La menor de Igualada, sin recuerdo de la violación: «No puedo dormir, tengo dolores constantes en la cabeza y cambios repentinos de humor»
La víctima de la brutal agresión declara ante el juez que vive con pánico. Despertó en el hospital diez días después del ataque
Así 'cazaron' los Mossos al violador de Igualada
La brutal agresión a una menor en Igualada (Barcelona) se perpetró la madrugada del 1 de noviembre. Fue un camionero el que la encontró incosciente, malherida y desnuda en un descampado del polígono de Les Comes. Fue 10 días después cuando la víctima despertó en el Hospital Sant Joan de Déu, sin saber dónde estaba, ni qué había ocurrido. Así lo ha relatado este martes en su declaración ante el titular del Juzgado de Instrucción 4 del municipio.
Según ha detallado a ABC su abogado, Jorge Albertini, la menor « no recuerda nada de la violación ». La única pregunta que él le ha formulado ha sido la relativa a las secuelas que sufre. «No puedo dormir, tengo dolores constantes en la cabeza, y cambios de humor repentinos», ha explicado ella desde otro juzgado, donde se ha practicado la prueba preconstituida. Es decir, con esta declaración ya no tendrá que volver a explicarse durante el juicio, para evitar la llamada revictimización.
La menor fue sometida a cinco intervenciones quirúrgicas por el brutal ataque. Perdió gran parte del oído izquierdo -que ahora recupera poco a poco gracias a un tratamiento, precisa el letrado- y también le practicaron una ileostomía -una abertura en la pared abdominal- para extirparle una parte del intestino delgado. Su atacante la agredió con una barra de hierro.
Encerrada en casa
Tras la detención y posterior entrada en prisión del sospechoso , Brian Raimundo C.M. , la joven, ha explicado, volvió a salir a la calle. Hasta entonces, permaneció encerrada en su casa, con pánico. A pesar de que está encausado, no solo por la agresión sexual, sino también por tentativa de homicidio, el individuo, de 21 años, se ha mantenido «impretérrito» al escuchar el relato de la víctima, de 16 años.
«No ha mostrado ningún signo de arrepentimiento o remordimiento», ha precisado Albertini. Por su parte, la defensa de Brian Raimundo ha planteado una sola pregunta a la menor: con quién salió de la discoteca Épic de Igualada la noche del ataque. Ésta ha precisado que con un amigo.
Cabe recordar que la investigación de los Mossos d'Esquadra , que arrestaron al presunto violador a finales de abril, permite situarlo en el lugar de los hechos, y es que varias cámaras de seguridad de la zona captaron como el hombre seguía a la víctima por el polígono. A este indicio se une uno más relevante: el ADN de la víctima en la chaqueta que el sospechoso llevaba puesta la noche del ataque .
Sangre de la víctima en la chaqueta
Según consta en el informe pericial, al que ha tenido acceso este diario, «se han localizado hasta 12 muestras de sangre de la menor en dicha prenda de abrigo». Por lo que, apunta la acusación particular, la falta de recuerdo de la menor, no será un inconveniente para demostrar la autoría del acusado, para el que Albertini plantea pedir una pena de entre 20 y 30 años de prisión.
Semanas atrás declaró ante el juez Luis Miguel de Frutos Useros la última pareja de Brian Raimundo. Ésta indicó que el individuo la había agredido y golpeado. Por este motivo, el abogado de la familia de la víctima ha reclamado deducir testimonio. Es decir, abrir una nueva investigación para determinar si el acusado cometió un delito.
Prisión provisional
El sospechoso, de 21 años y nacionalidad boliviana, se encuentra en prisión provisional desde el pasado 23 de abril, pero su abogado ha reclamado su puesto en libertad, por este motivo, se celebrará una vista este viernes en la Audiencia de Barcelona.
Cabe recordar que el hombre intentó agredir sexualmente a su hermana de siete años en 2014. Su madre lo denunció cinco años después, y el Juzgado de Menores de Gerona le impuso, ya en 2020, un año de internamiento por un delito de agresión sexual en grado de tentativa .
Al carecer de antecedentes, el mismo juzgado suspendió la pena -durante 48 meses- a condición de que el individuo, en libertad vigilada, se sometiese a un tratamiento psiquiátrico y a otro de desintoxicación, además de cumplir una orden de alejamiento de la víctima.
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