La Cámara de Comercio de Barcelona culmina su giro secesionista

La institución limita el peso de las grandes empresas y elimina los símbolos monárquicos en su escudo

El independentismo se hace con el control de la Cámara de Comercio de Barcelona

Mònica Roca, en una imagen reciente Ep

A. Cabeza

Enésimo guiño de la Cámara de Comercio de Barcelona al soberanismo. Liderada desde 2019 por una candidatura abiertamente independentista, la institución ha votado durante su pleno mensual una declaración de apoyo y reconocimiento al fantasmal Consell per la República y a su impulsor, el fugado Carles Puigdemont . La Cámara, una de las piezas que pudo cobrarse la Asamblea Nacional Catalana en su intento de hacerse con el control de grupos y entidades, quiere con la declaración destacar su apoyo al proceso independentista, remarcaron a ABC fuentes de la dirección.

La Cámara comenzó también el procedimiento para modificar sus estatutos con objeto de limitar las conocidas como « sillas de plata », de modo que los 14 puestos, en un pleno de 60, que se reservan a las grandes empresas se pase únicamente a dos.

Se trata, según la presidenta de la Cámara, de corregir una «anomalía democrática», un proceso que se lleva a cabo en paralelo a la deserción de algunas de las grandes corporaciones, que ya renunciaron a sus puestos ante el giro secesionista de la institución. Fue el caso de Naturgy, Catalonia Hotels y Abertis . La Cámara aprobó también cambiar su escudo para eliminar alusiones monárquicas.

Dudas sobre el proceso electoral de las Cámaras

Paralelamente a la sesión plenaria, la Cámara es noticia este miércoles porque el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha confirmado hoy la nulidad del decreto del Govern que regula los últimos comicios que se celebraron en las siete cámaras de comercio catalana. El departamento de Empresa de la Generalitat había recurrido una sentencia de 2020 del mismo Tribunal que confirmó que la Generalitat había omitido la participación ciudadana cuando elaboró el decreto electoral, algo que limita los derechos de los ciudadanos ante estos procedimientos.

Desde la Cámara aseguran que la interlocutoria, que todavía no han recibido formalmente, no afecta al funcionamiento ordinario de la institución, es decir ni sus actividades ni el propio pleno de este miércoles. Las próximas elecciones en la Cámara tienen que ser en mayo de 2023.

Frente a eso, la compañía Staff Pavillon, quien interpuso el recurso, cree que la sentencia «afecta directamente» las elecciones de la cámara barcelonesa y por tanto la constitución del pleno de las cámaras y que, por todo ello, el único acuerdo que tendría sentido tomar ahora «es la disolución de las cámaras y la convocatoria inmediata de nuevas elecciones».

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