Los otros «trenes de Extremadura»

Castilla y León evidencia la España a dos velocidades: 5 ciudades AVE y tramos en 9 de los 10 servicios más lentos

Los zonas más afectadas son Ávila, Soria y El Bierzo, pero el trazado más limitado para las locomotoras está en Segovia

M. Gajate

En Castilla y León no hay traviesas de madera ni un índice de averías de trenes significativo que arrastre bloqueos en las vías. Sin embargo, la polémica en torno al «tren de Extremadura» ha puesto en evidencia una España a dos velocidades férreas que marca distancias escandalosas entre el AVE y algunas líneas que doblan en tiempos el trayecto por carretera. En ese escenario, la Comunidad no se queda al margen del debate y es fiel reflejo de las dos realidades. Por un lado, cinco ciudades AVE -León, Zamora, Palencia, Valladolid y Segovia- y otra en camino -Burgos-; y por otro, tres territorios especialmente afectados por los lentos trayectos en líneas que datan del siglo XIX , como son Ávila, Soria y la comarca del Bierzo, que, ajenos a la alta velocidad, ven como los vagones incluso van más lentos que hace dos décadas.

De acuerdo con los datos de Adif, las líneas con menor velocidad máxima permitida en la región son la Segovia-Villalba, que no puede superar los 100 kilómetros por hora ; la León-La Robla, que no alcanza los 110; y la Torralba-Soria, con un tope de 120. A ellas se suman servicios regulares en los que las locomotoras se topan con limitaciones en las vías o el trazado, un elevado número de paradas o la concentración de tramos «tortuga» que ralentizan el viaje. En este contexto, se enmarcan los diez servicios de larga distancia menos veloces del país, nueve de los cuales tienen parada en Castilla y León, según los datos publicados por Vía Libre, revista editada por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles -que cuenta con Renfe y Adif en sus patronatos-. Se trata de las conexiones Barcelona-Gijón, Madrid-Vigo, Barcelona-Coruña, Madrid-Hendaya, Madrid-Lugo, Barcelona-Vigo, Madrid-Bilbao, Coruña-Hendaya y Vigo-Bilbao.

No en todas ellas el trayecto por territorio castellano y leonés es ralentizador. Y es que algunos de estos viajes se les hacen eternos a los pasajeros pese a que pasan por apeaderos de AVE como los de Valladolid y Palencia. En otros casos es todo lo contrario, y las limitaciones de los raíles de territorio regional son una piedra más en el camino . Se trata básicamente de líneas por el norte peninsular que se enquistan en Castilla y León en torno a las provincias de Burgos y León, en sus rutas a País Vasco, Galicia y Asturias.

La comarca leonesa del Bierzo es una de las zonas más aquejadas . Se quedó fuera de los planes del AVE a Galicia y sus líneas regulares suman en muchos casos un sinfín de paradas que retrasan el viaje. Tal es así, que de León a Ponferrada hay conexiones de hasta dos horas de duración, casi el doble que por carretera. También en esta provincia en ruta hacia Asturias hay trayectos muy largos. Entre La Robla y Pola de Lena distan 61 kilómetros sobre el asfalto y 98 minutos sobre railes.

Invitación al Real Madrid

También evidente es el caso soriano, cuya capital carece de conexiones con ciudades como Valladolid y la que conecta con Madrid no es especialmente rápida en unos tiempos en los que el AVE pone Chamartín desde Castilla y León en cuestión de una hora. La situación ha sido denunciada por Soria ¡Ya! que incluso el año pasado, con el fin de llamar la atención sobre el problema, mandó una carta a Florentino Pérez que invitaba a los jugadores del Real Madrid a viajar a la provincia para enfrentarse al Numancia en uno de esos trenes . «Tardarán más que en autobús, pero disfrutará de un agradable masaje por efecto del traqueteo» y en las paradas «podrán atemperarse al frío ya a que los vagones les falla la calefacción», señalaba la irónica misiva.

De Madrid a la capital amurallada se tarda «una media de hora y 45 minutos», más que desde Palencia a la capital de España, lamenta Ricardo del Val, portavoz de la Plataforma Social en Defensa del Ferrocarril de Ávila. Cuando se tomó Segovia como parada en ruta de la alta velocidad hacia Valladolid, la estación abulense perdió tráfico y en las conexiones que sobrevivieron se fueron aumentando las paradas, de manera que ahora los tiempos de viaje «son mayores que hace 20 años» , asegura. Además, denuncia una antigüedad de las instalaciones que acumula retrasos -dos de cada tres días-. Por ello piden inversiones y entrar en el mapa de Cercanías de Madrid, cuyos trenes retirados sirven en Castilla y León para trayectos de líneas regulares.

Junto a Soria y Ávila, Salamanca es la tercera provincia sin planes de AVE en la que hasta hace no mucho también se aquejaban de tiempos muy largos en sus viajes a Madrid, pero la electrificación del tramo desde Medina de Campo permitió pasar de trayectos de dos horas y 36 minutos a hora y media .

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