Incertidumbre ante la temporada del corzo en Castilla y León por la prohibición de la caza

Una gran inquietud reina en el Club Deportivo San Santurio (Soria), una de las agrupaciones de cazadores más grandes de España. Con 900 socios, gestiona 120.000 hectáreas a través de 65 cotos

Un cazador de la media veda ICAL

M. S.

El Club Deportivo de Cazadores San Saturio, de Soria, es uno de los más numerosos de España tanto por el número de socios (900) como por la dimensión de la superficie cinegética que gestiona, que alcanza las 120.000 hectáreas a través de 65 cotos privados de caza. Esta sociedad, creada en 1933 -en principio para la caza menor pero después también para la mayor- gestiona un presupuesto anual de un millón de euros, lo que da idea del volumen de negocio que genera la actividad cinegética. Según explicaron fuentes del club, los ingresos proceden, fundamentalmente, de las cuotas de los socios, que pueden oscilar entre los 30 euros, si se trata de caza menor, o los 1.100 en el caso de la mayor, a lo que hay que sumar los 1.500 euros que puede costar la batida de un corzo en un rececho. Hay que tener en cuenta también que desde esta sociedad soriana se organizan unas 40 monterías al año.

Con la temporada de caza finalizada este mismo mes y a la espera de que arranque la nueva el 1 de abril, con la caza del corzo, en esta sociedad de cazadores ven con inquietud e incertidumbre la situación que se ha creado en Castilla y León tras la suspensión de la caza por un auto del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad. Por eso, tienen muy claro que hasta que no se tenga la certeza de que se puede volver a cazar, no se podrán en marcha todos los trámites para la próxima campaña que van desde los pagos de los arrendamientos a ayuntamientos y propietarios privados (que se acerca a los 700.000 euros), a la tasa (llamada matrícula) que hay que hacer efectiva a la Junta de Castilla y León a razón de 41 céntimos por hectáreas y en el el caso de este club supera los 40.000 euros.

«No se podría circular»

«Mientras no se solucione la situación y se indique que no hay problemas no vamos a hacer pagos», asegura a ABC el ingeniero de la Sociedad soriana, Diego Caballero, quien lamentó la incertidumbre a la que se está sometiendo al sector y que no se hubiera puesto remedio antes para que, mediante una nueva ley, no se hubiera llegado a esta situación. Recuerda, además, que son muchos los beneficios de la actividad cinegética, además de la actividad económica que genera en muchas zonas y los ingresos a los ayuntamientos, sin olvidar que en una provincia como Soria, «si no se cazase no se podría circular por las carreteras».

Los cazadores que forman parte del Club Deportivo San Santurio proceden de diferentes puntos de España pero, sobre todo, de País Vasco, Madrid, Navarra y La Rioja, además de Soria y otras provincias de Castilla y León. Corzos, jabalíes y ciervos, en caza mayor, y liebres, conejos, perdiz o becada, son las principales especies a los que se atienden en los cotos sorianos. La zona de Almazán y Urbión, para los primeros, y Berlanga o la zona más al norte de la provincia, para los segundos, son puntos muy atractivos para los cazadores que llegan de toda España.

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