La mujer y la ciencia, una brecha todavía por cerrar

Las profesionales relacionadas con este campo de estudio explican cómo creen que se encuentra y los problemas que aún están presentes

ICAL

I. TOMÉ

Las carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) supondrán en menos de diez años el 50% de las profesiones en España, un país donde solo dicez de cada mil alumnos optan por este tipo de formación universitaria y de los cuales solo el 26% son mujeres. En el caso de los directivos de compañías de base tecnológica, solo el 4% es mujer. Con el objetivo de empoderar y animar a las niñas a que opten por este tipo de campos de estudio, existen iniciativas como STEM Talent Girl, un proyecto que trata de «desarrollar» el talento de las niñas y que «prosigan brillantes carreras».

El director del proyecto, Roberto Ranz, asegura que los bajos porcentajes de chicas en estos campos de estudio tienen que ver con «los estereotipos y roles asignados a estas disciplinas, de carácter muy masculino, la falta te referentes, la autopercepción que tienen las niñas de su autoestima respecto a estas materias y la falta de conocimiento de los nuevos perfiles profesionales». Aunque se ha avanzado en igualdad, en el ámbito STEM «se denota un descenso en las matrículas de niñas en ingenierías», algo que implica «falta de visibilidad de mujeres que sirvan de ejemplo para las niñas del mañana». Según Ranz, hay que mostrar que existe un lugar para ellas en el nuevo paradigma tecnológico, «más allá de la posibilidad de ser médico, fisioterapeuta o enfermera, todo oficios destinados al servicio a los demás».

Por esa razón, y a su vez con motivo mañana del Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia, una fecha distinguida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2015 para reconocer el papel clave que el género femenino ha desempeñado y desempeña en la comunidad científica y la tecnología, cuatro mujeres de Castilla y León que sienten pasión por las ciencias y se dedican o que se quieren dedicar a ellas han querido mostrar el presente y el futuro de la mujer en la ciencia y dan su opinión de cómo está el sector en la actualidad en cuanto a igualdad se refiere. Su objetivo no es otro que tratar de que sus declaraciones sirvan de «contagio» para que más chicas se sientan atraídas por este campo de estudio y se revierta la brecha existente.

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«En la escuela existe una falta de referentes femeninos en la ciencia»

Elena Llano es doctora en bioquímica e investigadora del CIC de Salamanca. Su gusto por la ciencia le vino gracias a la serie televisiva «Cosmos», de Carl Sagan, en las que veías cosas «que me sorprendían mucho». Desde ese momento «tuve claro que iría por ciencias, aunque no sabía exactamente por qué campo».

A su parecer, el mayor problema que produce la brecha actual por sexos en las STEM es «la falta de referentes que se les da a los alumnos» en la escuela, aunque también para su gusto «se les enseña muy poco lo que es la ciencia y los avances científicos». Esa falta de personajes femeninos, para Llano, hace que «pierdan la motivación en este tipo de estudios». Una característica que además, según algunos informes, hace que las niñas «vean más inteligentes a los hombres». Según Llano, en el primer mundo, «que supuestamente ahora hay más igualdad», la mujer «no opta» por ese tipo de carreras porque ven que «llegar a un puesto relevante es difícil, lo que las echa para atrás».

Sin embargo, anima a las chicas a dedicarse a una carrera STEM porque «es fantástico. Descubrir cosas nuevas es lo mejor que te puede ocurrir y pocos trabajos te dan una satisfacción así», finaliza.

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«Las niñas no saben bien las salidas que otorgan estas carreras»

Lorena Gil es licenciada en Ingeniería Informática y responsable de transformación digital de la empresa burgalesa ASTI Mobile Robotics. Desde muy joven tenía claro que le gustaban las ciencias, pero tampoco sabía muy bien hacia donde decantarse. Finalmente, por ser «una carrera de futuro y con salidas» decidió optar por la informática.

Para Lorena, el problema básico de la diferencia de número entre mujeres y hombres en las carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas puede ser los posibles «prejuicios» o que las niñas de hoy en día «no tienen muy claro cuáles pueden ser las salidas a las que pueden optar en el mercado profesional». Asimismo, también «tienen miedo» porque creen que van a ser «complicadas». Esta última característica, según Gil, es una idea errónea porque «una mujer y un hombre son igual de válidos» para estudiar una carrera. Asimismo, aunque espera «que sea menos», puede ser que haya gente o, incluso, los propios padres, que digan a las chichas que «no se dediquen a una carrera de ciencias». E, incluso, la falta de referentes en el colegio «o en otros campos» puede ser otro «obstáculo».

