presente en el arte románico, y que preocupó a Picasso en diferentes momentos de su vida, especialmente entre 1930 y 1937; y la calavera, también muy presente en la colección románica del museo.

La Fundación Miró, por su parte, recoge el testigo del Museo de Cadaqués en la reivindicación de Duchamp para dedicar una exposición a la incidencia del ajedrez en la obra de las vanguardias, un planteamiento que permite comprender desde una óptica innovadora y lúdica la historia del arte moderno a través de un conjunto de obras, muchas nunca expuestas en España. Lejos de Montjuïc, en La Pedrera, podrá verse una amplia retrospectiva la obra del escultor Jorge Oteiza, que permitirá recorrer todas las etapas de su trabajo, desde las formas más arcaicas iniciales a las últimas series, pasando por las que componen el eje central de su «Propósito Experimental». De vuelta a la montaña mágica, Caixa Fórum se transformará en los próximos meses en una suerte de subsede del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, que por primera vez desde 1993 exhibirá fuera de Madrid obras maestras de Fra Angelico, Rafael, Memling, Rubens, Rembrandt, Canaletto, Pissarro, Cézanne, Kandinsky, Picasso, Chagall, Hopper y O’Keeffe.

Desde octubre, el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) presentará «1000 m² de deseo. Arquitectura y sexualidad», sobre el papel de la arquitectura en la sexualidad y la activación del deseo en Occidente, desde las utopías sexuales de Sade a las comunas hippies, de las «maisons closes» del París del 1900 a los actuales mega burdeles.

En el terreno de la fotografía, el MNAC organizará entre octubre y enero la primera exposición en España dedicada a Marianne Breslauer, que desarrolló su trabajo entre 1927 y 1938, un ejemplo singular de la denominada «nueva fotografía», y Foto Colectania evocará la cuestión de qué significa ser fotógrafo hoy y de cómo está cambiando el estatuto de la imagen en la creación contemporánea.

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