Macrobotellón en Barcelona: «Iban preparados para pelearse y destrozarlo todo»

Unos 40 heridos, 13 de ellos por arma blanca, una veintena de detenidos, agentes lesionados, coches de la Guardia Urbana destrozados y comercios saqueados. Este ha sido el balance del macrobotellón que congregó a unas 40.000 personas en la plaza de España de Barcelona esta pasada madrugada. La capital catana se enfrentaba a su prueba de fuego contra las concentraciones masivas durante su fiesta mayor, la Mercè . Y, a pesar de que el viernes las aglomeraciones se saldaron sin incidentes, lo sucedido esta noche, en palabras de la alcaldesa Ada Colau, ha sido «un problema de orden público». También sindicatos policiales han condenado lo ocurrido y recuerdan que ya advirtieron de que podía ocurrir. « Iban preparados para pelearse y destrozarlo todo . No ha sido una casualidad, son acciones premeditadas por un grupo de personas», explica a ABC Jordi Rodríguez, agente de la Urbana y portavoz del sindicato Sapol.

«Es impensable que en una fiesta normal ocurra lo que pasó anoche. Se tenían que haber tomado medidas desde el principio. Todo comenzó tras una pelea por arma blanca, pero eso fue una excusa. Hay varios heridos por arma blanca, ¿ quién va a una fiesta con una navaja ?», cuestiona Rodríguez, que explica que algunos vándalos prendieron fuego a dos vehículos policiales e intentaron entrar en la comisaría de Sants-Montjüic.

«Hemos avisado desde hace días. Ayer cerraron la estación de metro de plaza de España por la cantidad de altercados que había y la policía ya estaba desbordada. Lo sabían -en referencia a los dirigentes políticos- y no han hecho nada», lamentan vigilantes de seguridad de ADN Sindical. También desde los Mossos d'Esquadra , Toni Castejón, sostiene que la permisividad generalizada con los botellones hará muy difícil atajar la problemática a corto plazo. "No son hechos aislados -como aseguró el consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, la pasada semana-. Nadie actúa, nadie hace nada, y hoy hay 13 apuñalados", lamenta.

La pasada noche ya había efectivos de orden público en los alrededores de la plaza de España, epicentro de la concentración masiva y los posteriores altercados. "Pero no los suficientes para actuar", puntualiza Castejón, portavoz de Fepol. "Contra 15.000 personas no se puede actuar, pero si hay un grupo minoritario que ataca una comisaría, sí hay que intervenir", subraya, tras criticar que no existe un dispositivo de prevención que evite estos altercados.

Desde los sindicatos policiales advierten de que la situación está descontrolada. "Con los apuñalados de la pasada noche -tres en estado grave- nos llevamos las manos a la cabeza, pero llevamos mucho tiempo avisando", señala Castejón. "Buscar una solución de una día para otro, cuando el problema se ha hecho tan grande, será complicado", prosigue, y aboga por actuar antes de que las concentraciones deriven en disturbios: "Mojar playas, cerrar Montjüic, un trabajo previo que ahora no existe".

Además, los agentes recuerdan que la cara b de los macrobotellones es la delincuencia asociada. "Personas que aprovechan la concentración para robar, saquear, en definitiva, delinquir", señala el portavoz de Fepol.