Las restricciones de aforos decaen el 21 para avanzar hacia «una vida normal»

Castilla y León entrará el próximo martes 21 en una situación de «riesgo controlado», la última fase en el devenir de la pandemia que hasta ahora se denominaba «nueva normalidad». La buena evolución epidemiológica de la Comunidad -el jueves se registraron 76 nuevos casos y seis fallecidos, con una incidencia de 77,66 casos por cada 100.000 habitantes a catorce días y 30,52, a siete- ha llevado a la Junta a dar un paso que, en la práctica, supone la eliminación de todas las restricciones de aforos y horarios en hostelería y comercios. No obstante, se mantendrán los protocolos aprobados tanto para los centros educativos como para las residencias, así como las medidas para los eventos deportivos multitudinarios vigentes para las ligas de fútbol y de baloncesto.

El vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, ha explicado, tras el Consejo de Gobierno, que decaen todas las limitaciones propias de la Comunidad , como eran las relacionadas con los horarios y aforos que ya se habían ‘relajado’ sustancialmente hace tan sólo tres días. Pese a todo, matiza que «el riesgo no desaparece pero es una excelente noticia que se eliminen y se continúe hacia un escenario de vida normal, de la que estamos cada vez más cerca».

Un paso más que ha sido posible, según señala, gracias a la vacunación, que ha alcanzado tasas de inmunización «desconocidas» que llevan a España a liderar el ranking mundial y colocan a la Comunidad en cuarta posición en el conjunto del país, con un 86,5 por ciento de la población diana con la pauta completa. El otro aspecto clave para avanzar en la desescalada ha sido la caída de la incidencia, hasta el punto de que Castilla y León ocupa el puesto 17 tanto a catorce días como a siete. Para Igea, la «eficacia de la campaña de vacunación y las medidas adoptadas» han sido decisivas para que disminuya el número de casos. También ha sido fundamental que no se han cumplido los malos augurios que hacían presagiar que las fiestas de agosto y de septiembre iban a incrementar los brotes, sobre todo en las grandes capitales como Palencia, Salamanca o Valladolid. «Ha pasado más de un mes desde el 15 de agosto y el impacto ha sido escaso», reconoce el vicepresidente de la Junta, por lo que ya no se esperan «efectos adversos significativos». En definitiva, que este escenario ha llevado a la Junta a acordar que el próximo martes a las 00,00 horas decaiga definitivamente el actual nivel 1 vigente desde mediados del mes de julio, con lo que se pone fin a las limitaciones sectoriales referidas a aforos y horarios, manteniéndose, eso sí, las recomendaciones y obligaciones generales para la prevención de la pandemia como son el uso de la mascarilla en espacios cerrados y en abiertos cuando no sea posible mantener el metro y medio de distancia social de seguridad , la ventilación de espacios y el lavado frecuente de manos. También continúan todos los protocolos vigentes en los centros educativos donde por el momento la mascarilla y metro y medio de separación seguirá siendo obligatorio en todo el recinto, incluido el patio. En este punto, Igea ha puntualizado que aún no se puede adoptar la decisión de que el tapabocas deje de utilizarse en espacios abiertos de los colegios, dado que son, precisamente, los menores de doce años el único grupo de población que aún no está vacunado.

El nuevo paso hacia la normalidad aprobado el jueves por la Junta ha sido valorado por el secretario autonómico del PSOE, Luis Tudanca: «Es una magnífica noticia que por fin podamos desescalar, que podamos reabrir la actividad económica, la actividad social», ha señalado y destacó que «necesitamos la recuperación económica, pero la necesitamos con seguridad y con consenso de los sectores más afectados».

Por otra parte, el Ministerio de Sanidad ha aprobado la tercera dosis de la vacuna para los mayores que viven en residencias, tal y como han solicitado comunidades como Castilla y León. Igea ha reclamado al respecto que se haga coincidir con la campaña de la gripe , más que nada por razones logísticas y para que no sea necesario duplicar recursos. Además, apela al «bienestar ciudadano» y a que «es mucho más fácil hacerlo de una vez que de dos veces» para justificar que las dos vacunas se pongan al mismo tiempo con una fecha aún por determinar pero que, si hay suministro suficiente, podría ser, como es habitual, en octubre.