Colau no asiste al funeral por las víctimas del covid en la Sagrada Familia para respetar las restricciones

La Generalitat permite un máximo de diez personas en ceremonias religiosas, medida que el Arzobispado de Barcelona considera «arbitraria» y llevará a los tribunales

Interior de la Sagrada Familia durante la reapertura de principios de mes Pep Dalmau

ABC

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, no asistirán al funeral por las víctimas del coronavirus que se celebrará este domingo por la tarde en la Sagrada Familia de Barcelona, una decisión que han tomado para cumplir con las medidas decretadas por la Generalitat para evitar contagios de coronavirus.

«Por desgracia, y después de hablarlo con la alcaldesa Colau, hemos acordado no asistir a la Eucaristía de esta tarde en recuerdo de las personas que han muerto durante el periodo de la pandemia», ha explicado Batlle en un tuit recogido por Europa Press.

Han tomado esta decisión para no «desatender las disposiciones del Govern de la Generalitat», que en una resolución de la Conselleria de Salud del 17 de julio fijó un máximo de diez asistentes para las celebraciones religiosas. Batlle ha expresado su pesar a las familias y a la Iglesia Archidiocesana de Barcelona por no poder asistir a la misa, en cumplimiento de unas medidas que en el Ayuntamiento acatan «desde el desacuerdo más absoluto».

«Pero, desde nuestras responsabilidades en el Gobierno de la ciudad, no podemos desatender las disposiciones del Govern», y ha añadido que seguirán la ceremonia por televisión para unirse en solidaridad con las víctimas. El partido Units per Avançar, al que pertenece Batlle, sí enviará un representante al funeral de este domingo en la Sagrada Familia: será su secretario general, Ramon Espadaler, han informado fuentes de la formación.

Espadaler irá también en representación del grupo parlamentario PSC-Units en el Parlament, por delegación del portavoz del grupo y primer secretario del PSC, Miquel Iceta, según las mismas fuentes.

En un comunicado este domingo, el Arzobispado de Barcelona ha lamentado la «injusta y discriminatoria» limitación a diez personas en los actos religiosos, y ha reiterado que en sus ceremonias cumplen con todas las medidas higiénicas para evitar contagios.

Por ello, ha anunciado que en los próximos días emprenderán acciones legales contra «la arbitrariedad y la indefensión que sufren el derecho a la libertad religiosa y la libertad de culto». «Ante esta situación, pedimos a las personas que quieran participar presencialmente en la celebración de la Misa que consideren la conveniencia de asistir o participar» telemáticamente, por 8TV, 13TV y Ràdio Estel.

Con todo, está previsto que el cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, presida la misa funeral a pesar de que el Procicat no dio la autorización al acto por superar las diez personas previstas. A la ceremonia podrán asistir de forma presencial los familiares de los difuntos, los representantes de los sectores de la alimentación, de las residencias de ancianos, de los tanatorios, de los cementerios, periodistas, vendedores de prensa, hoteleros, entidades caritativas y autoridades políticas.

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