Colau rechaza los disturbios de Gràcia y ofrece a los «okupas» un espacio alternativo

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha afirmado hoy que los disturbios de la pasada noche en el barrio de Gràcia son «rechazables», porque con la violencia no se soluciona nada, pero ha dicho que «también hay que preguntarse qué hay detrás de esto».

Los incidentes registrados anoche en el barrio barcelonés de Gràcia después de una manifestación contra el desalojo policial de una antigua oficina bancaria ocupada dejaron al menos 16 heridos leves y un detenido.

«La vía es el dialogo y las alternativas», ha defendido este martes en una entrevista de Rac1 recogida por Europa Press, en la que ha remarcado que es una propiedad privada y que el desalojo se produjo después de una resolución judicial y fue ejecutado por los Mossos d'Esquadra.

En declaraciones a la emisora RAC-1, la alcaldesa ha rechazado los incidentes y ha recordado que el ayuntamiento no tiene nada que ver con el desalojo, más allá de decidir que no pagaría el alquiler al propietaria, como hizo el gobierno del convergente Xavier Trias.

«Los hechos de esta noche son rechazables. Rechazamos cualquier forma de violencia. Los vecinos de Gràcia no se merecen estos destrozos que no llevan a ninguna parte. Pero también cabe preguntarse qué hay detrás de esto», ha declarado la alcaldesa.

Colau ha aclarado que «el ayuntamiento no interviene en el desalojo. Pero no nos desentendemos», aunque el local no es propiedad del consistorio. «Ellos mismos dijeron que no estaban de acuerdo con este alquiler desorbitado. Nosotros les hemos ofrecido buscar un espacio alternativo para que la parte de actividad social y cultural se pueda hacer», ha informado la alcaldesa.

Colau se ha mostrado favorable a «hacer lo máximo posible para que no haya locales vacíos» y ha explicado que el ayuntamiento gobernado por Trias decidió pagar el alquiler del 'banco expropiado' para no tener problemas ni disturbios porque «se acercaban las elecciones».

«Intuyo que esto tenía cierta relación y el consistorio anterior decidió pagar un alquiler sin hablar con nadie, sin hablar con los ocupantes. Pagaba 5.500 euros al mes para que no hubiera un desalojo. Pero no lo comentó a nadie», ha revelado la alcaldesa.

«Entiendo que lo hicieron para no tener problemas, para que no hubiera ruido. Hablamos con los propietarios y ocupantes, que se enfadaron cuando se enteraron. Nos pusimos de acuerdo con la propiedad para finalizar este contrato», ha explicado Colau.

Según la alcaldesa, «nosotros estamos abiertos a ayudar a mediar o buscar otro espacio para que las actividades se sigan haciendo. Es lo que podemos ofrecer», porque el local «no es propiedad del ayuntamiento».

Asens y la Urbana

Preguntada por su relación con la Guardia Urbana, ha dicho que «podía haber algunos prejuicios mutuos, pero ha pasado un año de aprendizaje» y ha elogiado al cuerpo y su labor cotidiana, y ha asegurado que el teniente de alcalde Jaume Asens no se extralimitó en sus funciones cuando se interesó por el caso de la agresión de un 'mantero' a un agente de la Urbana llamando a su abogada.

«Creo que lo que ha pasado aquí es un malentendido. Tengo constancia de que no ha habido ninguna mala fe ni injerencia», ha insistido Colau sobre las acusaciones a Asens de haber presionado a la abogada.

Colau ve normal que un ayuntamiento se interese por un caso que le afecta y que lleva un bufete que le presta servicios, aunque ha admitido que tal vez deberían haber contactado los servicios jurídicos del consistorio y no directamente Asens.

Ha rechazado que el tenientes de alcalde deba dimitir, ha defendido que ni él ni su gobierno ponen en duda el apoyo a la Urbana ante la agresión, y ha apostado por que Asens se reúna con mandos de la Urbana para aclarar los hechos.