El pacto de PP y Cs en la Diputación de Soria, en la estela del acuerdo regional

La más madrugadora, además de con sorpresa y polémica. Así fue la constitución ayer de la Diputación de Soria, en la que el hasta entonces presidente, el socialista Luis Rey, vio cómo a unas horas del pleno se le escapaba de las manos un mandato que daba por hecho. Pero el pacto a última hora del tripartito formado por PP, PPSO y Ciudadanos lo impidió y aupó al alcalde de Golmayo y diputado popular, Benito Serrano, como nuevo presidente gracias a los votos de los nueve representantes de su formación, los tres de la Plataforma del Pueblo Soriano y el del único de Ciudadanos. Precisamente el cambio de postura del diputado naranja este martes por la tarde siguiendo las instrucciones de la Dirección nacional propició el inesperado vuelco. Un pacto que ayer, además, movilizó a medio centenar de personas, simpatizantes del PSOE, que se plantaron en las inmediaciones del Palacio de la Diputación e increparon a los diputados del resto de formaciones.

En su discurso de investidura, el presidente electo de la institución recordó que los ciudadanos acordaron en las urnas el 26 de mayo que ningún partido disfrutara de mayoría absoluta, y por ello, el PP y Cs están trabajando en un pacto para gobernar Castilla y León, y fruto de ese acuerdo y «para una mejor relación entre ambas administraciones», se reedita «sumando además a la PPSO, partido surgido de las entrañas del PP y que hoy presta su apoyo a la formación de este gobierno», lo que podría dar lugar a su reintegración. Serrano defendió que el nuevo equipo de Gobierno «ha salido» de un pacto programático en el que se han unido tres sensibilidades diferentes con generosidad por parte de todos para construir esa mayoría. «Trabajemos juntos, muchos ojos nos miran y el futuro nos juzgará. Quiero agradecer a la PPSO y a Cs el apoyo que me prestan, no oso fallaré», aseveró. Y tendió la mano al PSOE, al que invitó a trabajar en aras al interés común, y se mostró convencido de que podrá contar con sus aportaciones, informa Ical.

Desde Cs, su diputado electo, Saturnino de Gregorio, reconoció en la firma del acuerdo, a última hora del martes, estar «sorprendido de estar en la sede del PP» con los representantes del PP y de la PPSO. Aseguró que a las siete de la tarde le llamaron de Valladolid, dictándole órdenes de Madrid, para comunicarle que debía de apoyar al PP para que gobierne en la Diputación de Soria. «Si no quiero estar, ya se lo que tengo que hacer. Como militante debo acatar la disciplina», dijo.

Y no disimuló su disgusto y enfado con el acuerdo el diputado del PSOE y ya expresidente de la Diputación de Soria Luis Rey. Tachó de «desleales, títeres, mentirosos y resentidos» a los diputados que conforman el tripartito y advirtió de que su pacto tiene nula credibilidad cuando han tenido que ir al notario a firmar el acuerdo. Rey reconoció que el PSOE, al obtener la mayoría simple, pensó que gobernaría la Diputación, y más tras recibir al día de constituirse los ayuntamientos una llamada del secretario del PP en Castilla y León, Francisco Vázquez, comunicándole que se abstendrían. Es más,

Por su parte el secretario nacional de Política Local del PP, Antonio González Terol, lamentó desde Soria que la «izquierda» utilice los «escraches» para mostrar su malestar porque su partido consiga el gobierno en instituciones que antes no gestionaba, y arropó a la presidenta del PP, Yolanda de Gregorio, por haberlo conseguido.