Fiestas de Interés Turístico Internacional

Pasión encerrada y sin fronteras

Cuéllar vive sus primeros encierros con el máximo reconocimiento y abre el abanico de celebraciones y abre el abanico de celebraciones con proyección en otros países, hasta ahora vinculada a la Semana Santa

Encierro de Cuéllar (Segovia) Ayuntamiento de Cuéllar

ISABEL JIMENO

Hablar de Cuéllar es hacerlo de mezcla de culturas, de villa ducal... y, sobre todo, de toros, en concreto, de sus encierros . Los gritos del «¡A por ellos!» que este sábado de nuevo han marcado el pistoletazo de salida a las fiestas de la Virgen del Rosario son también las particulares campanadas que en esta localidad segoviana señalan su año.

De encierro en encierro se mide el tiempo en Cuéllar, que vive en esta ocasión unas fiestas muy especiales. Está de celebración tras haber conseguido que sus queridos encierros, esos que forman casi parte del ADN con el que nacen los cuellaranos, hayan logrado inscribir su nombre el selecto club de las fiestas de interés turístico internacional.

Un sello que se une a los marchamos que ya atesoran los considerados encierros más antiguos del mundo. Documentados desde el siglo XIII, pues ya en el año 1215 el obispo de Segovia realizó un sínodo en el que regula la vida y comportamiento del clero, prohibiendo que jueguen a los dados y asistan a «juegos de toros», en 1977 fueron reconocidos como Fiesta de Interés Turístico, que en 1994 se elevó a rango autonómico y en 2008, a nacional.

Con la divisa de Espectáculo Taurino Tradicional desde 2003, el nuevo reconocimiento otorgado sirve, además, para abrir el abanico de celebraciones arraigadas en Castilla y León que atraen también la atención más allá de las fronteras nacionales. Y es que los encierros de Cuéllar se suman a las otras ocho celebraciones de la Comunidad declaradas de Interés Turístico Internacional, todas vinculadas hasta ahora a la Semana Santa .

La Pasión era hasta el momento la única fiesta que había logrado atraer las miradas y atención de otros países. Eso sí, hasta ocho lo han ido consiguiendo desde que en 1980 Valladolid fuera la primera en hacerlo. Cinco años después se sumó Zamora. León, Salamanca, las localidades vallisoletanas de Medina del Campo y Medina de Rioseco, Palencia y Ávila también lucen distintivo.

En otra época

Esta nueva temática que suponen los encierros y que, además, se celebren en otra época del año es una de las particularidades que precisamente destaca la responsable del área de Turismo del Ayuntamiento de Cuéllar, Nuria Fernández, quien resalta que esta declaración abre nuevas puertas a seguir impulsando la promoción de sus queridos encierros más allá de donde puede llegar un ayuntamiento de menos de 10.000 habitantes.

«Esperemos que abra puertas a que venga más gente» , resalta la concejala, quien destaca que «en los últimos años cada vez vemos más personas que se acercan» y la «diversidad» de procedencias aumentan. De hecho, hay grupos arribados de Estados Unidos, Inglaterra y Portugal que «repiten cada año».

«Se fideliza bastante a las personas que llegan», valora Nuria Fernández, quien reconoce que la estrecha vinculación que siempre ha existido con Pamplona, con encierros conocidos mundialmente, favorece ese trasiego de aficionados. El intercambio de gentes y costumbres entre la villa segoviana y Navarra se remonta a siglos atrás. No vano, en 1525, un cuellarano, Beltrán de la Cueva, III Duque de Alburquerque, fue nombrado Virrey de Navarra, y en el siglo anterior el Señorío de Cuéllar perteneció a don Juan, Rey de Navarra.

Y aunque nada tienen que ver los encierros de Cuéllar con los Sanfermines, ambas fiestas sienten cierta unión. Hasta 1921, también en la localidad segoviana tenían lugar a principios de julio, pero entonces decidieron trasladarlas al último domingo de agosto. En Pamplona, el recorrido es únicamente urbano.

En la villa ducal, arranca en los corrales junto al río Cega , desde donde un número tasado de caballistas debe mostrar su pericia para conducir con las primeras luces del día a la manada entre pinares y luego a campo abierto hasta el «embudo» , antes de que los astados entren en el recorrido urbano -de 1,5 kilómetros- para disfrutar de las carrera de los mozos, que también tiene su encanto.

«Es una forma de vivirlo», señala la concejala. Y es que en Cuéllar se está pensando y preparando los encierros «todo el año». Un día cualquiera es posible ver mientras se da un paseo por sus calles a los niños jugando con los «carretones» a toros y corredores. «Se ve el amor y la afición» que sienten por la que es una de sus señas de identidad, de la que se sienten aún más orgullosos tras el nuevo reconocimiento.

Casi tres años han pasado desde que el 31 de marzo de 2015 la Corporación aprobase en pleno iniciar los trámites de la solicitud para ser declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional, que hoy estrenarán los encierros de Cuéllar. Es la tercera celebración relacionada con el mundo del toro en España que ha conseguido este distintivo, tras los Sanfermines, que lo lucen desde 1980, y la Entrada de toros y caballos de Segorbe , aupada al máximo reconocimiento en 2005.

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