Barcelona repone la foto del Rey en el salón de plenos, tras la obligación del Supremo

La alcaldesa Ada Colau elige una mascarilla con los colores de la bandera republicana el día en el que el retrato del jefe del Estado vuelve al Ayuntamiento

Colau, presidiendo el pleno con la mascarilla republicana, con la imagen del Rey colgada en un lateral del salón de plenos Adrián Quiroga | Vídeo: EP

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Último pleno municipal del curso político en Barcelona y primero, después de seis años, en el que la figura del Rey vuelve a estar presente en el salón de plenos, como dicta la ley. Tras la reciente ratificación del Tribunal Supremo (TS) que obliga a contar con la imagen del jefe de Estado, el retrato de Felipe VI ha vuelto al salón, justo el mismo día en que se cumplen seis años de la controvertida retirada del busto de Juan Carlos I que el gobierno liderado por Ada Colau retiró poco después de entrar en el Ayuntamiento.

Colau ha preparado para la ocasión una escenografía para nada improvisada. La alcaldesa ha aparecido en el salón de plenos con una mascarilla con los colores de la bandera republicana y ha evitado entrar por la puerta en la que está colocado el retrato, quizás para esquivar la imagen de su entrada pasando por delante de la fotografía del monarca.

Antes de arrancar la sesión ordinaria, además, se ha querido referir a la cuestión. Ha dejado claro que la imagen se restituía "por imperativo legal" y se ha mostrado "orgullosa" de haber abierto el debate sobre la simbología de la monarquía en el Consistorio, "igual que estamos orgullosos de la retirada del busto de Juan Carlos I". "Dijimos que seguiríamos las indicaciones de los servicios jurídicos. Más allá de las ideas, nosotros nunca comprometeremos la institución y mucho menos los funcionarios públicos de esta casa", ha añadido.

En este sentido, Colau ha argumentado que su mascarilla no tenía nada que ver con la reposición de la figura del Monarca, sino que se la ha puesto para responder a declaraciones de los líderes del PP de esta semana en las que, ha asegurado, se culpó al republicanismo de la Guerra Civil. Para acabar, la líder de los comunes ha dejado claro que la imagen se coloca "simplemente por imperativo legal y no por estima o reconocimiento del Monarca".

La imagen está colocada en un lugar visible como dice la ley, en la pared del salón de plenos, pero no está en un lugar central de la sal y tampoco tiene la mejor visión desde la presidencia del pleno, así como para parte de los ediles, a los que les queda en la espalda la foto. Está enmarcada y tiene el tamaño de un papel din-A4, cuando otros consistorios optan por una imagen más significativa. «Los servicios jurídicos han estado analizando la normativa» antes de tomar las pertinentes decisiones y recolocarlo, recuerdan a ABC fuentes municipales. El lugar para colocarlo ha sido elegido por la dirección de Patrimonio del Ayuntamiento.

La recolocación de este viernes no ha evitado que la oposición criticara, casi al unísono, al gobierno municipal. El portavoz de ERC, Jordi Coronas, ha acusado a la alcaldesa de hacer "hipocresía escenificadora" por "aceptar sin discutir, sin batallar contra la imposición" y también ha denunciado que haya permitido desde el inicio del presente mandato que otro concejal del consistorio, el popular Josep Bou, "se haya saltado la ley municipal " yendo a los plenos con un retrato del Rey.

En una línea similar, Ferran Mascarell (de Junts) ha considerado que el gobierno aceptaba de manera "demasiado cómoda" la obligación de poner la imagen. Además, la líder de Cs, Luz Guilarte, ha criticado el "show" de Colau y ha aprovechado la ocasión para exigir que la bandera española también esté presente en el salón de plenos. Por su parte, Bou ha destacado que "no hay ciudad europea importante que no tenga la imagen de su jefe de Estado presidiendo sus plenos".

Seis años de polémicas

La polémica nace a raíz de la retirada del busto de Juan Carlos I en julio de 2015, cuando este ya había dejado de ser el jefe de Estado. Poco después, el equipo de Colau impulsó una reforma del reglamento orgánico municipal (ROM) que explicitaba que los 41 concejales tienen la potestad de decidir y votar qué elementos simbólicos e institucionales están presentes de manera permanente en el salón de plenos.

La normativa fue recurrida por la Delegación del Gobierno, que reitera que estas directrices locales chocaban con la norma estatal, que obliga a tener la bandera española y una imagen del monarca de manera preferente en el espacio municipal. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) acabó anulando el ROM y ahora el TS lo ha ratificado .

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