Sergi Doria - SPECTATOR IN BARCINO

Historias de la Cataluña ignorada

Del prodigioso alcalde Rius i Taulet de 1888 a la esplendorosa llama del 1992 por la combustión virtuosa del socialista Pasqual Maragall y el franquista Juan Antonio Samaranch

Pascual Maragall, entonces alcalde de Barcelona, y Juan Antonio Samaranch ABC

Sergi Doria

A quienes son ajenos al mundo de la edición tal vez no les suene el nombre de Paco Porrúa . En este año de aniversarios, se cumple el centenario de este editor y traductor nacido en la coruñesa Corcubión y emigrado a Argentina. Creador del sello de ciencia ficción Minotauro conoció en Buenos Aires a Antonio López Llausàs , catalán exiliado y propietario, en los años veinte y treinta, de la librería y editorial Catalònia . Fundador de la editorial Sudamericana en 1946, López Llausàs se interesó por Minotauro y fichó a Porrúa como asesor y traductor. Elevado luego a director editorial, le debemos tesoros como la 'Rayuela' de Julio Cortázar y los 'Cien años de soledad' de García Márquez.

En los años cincuenta Sudamericana se ramificó en Barcelona con Edhasa que conmemora su 75 aniversario bajo la sabia dirección de Daniel Fernández.

Porrúa se incorporó a Edhasa en 1977 huyendo del golpe militar de Videla. Un día recibió el voluminoso manuscrito que remitía un quinceañero Carlos Ruiz Zafón . Se titulaba 'El laberinto de los arlequines': 600 páginas de góticos misterios victorianos.

Al descubridor de medio boom latinoamericano, editor de Bradbury y Tolkien aquella historia no le dejó indiferente. Citó al Ruiz Zafón en su despacho: «Era un señor que respiraba sabiduría. Le hice gracia y me empezó a dar consejos, me dijo que no tuviera prisa y que escribiera como creía que debía hacerlo. Resultó un contacto muy estimulante, me transmitió la impresión de que había cosas buenas en el mundo literario…» Así se lo contó el autor de 'La sombra del viento' a Sergio Vila-Sanjuán en el capítulo que cierra 'Semblanzas catalanas' (Cátedra), volumen coral coordinado por Ricardo García Cárcel y María Ángeles Pérez Samper: «Una treintena de personajes históricos, todos ellos unidos por la condición de nacidos en Cataluña o muy próximos al ámbito catalán, que vivieron, gozaron o sufrieron momentos históricos muy diferentes y que tomaron decisiones distintas respecto a la problemática de sus respectivos escenarios históricos. Catalanes y catalanas que tuvieron ocasión de proyectar sus propias vivencias más allá del ombligo patrio».

Rosa María Alabrús Iglesias, Daniel Arasa, José Luis Betrán, Màrius Carol, José Manuel Cuenca Toribio, Miquel Escudero, Mariela Fargas Peñarrocha, Antonio Fernández Luzón, Ricardo García Cárcel, Marcelino Jiménez León, María Teresa Martínez de Sas, Francisco Martínez Hoyos, Federico Martínez Roda, Carlos Martínez Shaw, Vera Cruz Miranda Menacho, Pere Molas, Andreu Navarra, Javier Paniagua, María Ángeles Pérez Samper, Daniel Rubio Ruiz, Pilar Sarrias de Ros, Gabriel Tortella, Óscar Uceda y Sergio Vila-Sanjuán y quien firma esta crónica nos hemos ocupado de catalanes y episodios históricos conocidos y no tan conocidos.

Como el papel de Cataluña en la proyección hispánica de la Compañía de Jesús. Rosa María Alabrús documenta cuando un herido Ignacio de Loyola estuvo en Montserrat, Manresa y Barcelona: contó con el apoyo de damas de la nobleza como Estefanía de Requesens, Isabel de Josa o Aldonça Terré de Cardona.

Catalanes de los agitados siglos XVII y XVIII: Narcís Feliu de la Penya. El autor de 'Fénix de Cataluña', señala Martínez Shaw, «nunca abogó por una solución que fuera exclusiva para Cataluña, sino que siempre tuvo en cuenta el marco de la monarquía hispánica, en el que se insertaba el Principado». Víctimas de ambos bandos como Pau Ignasi de Dalmases y Ros : «Fue sometido al ostracismo absoluto por parte de las autoridades borbónicas, al considerar que había luchado en la resistencia a Felipe V, y también por los propios catalanes, que lo veían como miembro de una familia que se había declarado contraria a la guerra contra Felipe V», apunta Pilar Sarrias.

Gallifa y Pou, patriotas españoles contra Napoleón . Lázaro de Dou, catalán de la Constitución de Cádiz. Eclesiásticos: del padre Claret en la corte de Isabel II a los cardenales del 36: Vidal i Barraquer en el bando republicano; Gomá y Pla Deniel en el franquista; dos tortosinos enfrentados: Marcelino Domingo y el carlista Joaquín Bau rescatados del olvido por Daniel Arasa; anarcosindicalistas reacios al cuento nacionalista: Seguí, Peiró, Pestaña, Federica Montseny…

Sagas familiares que explican Barcelona : los Güell y los Godó. Ors, Díaz Plaja, Vicens Vives. Panikkar y Pániker. Sardà, Beltrán y Estapé hacedores de las clases medias españolas…

Del prodigioso alcalde Rius i Taulet de 1888 a la esplendorosa llama del 1992 por la combustión virtuosa del socialista Pasqual Maragall y el franquista Juan Antonio Samaranch : al padre de este cronista le cupo el honor de activar la llama del pebetero: «Había de ser una combustión impura (color fuego), si hubiera sido pura, la llama azul del gas natural no se hubiera podido distinguir en la oscuridad», me explicó. Toda una metáfora de la concordia.

Moraleja: «Se puede ser catalán y español sin contradicciones, sin tener que elegir, sin renunciar a nada».

No renuncien a estas 'Semblanzas catalanas'. Se acerca Sant Jordi .

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