Barcelona se enchufa este domingo a la eléctrica pública creada por Colau

El consistorio pone en marcha la empresa energética pública más grande del Estado y ofrece una energía de proximidad y 100% verde

Imagen del logo de la eléctrica, en la plaza Sant Jaume ABC

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Barcelona se conectará este domingo a su comercializadora pública de energía eléctrica. La que fue una de las promesas electorales de Ada Colau a su llegada al Ayuntamiento se pone en marcha bajo el nombre de Barcelona Energia (BE) tras más de un año de preparativos y se convierte así en la eléctrica 100% pública más grande de España , en un paso más de la cruzada del gobierno municipal en favor de la soberanía energética y contra las grandes eléctricas. El Ayuntamiento rompe así su histórico contrato con Endesa.

«La energía es un derecho básico, necesario para la vida, y por eso tiene que ser un derecho público garantizado», defendía esta semana la alcaldesa, que considera que hoy se inicia una «nueva etapa». Colau aprovecha la presentación de BE para instar a la Generalitat y al Gobierno a llevar a cabo este «cambio de paradigma» y a poder extenderlo a servicios como el agua o la vivienda, dos sectores en los que su gobierno ya está luchando para hacer efectiva una municipalización.

El nuevo operador nace a través de la empresa pública Tractament i Selecció de Residus, SA (TERSA) y supondrá de momento un ahorro para el Ayuntamiento de unos 710.000 euros en su factura de electricidad por el consumo energético municipal, desde edificios y equipamientos públicos hasta la iluminación de alumbrado o semáforos. Todos ellos, de manera progresivamente hasta llegar a 3.908 puntos del Ayuntamiento y 19 organismos municipales, pasarán a autoabastecerse con energía local y renovable, básicamente solar.

Venta a particulares, a partir de enero

Más adelante, BE también prevé externder su servicio a los ciudadanos y poner a la venta su energía a particulares, un paso que el consistorio calcula que podría ser una realidad el próximo enero, cuando se podría llegar a abastecer energéticamente a unas 20.000 viviendas de la capital catalana .

Paralelamente, el Área Metropolitana de Barcelona, AMB, ha iniciado ya los trámites para que la comercializadora pueda suministrar electricidad a los equipamientos metropolitanos .

El proyecto, que ya había sido puesto sobre la mesa por el exalcalde Xavier Tiras, tiró adelante con el apoyo de todos los grupos y la única excepción del PP en uno de sus puntos.

La comercializadora quiere ser, según fuentes municipales, un «instrumento de promoción y estímulo de la generación energética local y renovable (solar, biomasa o minieólica) tanto a nivel de equipamientos municipales (autogeneración-autoconsumo) como también para el ciudadano de Barcelona». «La intención es evitar la inestabilidad de precios del sector que estos años han hecho tanto daño al sector», defendió hace unos meses el concejal de Energía, Eloi Badia.

La oposición, que apoyó la puesta en marcha de la eléctrica en el pleno municipal, ha aplaudido la medida pero ha exigido a Colau el máximo rigor a l (todos votaron a favor excepto el PP que se abstuvo) a hora de operar con la eléctrica. El PP argumentó su abstención porque duda de si la comercializadora podrá garantizar una bajada de la factura eléctrica y a la vez combatir la pobreza energética.

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