Pere Navarro quiere reactivar la Torre Espiral de Zaha Hadid en Barcelona

El proyecto quedó congelado en 2011, después de que el entonces alcalde Jordi Hereu y la arquitecta iraní colocasen la primera piedra en 2009

Recreación del edificio que Hadid proyectó en la zona del Fòrum de Barcelona ABC

Efe

El delegado especial del Estado en el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB), Pere Navarro, ha asegurado hoy que le gustaría reactivar la construcción de la Torre Espiral que proyectó para Barcelona la arquitecta iraní Zaha Hadid, que en 2004 fue la primera mujer en obtener un premio Pritzker.

«Tenemos una cosa pendiente en la sala de maquetas del consorcio. Hay un magnífico edificio, que solo es una maqueta, de la arquitecta Zaha Hadid que algún día tendríamos que hacer realidad porque es una maravilla de edificio. Por lo tanto, éste es uno de los objetivos que intentaremos sacar adelante desde el consorcio», ha señalado durante el desayuno informativo «Foro Europa. Tribuna Catalunya».

En julio de 2009, la prestigiosa arquitecta y el entonces alcalde de la ciudad Jordi Hereu pusieron la primera piedra del que debía ser uno de los edificios de oficinas más singulares de la capital catalana. Con la Torre Espiral, Zaha Hadid iba a dejar su huella en la zona del Fòrum de Barcelona, que ya cuenta con obras de otros prohombres de la arquitectura contemporánea como el edificio de Jacques Herzog y Pierre de Meuron.

Sin embargo, con la llegada de la crisis económica, en 2011 el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, que era quien pagaba el edificio, decidió congelar el proyecto, que nunca más se ha reanudado.

En declaraciones a Efe, Navarro ha precisado que la voluntad que ha expresado durante la conferencia no es más que eso, un deseo, ya que en la actualidad no existe ningún plan para reactivar las obras. En este sentido, ha asegurado que como presidente del CZFB estaría dispuesto a escuchar y colaborar con cualquier promotor que quisiera sacar adelante la Torre Espiral.

Hadid concibió ese edificio como un movimiento en espiral -de ahí el nombre- y esto se concreta con una estructura en la que se superponen los volúmenes, con numerosas zonas abiertas y un interior muy luminoso.

El valor arquitectónico de la Torre Espiral, incuestionable desde el primer momento, es si cabe hoy más grande, dado que Hadid murió de forma repentina en 2016 y se trataría de una obra póstuma. Algo similar ya sucedió en Nueva York, que en 2017 inauguró en el High Line uno de los últimos edificios que diseñó la arquitecta antes de fallecer.

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