Muchos de los menores afectados por enterovirus ingresaron en el Hospital Joan XXIII de Tarragona
Muchos de los menores afectados por enterovirus ingresaron en el Hospital Joan XXIII de Tarragona - ABC

Tarragona, foco de los casos de enterovirus, no tiene UCI pediátrica

En toda la provincia solo hay una «cama para estabilizar» a los niños más graves, que después son trasladados a hospitales de Barcelona

BARCELONA Actualizado: Guardar
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La crisis desatada por el brote de enterovirus en Cataluña ha puesto en evidencia el déficit en infraestructuras sanitarias que tienen algunas demarcaciones catalanas. La de Tarragona, que ya fue noticia en enero de 2015 al morir un paciente por estar cerrada la Unidad de Hemodinamia del Hospital Joan XXIII, en la capital, vuelve ahora a ser el foco mediático al concentrar muchos de los casos registrados enterovirus y, supuestamente, el primero y más grave, que le costó la vida en marzo a una niña en el Hospital Sant Joan de Reus.

Aunque la consejería de Salut, que centraliza la información sobre este asunto, no ha querido detallar cuántos casos de enterovirus se han diagnosticado en estos meses en tierras tarraconenses, sí ha trascendido que casi la mitad del total de infecciones podrían estar en esta provincia.

«El jueves, había 18 menores infectados por el virus en Tarragona del total de 48 casos registrados en el conjunto de Cataluña, eso es casi la mitad», precisaron a ABC fuentes sindicales. Eran las cifras que manejaba la Generalitat en ese momento. Ahora, fuentes hospitalarias consultadas por este diario hablan de una cuarentena de casos, aunque la Generalitat sigue sin confirmar este extremo.

Sin urgencias pediátricas desde 2001

A raíz de la infección, y tras los numerosos casos declarados en esta provincia, sindicatos, políticos y agentes del sector sanitario han vuelto a levantar la voz para hacer una reivindicación histórica: que haya una UCI pediátrica en esta demarcación, que lleva sin esta instalación desde el año 2001, en que se cerraron los Cuidados Intensivos pediátricos del Hospital Joan XXIII, hospital de referencia. Fuentes de este hospital confirmaron ayer a ABC que no hay ninguna unidad de estas características en toda Tarragona, provincia con más de 6.000 kilómetros de extensión- «Solo disponemos de una cama para estabilizar a los niños con cuadros más graves que después trasladamos a Barcelona», precisaron. Según ha podido saber este diario cada año se derivan a Barcelona unos 400 menores afectados por patologías más graves. «Con crisis como la actual esta cifra se dispara», aseguran los sindicatos.

21 niños siguen hospitalizados

Un total de 21 niños permanecen hospitalizados en Cataluña, 17 en planta y cuatro en Unidades de Cuidados Intensivos, a causa de afectaciones neurológicas causadas por un enterovirus, aunque todos evolucionan satisfactoriamente. Según informó ayer el subdirector del Servicio Catalán de la Salud, Josep Maria Argimon, y el jefe de Pediatría del Hospital Vall d’Hebron, Carlos Rodrigo, desde el pasado viernes han sido dados de alta ocho de los menores hospitalizados y no se ha producido ningún ingreso más. «Los casos de la UCI se mantienen estables o están mejorando», aseguró Argimón, que vaticinó que los cuatro menores «saldrán pronto» de la unidad de cuidados intensivos. Un total de 60 casos se han registrado hasta ahora en Cataluña por este enterovirus, uno de cuyos tipos, el más grave, ha causado una tetraplegia en una niña, informa Efe.

Casos en otras comunidades

Por otra parte, tal y como apuntó Argimon, muchos hospitales españoles que han detectado casos similares a los producidos en Cataluña se han puesto en contacto con el Hospital de la Vall d’Hebron y el Hospital de Sant Pau para informarse sobre el protocolo que se está siguiendo en los centros de salud catalanes y reproducirlo. Sobre la niña que falleció en Reus hace unas semanas, los médicos forenses no han logrado aislar el virus, aunque Argimon reconoció que «los síntomas que sufría eran muy parecidos al brote del que estamos hablando, pero el virus agente causal no lo hemos podido aislar ni podremos».

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