Los trabajadores de Siro votan 'sí' al preacuerdo y salvan las fábricas y 1.400 empleos

La crisis de la empresa agroalimentaria Siro se aleja. L os trabajadores de sus fábricas han respaldado este sábado el preacuerdo alcanzado con los socios inversores que abre las puertas de futuro con una inyección de 100 millones a una compañía que estaba abocada al cierre. Se salvan así las cinco plantas que el grupo posee en la región y los 1.400 empleos directos que permanecían en el aire por la delicada situación de Siro, con una deuda que ronda los 300 millones.

La ministra de Industria, Reyes Maroto, ha sido la encargada de explicar a los empleados los términos del documento pactado el pasado viernes tras una reunión de cinco horas en el Ministerio junto a los comités de empresa y los socios inversores, cuyo plan de viablidad inicial se rechazó por parte de la mayoría de la plantilla.

Su primer destino ha sido Toro (Zamora) , que ha sido también la planta que primero ha dado luz verde al acuerdo con 209 votos a favor 13 en contra y 5 en blanco. A continuación se ha desplazado hasta Venta de Baños (Palencia) , donde sus tres fábricas han respaldado también el preacuerdo. En el caso de los centros especiales de empleo y la fábrica denominada El Espinar, con 177 síes, y en el de la galletera, cuyo cierre se planteó en la primera propuesta, pero no en la actual, con 205 votos a favor.

Por último, la ministra se ha trasladado a Aguilar de Campoo (Palencia), donde los empleados no han votado la nueva propuesta, ya que fueron los únicos que apoyaron la anterior que tenían peores condiciones y, por lo tanto, respaldan también el suscrito posteriormente.

«Estamos aquí para ayudar», ha manifestado Maroto a su llegada a Toro, donde ha considerado tras manifestar que el Gobierno ha «trabajado desde febrero para la viabilidad financiera de la empresa» , pero la parte «del plan laboral es si cabe mas importante por el futuro de más de 1.400 familias.

La ministra ha asegurado antes de las votaciones que se ha trasladado a Castilla y León para «tratar de convencer» a los empleados de que el preacuerdo alcanzado, que «se ha mejorado en las últimas horas» es una «garantía de futuro» y no sólo para «parar la hemorragia».