Referéndum del 1-O

Domicilios particulares y una red clandestina para esconder y distribuir las urnas

El material se almacenó en un pueblo del sur de Francia, de allí pasó a Barcelona para luego ser recogido por un activista de cada municipio que lo escondió en su domicilio

EFE Momento en el que en un colegio de Barcelona se desprecintaba una de las urnas para el recuento

À. G.

Ha sido con probabilidad el gran triunfo logístico del independentismo: burlar a la Policía Nacional, a la Guardia Civil y a sus servicios de inteligencia, para comprar, esconder y distribuir las 6.000 urnas con las que ayer se celebró el referéndum ilegal organizado por la Generalitat.

Durante semanas, la rumorología se extendió: desde quienes sostenían que las urnas estaban escondidas en una nave en el polígono de la Zona Franca, a quienes las ubicaban en Andorra. Según ha trascendido, unas 10.000 urnas adquridas desde Francia al fabricante chino Smart Dragon Ballot Expert fueron depositadas en un pueblo del sur francés, desde donde fueron distribuidas primero a un polígono de Barcelona, y luego, de manera capilar, a cada centro de votación.

Organizados en red, con un responsable por cada población, activistas tanto de los partidos como de las entidades independentistas , se hicieron responsables de ir a recoger, esconder y luego llevar las urnas a cada centro de votación.

Emulando las organizaciones clandestinas , en las que cada integrante no sabe más del conjunto de la organización que su superior en el organigrama, la red prescindió de las comunicaciones por teléfono móvil en todo lo posible, incluso por WhatsApp, por temor a las escuchas, según el relato que han hecho La Vanguardia y Ara.

Las órdenes se daban en persona, o con móviles prepago, usando constraseñas del tipo: "Tengo el tupperware, ¿dónde quedamos?". Otro tanto sucedía con las papeletas y los sobres. Escondidas en los maleteros de los vehículos, las urnas y el material se trasladaron de manera capilar a los distintos municipios, en su mayor parte a domicilios particulares. De ahí, resguardadas hasta la madrugada del domingo, en que fueron repartidas a los centros electorales.

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