Cáritas de Barcelona, 75 años sin decir «no»

La ONG eclesial reivindica su función de «ayuda y denuncia» siempre al lado de los más desfavorecidos

Voluntarios de Cáritas atendiendo un comedor social INÉS BAUCELLS

Miquel Vera

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Cáritas Diocesana de Barcelona cumple esta semana 75 años acompañando a los más necesitados. No en vano, la barcelonesa fue una de las primeras Cáritas que se puso en marcha en el conjunto de España. Aquí, la entidad eclesial nació en enero de 1944 de la mano del Arzobispo Mons. Gregorio Modrego con el nombre de «Secretariado General Diocesano de Beneficencia» . Desde su puesta en marcha, el objetivo de esta organización ligada a la Pastoral Social de la Iglesia fue unificar las obras benéficas que hacía el clero en un momento de posguerra en que había que ayudar a la población a cubrir sus necesidades básicas.

Según explica a ABC el director de la entidad, Salvador Busquets , una de las primeras acciones –a menudo desconocida– que realizó la ONG fue la asesoría jurídica. Este servicio sigue activo a día de hoy y ofrece apoyo legal ante todo tipo de problemáticas sociales y laborales. Sin embargo, en sus orígenes esta sección tenía como principal misión ayudar a muchos padres a registrar a sus bebés nacidos durante la guerra.

«Aprovechamos estos días para mirar hacia atrás, agradecer el trabajo hecho y hacernos conscientes de cómo ha cambiado nuestra labor», apunta Busquets antes de invitar a aquellos que quieran unirse al aniversario a participar en la misa que tendrá lugar en la Sagrada Familia este domingo por la tarde. En cualquier caso, el templo de Gaudí se quedaría pequeño si quisiera acoger a todos aquellos que ha atendido la entidad a lo largo de su andadura.

En estos 75 años, Cáritas ha atendido alrededor de 1,5 millones de personas. Solo en 2017, más de 20.000 personas recibieron el apoyo de Cáritas, un cuerpo vivo y activo que se mueve con agilidad gracias a sus 160 empleados y a sus casi 2.500 voluntarios . Sin embargo, más allá de socorrer las necesidades más urgentes (la ONG ayuda a pagar facturas, reparte alimentos, acompaña a enfermos y hasta evita desahucios gracias a sus servicios de mediación financiera) también tiene una importante labor de denuncia.

«El acompañamiento a las personas no tiene sentido si no se complementa con la transformación de las condiciones de vida», resalta Busquets. En este sentido, destacan los informes sobre los nuevos rostros de la pobreza que realiza Cáritas con una voz firme y conocedora de las necesidades de las «periferias» de la sociedad barcelonesa. Entre otras cuestiones la ONG ha alertado sobre problemas como la precariedad laboral o el acceso a una vivienda digna. Estas acciones cuentan con el apoyo activo del Cardenal-Arzobispo de Barcelona, Juan José Omella , quien en su carta a los feligreses de hoy resalta el papel de la ONG a la hora de «promover, orientar y coordinar» la acción social de la Iglesia mientras denuncia situaciones de injusticia social. «Dejémonos evangelizar por los pobres», pide Omella.

Coordinación para el futuro

En cuanto a los retos que se plantea Cáritas de Barcelona «de cara a los próximos 75 años» la entidad resalta la necesidad de trabajar coordinadamente con más organizaciones, eclesiales y civiles, para hacer frente a una realidad «cada vez más compleja». En este sentido, Busquets resalta la importancia de impulsar una Cáritas catalana fuerte que pueda dialogar cara a cara con las administraciones. «Cada vez resulta más difícil que una sola entidad pueda enfrentar las problemáticas actuales» , resume el responsable antes de apuntar, que pase lo que pase en los próximos año, la ONG seguirá teniendo por bandera su lema más emblemático: «Un ‘no’ para nadie».

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