Barcelona quiere vetar las concentraciones de grupos violentos de extrema derecha
El consistorio aprueba la condena las agresiones a los independentistas con el rechazo de Cs, PSC y PP, que reprochan que la medida se centra solo en los ataques a determinados colectivos
El Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado hoy en una comisión extraordinaria una proposición que insta a "no otorgar permisos para celebrar manifestaciones y concentraciones a grupos de extrema derecha en los que se ha visto en múltiples convocatorias que acaban con agresiones a vecinos de la ciudad". La propuesta llega tras la polémica por la tensión vivida el pasado 27 de mayo a las puertas del consistorio.
La proposición, que ha sido presentada por el PDECat, ERC y la CUP, pretende así desarrollar las medidas necesarias de seguridad y orden público para evitar acciones violentas de este tipo de colectivos en la vía pública. Entre otros aspectos, se pretenden extremar las precauciones al otorgar permisos y revisar "escrupulosamente" las solicitudes recibidas Estas peticiones son gestionadas por los Mossos d'Esquadra, que son los que tienen la última palabra sobre las manifestaciones.
En esta misma línea, la declaración de grupo pide al Parlamento de Cataluña y al propio Ayuntamiento que se realicen "todas las acciones que estén a su abasto para denunciar" casos como los del pasado 27 ante la Fiscalía y otras instituciones. La medida, sin embargo, va más allá y exige "condenar todas las agresiones violentas que se han producido desde el 8 de septiembre en nuestro país contra un movimiento democrático y no violento".
«Condena a todo tipo de violencia»
La medida ha indignado ha los grupos no independentistas, que han lamentado que la proposición se centre solo en los ataques a determinados colectivos . Tanto Cs como PSC y PP dejaron claro que sus formaciones condenan todo tipo de violencia, sea de derechas o de izquierdas.
"Los que aprueban esta proposición son los que han fracturado la sociedad y buscan el desafío constante", ha asegurado Carina Mejías, que ha recordado el boicot a un acto de Cervantes en la Universidad de Barcelona , que el Ayuntamiento no ha condenado.
En una línea similar, Carmen Andrés (PSC) ha reprochado que la proposición aprobada "defiende unos intereses concretos y no es una condena a las actitudes radicales en general".
El concejal del PP, Javier Mulleras, ha añadido que es erróneo generalizar estos actos violentos, porque "es una minoría la que es agresiva" y ha lamentado que no se condenen episodios como el de la UB con Cervantes o las quemas de fotos al Rey.
«Agresiones por llevar el lazo amarillo»
Las formaciones independentistas han aprovechado la ocasión para clamar contra las agresiones a sus afines. El concejal republicano Jordi Coronas ha denunciado que "hay incidentes diariamente contra personas que llevan el lazo amarillo o por manifestarse en la calle".
Desde el PDECat, Jordi Martí ha exigido que el gobierno municipal, fuerzas policiales y otras instituciones "tomen medidas para garantizar la libertad de expresión, la protección de la ciudadanía y para que pongan fin a la impunidad de las minorías extremistas".
Maria Rovira, de la CUP, ha lamentado que en Barcelona "los grupos de extrema derecha actúan con impunidad" y recordó que acciones como la del diputado de Cs en el Parlamento, Carlos Carrizosa, cuando retiró los lazos amarillos de los escaños vacíos llegan a legitimar este tipo de agresiones.
Por parte del consistorio, el edil Jaume Asens ha instado al Govern a abrir un informe para analizar si hubo irregularidades en la convocatoria de la manifestación del pasado 27-M.
