Perder los papeles

En otoño se les vuelan las hojas a los árboles y a los archivos, o así lo entiende el ministro Guirao. El otoño es un árbol caducifolio aguantando el tipo y el Archivo de Salamanca, según el ministro de Cultura, debe de ser también un archivo caducifolio. Un archivo que vaya perdiendo otra vez los papeles y la memoria, puesta a disposición de los intereses de unos pocos.

El Gobierno de Pedro Sánchez, que es el Gobierno de unos pocos -de unos pocos diputados y de unos pocos intereses- quiere volver a expoliar el Archivo General de la Guerra Civil Española de la ciudad del Tormes. Precisamente para que, por culpa de ser tan pocos -84 diputados en el Congreso-, los independentistas catalanes le sostengan en su capricho presidencial.

El otoño siempre vuelve, recortando luces, lo mismo que Carmen Calvo: ministra de Cultura de Zapatero o vicepresidenta del doctor Sánchez. De aquellos expolios a estos otros, sin que parezca que haya pasado el tiempo, ni dos gobiernos del PP por La Moncloa. El mismo PP, pero con otros nombres, que le siguió consintiendo al ya lejano Artur Mas el antojo de llevarse cajas y más cajas de documentos y que ahora, oportunamente «heroicos», quiere plantar cara a las intenciones del PSOE. Sería muy recomendable, para evitar sospechas, que el PSOE en su próximo programa electoral incluyera entre las razones por las que quiere gobernar la de seguir expoliando el Archivo de Salamanca.

Las intenciones del Ejecutivo, bien miradas, van acorde con los tiempos que vivimos. La única intención de marear la Historia de un lado para otro es ver si con suerte se extravía de una vez por todas. Y de paso la Guerra Civil pasa a ser lo que los socialistas, podemitas e independentistas quieren que sea: dogma de fe.

Entre tanto y porque es otoño, y en otoño se encaprichan los independentistas, conviene hacer una nueva poda de memoria. Y el Gobierno tiene ya dispuesto al jardinero. Guirao, que era un hombre reputado, va a terminar siendo simplemente un jardinero para los jardines pantanosos de este Gobierno. Porque claro, no hay asuntos culturales más acuciantes que tratar en España que el de dar gusto a sus socios...

Policarpo Sánchez, presidente de la Asociación Salvar el Archivo de Salamanca, decía la pasada semana que tiene «plena confianza en que a las iniciativas de la Asociación se sumen los partidos que defienden la Constitución española». Y no estará de más constatarlo de una vez por todas, más que nada porque uno ya duda desde hace tiempo de que el PSOE siga dispuesto a defender la Constitución.

Para no querer ser España, con tanto ímpetu y ninguna legalidad, qué empeño tienen en custodiar los independentistas la historia de todos los españoles.