«Tras una situación crítica es bueno generar proyectos ilusionantes y este lo es»

El historiador leonés y columnista de ABC Salvador Rus Rufino se pone al frente de la organización del V Centenario de la revuelta comunera para desarrollar un programa conmemorativo que pretende destacar los valores de aquel episodio histórico y llevar la celebración hasta el «último rincón» de la Comunidad

El historiador leonés Salvador Rus Rufino HERAS

H. DÍAZ

El pasado jueves fue nombrado comisario del proyecto conmemorativo «El tiempo de la libertad. Comuneros. V Centenario» ¿Cuál será su trabajo?

La conmemoración tendrá tres eventos importantes. Uno de ellos será una exposición, en la que intentaremos traer las obras que hay en el Museo del Prado relativas a los comuneros, entre ellas el famoso cuadro del ajusticiamiento, además de otras piezas de la época que se están negociando con otros centros. Habrá también un congreso internacional académico y científico, que contará con investigadores nacionales e internacionales y para cuya celebración estamos pensando en la primera quincena de mayo de 2021; y luego se está trabajando en la elaboración de un documental y la composición de una ópera para ser representada en las nueve provincias. Estas iniciativas serían la punta del iceberg, pero a la vez se fomentará la investigación con la idea de sacar publicaciones que supongan un balance de estos 500 años. Desde el siglo XVI, que es cuando se produce la revuelta de los comuneros, hasta nuestros días todas las generaciones de españoles han tenido una opinión, y no siempre concordante. Y entre esas opiniones podemos encontrar las de personajes tan relevantes como Martínez de la Rosa, Manuel Azaña, Ortega y Gasset, Gregorio Marañón... Es un debate que ha estado vivo porque en su raíz está la forma de gobierno de una nación.

¿Hasta cuando se extenderá el programa de actos?

En 2021 se desarrollará el grueso de actos, con algunos epígonos en 2022.

¿Qué valores de aquel episodio histórico merecerían la pena potenciar?

Los comuneros reclamaban la libertad, pero no para hacer lo que les diera la gana, sino dentro de la estructura política en la que estaban. Querían cambiar la participación del ciudadano en las responsabilidades públicas. Hablamos de libertad, igualdad y pluralismo... En el fondo, el debate que había era el constitucional -usando palabras modernas-, y de ellos se pueden aprender cosas como que los derechos se exigen, no se solicitan. Es decir, que debemos esforzarnos por conseguir una participación activa en el gobierno de las comunidades políticas, y que ese gobierno implica responsabilidad y compromiso con el proyecto.

«Nos gustaría que la celebración devolviese ese orgullo de pertenencia que tuvieron los comuneros»

¿Habrá más ganas de celebración ante la ausencia este año de actos en torno a Villalar con motivo del Covid?

Creo que después de una situación crítica como la que estamos viviendo, que además se ha mezclado con algo socialmente muy peligroso, que es el miedo, es bueno desarrollar proyectos que generen ilusión, y yo creo que este es un proyecto que puede ser ilusionante porque revive nuestro pasado, e intentaremos hacerlo de la manera más amable y divulgativa posible. Me gustaría que se pusiese de manifiesto que una parte de aquel movimiento tuvo su origen en el orgullo de pertenencia a Castilla. Si nos trasladamos a 1521 nos damos cuenta de que Castilla había hecho grandes gestas: expulsar a los musulmanes de España; descubrir América y empezar su colonización con las leyes de Indias; se había restablecido y unificado los territorios en las coronas de Castilla y Aragón y conquistado el reino de Nápoles; se dominaba el norte de África y el Mediterráneo era un lago español, y estaba en marcha la primera vuelta al Mundo. Había motivos suficientes para sentirse orgulloso de pertenecer a esta nación. Quizá una de las cosas que podríamos conseguir con este quinto centenario sería devolver ese orgullo.

¿Tendrán actos de esta conmemoración todas las provincias?

Sí. Uno de los compromisos que he adquirido como compromisario es ir a todos los sitios donde me llamen a hablar. Estoy dispuesto a ir hasta el último pueblo de Castilla y León para hablar de los comuneros, y eso que los alcaldes lo sepan. Creo que es bueno que desde el comisariado estemos dispuestos a movernos y a llevar el conocimiento, a través de conferencias, charlas o lo que sea, hasta el último rincón de Castilla y León.

«Estoy dispuesto a ir hasta el último pueblo de Castilla y León para hablar de los comuneros y quiero que los alcaldes lo sepan»

¿Cree que este aniversario podría contribuir a superar definitivamente ese sesgo de «fiesta local» que tiene la celebración de Villalar?

Creo que los acontecimientos se producen en un tiempo y en un espacio, pero tienen una proyección, y lo que queremos hacer con el quinto centenario es no olvidar el tiempo y el espacio, pero entender la proyección. La conmemoración va a pensar en términos globales, pero sin olvidar sus raíces. ¿Qué es lo importante también desde mi punto de vista como comisario? Que los medios de comunicación nos ayudéis a difundirlo.

Todos los «23 de abril» ocurre lo mismo. Los informativos nacionales se llenan de contenidos relativos a la celebración de Sant Jordi, y pasan bastante de refilón por fiestas como el Día de Aragón o la de Castilla y León.

¡Pues vamos a cambiarlo!

¿Podría contribuir a ello este centenario?

Ahí hay una tarea política y otra de divulgación. Hay que hablar con los medios de comunicación nacionales y también con los digitales. Ahora mismo las redes sociales son esenciales, es la vía de información, pues vayamos a ellas.

Esta celebración coincidirá en el tiempo con el octavo centenario de la Catedral de Burgos, el Año Xacobeo... ¿corre peligro de que se diluya entre tanta conmemoración?

¡Nunca fue mal año cuando hubo abundancia de cosecha! Una de las primeras cosas que mencionamos nada más constituirse el comisariado fue la necesidad de ponernos de acuerdo con el responsable del octavo centenario de la Catedral de Burgos para que no haya superposición de actos y que todo el mundo pueda participar en ambas celebraciones.

El proyecto quiere profundizar en actividades docentes, ¿Cree que darán con la fórmula para implicar a las nuevas generaciones en el conocimiento y difusión de este episodio histórico?

Al igual que estoy dispuesto ir a todos los pueblos. también lo estoy para ir a todos los colegios. Creo que merecería la pena, aunque es una idea que está todavía en bruto. Sería trabajar con ellos de forma similar a como lo hace el área socieducativa de la Orquesta Sinfónica, y hacer una o dos jornadas abiertas para los colegios. El día que firmamos la constitución del comisariado estuvimos hablando de la necesidad de colaborar con las distintas consejerías. Cuando hablo de proyección estoy hablando de enseñar, de transmitir el conocimiento, y eso se puede hacer de manera más informal con los colegios y también de otra más formal en la universidad con cursos de verano o con actividades de extensión universitaria, pero todo esto hay que empezar a desarrollarlo ahora.

¿Tienen idea de implicar también a otras comunidades que tuvieron protagonismo en la revuelta comunera?

Sí. Tengo contactos con la fundación Ortega-Marañón, con sede en Toledo, y nos han ofrecido la posibilidad de organizar algo conjuntamente allí, pero me gustaría también que se implicara el Gobierno de Castilla-La Mancha, que tendrá sus propias conmemoraciones. Y luego no nos olvidemos de Madrid ni de Murcia, con la que también ya me he puesto en contacto. Sería importante hacer algo, aunque fuera testimonial.

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