Juan Manuel de Prada repite como Premio de la Crítica

No es la primera vez que gana el premio de la Crítica de Castilla y León -ya lo hizo en 2008 con «El séptimo velo»-, pero a Juan Manuel de Prada el galardón concedido por el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua por su última novela, «El castillo de diamante», le pilló ayer totalmente por sorpresa. «Familiares míos me habían dicho que mi novela estaba entre las finalistas, pero yo no tenía ni idea», confesaba ayer al otro lado del teléfono el escritor y columnista de ABC, para quien el premio supone una «especial alegría», más si cabe por ser «un premio de Castilla y León» -Zamora fue la ciudad de su infancia y juventud pese a nacer en Baracaldo- y porque ha sido otorgado a una obra protagonizada por una mujer castellano y leonesa, «quizá la más relevante de nuestra Historia».

Además, añadió, «el hecho de haberse concedido en Ávila lo hace más redondo todavía».

Gran humanismo

El conflicto entre Teresa de Jesús y la Princesa de Éboli es el hilo conductor de «El castillo de diamante», una obra en la que, según Nicolás Miñambres, uno de los miembros del jurado, la santa es reflejada con un gran humanismo, «nada mística», aportando el autor una visión «erudita» de lo que allí ocurrió como si lo «intuyera». «Creo que Santa Teresa tiene una imagen, sobre todo por su faceta mística, un poco estereotipada, estatutaria. Siempre nos la imaginamos iluminada por el Espíritu Santo, suspendida en el aire, y yo me quise distanciar de esa imagen y me centré en esa Santa Teresa aventurera, fundadora, que se manejaba con soltura en el mundo de las intrigas políticas», detalló el escritor, que reconocía, tal y como ha sido destacado por el fallo del premio, que le interesó siempre reflejar la Santa Teresa «mundana» y, por lo tanto, «humana».

Además de la capacidad narrativa de Juan Manuel de Prada, quien se ha impuesto en el XIV premio de la Crítica a otros grandes autores como Gustavo Martín Garzo, José Jiménez Lozano, Julio Llamazares, Elena Santiago, Gonzalo Calcedo, Miguel Casado, José Antonio González Iglesias, Teófanes Egido, Andrés Sorel y José C. Vales, el fallo destaca su visión del paisaje y esa capacidad de asomarse a la época que le tocó vivir a la santa muy lejos de esa visión «rancia» que es «habitual» en este tipo de obras, detalló Miñambres.