En su caso, asegura que «afortunadamente» no ha tenido problemas en su carrera «por ser mujer», pero esa problemática «sigue existiendo». En este sentido, cree que en las compañías todavía la brecha «es bastante grande» y hay «mucho trabajo por delante» y hacer «más labor de concienciación» para quitar incluso la palabra «brecha» de esa problemática». Por último, Gil cree que la mejor manera de inspirar a las niñas a coger estas carreras es mostrar «las salidas profesionales» y quitar de la cabeza «las ideas preconcebidas» de las STEM, ya que estas vías otorgan oportunidades profesionales «muy grandes».

3

HERAS

«El corazón tira a las chicas a ayudar a la gente»

María José es bióloga, profesora del colegio San José de Valladolid y jefa del departamento de Ciencias del centro. Desde muy joven tuvo «muy claro» que quería dedicarse a las ciencias e hizo biología «para tener aventura». La docencia le vino en realidad «por circunstancias de la vida», aunque eso no quiere decir que no se sienta identificada dando clase. «Llevo 31 años en el colegio y para mi es la profesión perfecta». Esta experiencia le permite ver la brecha existente entre hombres y mujeres en las carreras STEM desde una curiosa perspectiva.

Paredes explica que el año pasado, junto a orientador de la escuela, estudiaron por qué a las chicas les gustan las ciencias «pero luego cogen la vía de las de salud», algo que denota esa diferencia. En su opinión, esto tiene que ver «con el mundo profesional». Según María José, chicas como Alicia, alumna suya, que pueden ser muy buenas en matemáticas y podrían hacer «una doble vía», al final «su corazón tira para algo en lo que puedan ayudar a la gente». A su parecer, la educación es la base para formar en este campo y sería importante no dar informaciones «tan estancadas». «Las vías de formación que hay ahora no son compartimentos estancos. Si las chicas tuviesen esa visión más amplia, podrían pensar en, por ejemplo, hacer matemáticas y luego dedicarse a hacer algo que tenga que ver con la biología», afirma Paredes.

En cuanto a sus clases, Paredes afirma que es «combativa» y trata de incluir siempre referentes femeninos que ha otorgado la ciencia a lo largo de los años. Y no solamente ella, también compañeras suyas. «En el colegio, en las materias de ciencias da la casualidad que mayoritariamente somos mujeres, e ideológicamente en nuestro caso creo que no existe esa brecha».

Por último, la profesora de Biología cree que las ciencias «son como vivir una aventura» y todo el rato «es un descubrimiento, porque es un campo que se renueva constantemente», características que pueden llamar mucho la atención a las mujeres del mañana y que cojan mucho gusto por esta rama.

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HERAS

«En casa, al elegir qué estudiar, empezaba por las ciencias»

Alicia Rey es alumna de 1º de bachillerato del colegio San José de Valladolid. Con notas de sobresaliente en prácticamente todas las asignaturas, desde bien pequeña se dio cuenta de su gusto por las materias de ciencias de la manera más normal posible. «En mi casa, a la hora de elegir qué estudiar primero, me decantaba por las de ciencias y las de letras las dejaba un poco aparte, aunque cuando se acercaban los exámenes me ponía con ellas sí o sí», afirma entre risas. Confiesa que su madre la apoyaba en esa elección, porque la animaba diciendo que era «muy buena en matemáticas». «Quizá si me hubiese dicho que era buena en Lengua, igual lo hubiese pensado, pero siempre me animaba con las ciencias, y como a mi me gustan, con ellas me quedé». Y aunque le apasionan las matemáticas, su futuro parece pasar por un campo más relacionado con el cuerpo humano, como es la enfermería. «La biología también me gusta mucho, de ahí que probablemente haga enfermería. Pero sino, seguro que algo de matemáticas o física», asegura Rey, para seguidamente hablar de su pasión: el fútbol. Y es que no todo va a ser estudiar. Compagina el colegio con el deporte rey de la mejor manera posible. Integrante del CD Parquesol y de la Selección de Castilla y León Sub 17, asevera que su sueño es poder tanto continuar «hincando codos» como seguir jugando al fútbol, algo que por el momento está consiguiendo. «La dedicación al fútbol me ayuda a que las horas de estudio las aproveche al máximo», asegura Alicia Rey, que además puntualiza que trata de no dejar para luego lo que puede hacer ya, cosa que le permite sacar su buena puntuación en las materias y tratar de conseguir sus metas académicas.

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