La Junta se opone a un «peaje blando» en las autovías que perjudicaría al medio rural
Advierte de que la medida planteada por el Gobierno afectaría a la economía regional
Suárez-Quiñones reprocha al Ejecutivo que sería una «carga» para los ciudadanos con menos recursos
Nada ha gustado a la Junta de Castilla y León la insinuación del Ministerio de Fomento de cobrar por el uso de las autovías . Lo cierto es que la propuesta parece no estar aún del todo concretada, pero lo que sí ha reconocido el departamento dirigido por José Luis Ábalos es que el debate de que los usuarios deban hacer un «pago simbólico» por circular por esas carreteras está ya encima de la mesa, algo que ha hecho saltar todas las alarmas. También porque no es la primera vez que desliza el asunto -ya lo hizo en la anterior legislatura- con el argumento de buscar una solución a la financiación para el mantenimiento de estas vías, que le cuesta a las arcas del Estado unos 1.100 millones de euros .
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Desde Castilla y León , al igual que han hecho otras comunidades como Andalucía, ya se ha alzado la voz para mostrarse «totalmente en contra a cualquier tipo de cobro por el uso de las autovías» . Así lo ha asegurado su consejero de Fomento, Juan Carlos Suárez-Quiñones, quien ha recordado que en la Comunidad existe «una importante red de autovías» - 2.080 kilómetros- y «cualquier cobro de peaje blando, por pequeño que sea, generará efectos muy perjudiciales» en la región.
Movilidad de los pueblos
En primer lugar en la actividad económica. Y es que en realidad se trata de «una mayor carga impositiva» y, por tanto, de «un gasto para empresas y transportistas», ha explicado el titular autonómico de Fomento, quien, ha subrayado, además, que es un planteamiento que «va en la vía contraria a lo que se defiende desde el Gobierno regional y el PP, que entienden que lo que hay que hacer con la carga impositiva es bajarla».
«Afecta y penaliza a los que menos tienen» , le ha reprochado el consejero al Gobierno central, porque «a la gente pudiente le puede no importar, pero para los que tienen menos recursos es una carga que no tiene por qué soportar».
Pero, además, Castilla y León saldría seriamente dañada de seguir adelante la propuesta de cobrar a los usuarios por circular por las autovías por su carácter eminentemente rural. «Todo lo que afecte, dificulte y perjudique a la movilidad desde los pueblos hacia los centros principales de población es ir en contra del medio rural y de la lucha contra la depoblación», ha defendido Suárez-Quiñones. Por todo ello, el Gobierno autonómico ha querido dejar patente su «total contrariedad» y le aconsejó al Ejecutivo nacional que «lo que hay que hacer es ser eficiente en el gasto público y, por lo tanto, en la planificación de la conservación de las carreteras». «Esa eficiencia tiene que conllevar que se mantengan las carreteras en perfecto estado y se sigan ejecutando los proyectos que se venían trabajando desde los gobiernos del PP», ha concluido el consejero.
La segunda en kilómetros
Castilla y León cuenta con 33.006 kilómetros de carreteras , de los cuales 2.080 son de autovías y 277 de autopistas. Es la segunda autonomía con más extensión del tipo de calzadas que podrían verse afectadas por el «pago simbólico» que plantean desde el Gobierno, después de Andalucía, que posee 2.361 kilómetros, según el último anuario publicado por el Ministerio de Fomento relativo al año 2018.
La región es, también, un importante nudo de comunicaciones y por ella atraviesan varias de las principales autovías de España . Así, por la Comunidad discurren la A-6 entre Madrid y La Coruña; la A-62, que une Burgos con Portugal; la Autovía del Norte (A-1); la de la Ruta de la Plata (A-66), que recorre el oeste peninsular o la A-67, que conecta la meseta con Cantabria.
