Vuelta a la 'normalidad' en las Cortes: PP y Ciudadanos se reconcilian y el PSOE embarra el pleno
Los socios de Gobierno logran el apoyo de UPL y Por Ávila a su PNL sobre la reforma de la Atención Primaria
Las Cortes de Castilla y León también quisieron ayer recuperar la «normalidad» y seguir el guión habitual. Habían pasado quince días desde que estalló la crisis en el seno del Gobierno de coalición (PP-Cs) tras el apoyo de los populares a una iniciativa del PSOE en la que se pedía expresamente la retirada de la reforma sanitaria , impulsada por la consejera de Sanidad, Verónica Casado, y el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea. Sin embargo, las piezas han vuelto a encajar y cada uno actuó según el papel que venían desempeñando hasta el pleno anterior: PP y Cs, juntos en la defensa de un mismo plan sanitario, y los socialistas, en su papel de dura oposición y con espectáculo sonoro incluido. Así, las primeros sacaron adelante su proposición conjunta y los segundos confirmaron que no hay posibilidades de acuerdo.
Pateo a Casado
El detonante de la bronca fueron las palabras del procurador del PSOE, Diego Moreno , al advertir a los partidos que sustentan la Junta de que «no pueden presentar una enmienda a la totalidad a la política sanitaria sin cesar a su consejera». La afirmación molestó a una Verónica Casado visiblemente enojada -actitud poco habitual en ella- que se dirigió a los socialistas para aludir a la dignidad política. Su actitud fue contestada por la bancada de Luis Tudanca que coreó la palabra «dimisión», acompañada de algún que otro pateo . El presidente de las Cortes tuvo que hacer reiteradas llamadas al orden, mientras el portavoz de Ciudadanos, David Castaño, y Francisco Igea, abandonaron su asiento para colocarse junto a Casado en un gesto de apoyo.
Ni el portavoz socialista, ni el presidente de la Junta, asistieron al debate de una iniciativa que llegó al final de la mañana. La proposición no de ley, presentada por PP y Cs, instaba a la Junta a buscar el acuerdo de los grupos políticos y profesionales para reforzar la Atención Primaria. Al tiempo, se requerirá al Gobierno central a adoptar una serie de medidas que permitan aumentar el número de médicos y enfermeras. Populares y ‘naranjas’ pretendían así escenificar la reconciliación y hacer ver que las desavenencias entre ambos eran agua pasada. Al mismo tiempo, ofrecían -sin mucho convencimiento- una nueva oportunidad al PSOE para sumarse a las negociaciones en esa búsqueda del utópico pacto por la sanidad.
Debate tenso y bronco
Finalmente y tras un debate tenso y bronco, los impulsores de la PNL lograron que, al menos, no hubiera votos en contra pero, sobre todo, consiguieron sumar dos más, gracias a los procuradores de Por Ávila y la Unión del Pueblo Leonés . Y eso que ambos mostraron sus dudas sobre la iniciativa. «Es paradójico que traigan esta propuesta a las Cortes cuando son ustedes los que gobiernan», advirtió Pedro Pascual, quien pidió a los parlamentarios «dejar de lado los intereses partidistas y trabajar desde los consensos». El procurador leonés, Luis Mariano Santos, fue aún más duro en sus apreciaciones al señalar que la situación «es surrealista» y afirmar tajante que «no los creo y, a pesar de todo, soy capaz de aprobar esta carta a los Reyes Magos». Una misiva que, en todo caso, puede tener algo que ver -también en el caso de Pedro Pascual- con la negociación de los presupuestos de la Comunidad para los que PP y Cs necesitan al menos sumar un voto o tener dos abstenciones.
Por la abstención optaron los dos procuradores de Unidas Podemos , después de que Pablo Fernández denunciara el «espectáculo bochornoso» y pidiese al Gobierno de coalición que dejasen de «lanzarse los trastos a la cabeza o reconciliarse cuando en el fondo están de acuerdo en desmantelar la sanidad». También la procuradora de Vox, Fátima Pinacho, se abstuvo tras dejar claro que «no vamos a apoyar una declaración de intenciones que no llegará a ninguna parte». Así que sólo restaba por saber la posición que adoptaría el PSOE, que finalmente optó por la abstención, aunque ya hace días que ha dejado sobradamente demostrado que no está dispuesto a sentarse a negociar y que prefiere seguir dando la batalla. Así, el socialista Diego Moreno cuestionó lo que vale la palabra del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, que, a su juicio, sólo tiene de vigencia «lo que tarda Igea en llegar a un micrófono y desmentirle». Sobre el fondo de la PNL, apuntó que «les recuerda todo lo que no han hecho en 20 años», dijo en alusión al PP, y avisó de que «aquí no se fía; si quieren tener crédito, paguen antes lo que deben». Y puntualizó: «No nos cerramos al diálogo; sólo seleccionamos con quien y sobre qué dialogar». Moreno concluyó su intervención asegurando que la iniciativa «es una operación cosmética que no soluciona nada y el PSOE no va a participar en ella.
«Aparcar el ruido»
David Castaño fue el encargado de defender la PNL y de pedir que se apartase «el ruido malo de la patada hacia adelante y de quienes piensan más en el interés electoral». Defendió una iniciativa cuyo objetivo es «blindar la equidad en el acceso a la sanidad de todos los ciudadanos». El último en intervenir fue el portavoz del Grupo Popular, Raúl de la Hoz, quien cargó contra los socialistas: «Es desalentador verles que siguen en la misma estrategia irresponsable, insensata y falta de escrúpulos». Reconoció que con PP y Cs tienen diferencias, «también en sanidad, pero las resolvemos en una mesa con diálogo». «Ustedes no quieren y son incapaces de hacerlo. Son un cero a la izquierda de Castilla y León», concluyó.
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Los socialistas piden, a voces y pateando, la dimisión de la consejera de Sanidad
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