El hispanista Ian Gibson, durante la entrevista con ABC
El hispanista Ian Gibson, durante la entrevista con ABC - F. BLANCO
Cultura / Feria del Libro de Valladolid

Ian Gibson: «Este país tiene un gran futuro si se pone de acuerdo consigo mismo»

El hispanista ha presentado en la Feria del Libro de Valladolid su última obra, «Aventuras ibéricas», un resumen de sus viajes por España desde 1971

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El hispanista Ian Gibson (Dublín, 1939) estaba ayer en Valladolid con motivo de la 50 Feria del Libro. Para responder a las preguntas busca el sol. Se acomoda en una mesa de la terraza del hotel. «España es esto», indica mirando al cielo. «Siempre releo esa conversación de los personajes de Valle Inclán en ‘Luces de bohemia’ donde Zaratustra le dice a Max Estrella: ‘Nuestro sol es la envidia de los extranjeros’. Y responde el ciego: ¿Qué sería de este corral nublado? ¿Qué seríamos los españoles? Acaso más tristes y menos coléricos… Quizá un poco más tontos…».

Defiende con vehemencia el debate de las cunetas para cerrar las heridas y rencores de la Guerra Civil. Cunetas por dónde anda perdido, entre otros, el cuerpo de Federico García Lorca.

La presentación se la hace él mismo nada más comenzar esta entrevista: «La diferencia entre servidor y tantos hispanistas es que yo tengo la nacionalidad española desde el año 84 y pago impuestos aquí. Y como digo siempre no tengo cuenta en Andorra. Tampoco nada que poner en una cuenta en Andorra. Los escritores estamos todos en la miseria. Todo eso me da cierta libertad...».

-Este nuevo libro es un compendio de sus andanzas ibéricas.

-Soy un poco romántico. Dudo de la locura de Don Quijote. No sé hasta qué punto está loco o lo aparenta, pero en mi caso fue una locura. Sin mi mujer habría sido imposible. Vinimos en el año 78. Yo dejé la cátedra porque no quería ser hispanista a distancia, quería ser escritor hispanófilo pero sobre el terreno. Y fue una locura porque tampoco lo hice con tanto dinero, lo justo para vivir año y medio. Había publicado ya el libro sobre Lorca que fue un pasaporte estupendo.

-Ahora que está tan discutida la literatura en los colegios.

-Creo que tiene que haber un gran pacto por la Educación. Que dure cuarenta años, que no esté al albur de los cambios políticos, porque las matemáticas no son ni de derechas ni de izquierdas. Tiene que haber un pacto porque estamos en Europa y creo que a veces los políticos se olvidan, pero estamos en Europa. Tenemos que competir en el mundo, no podemos perder a más investigadores, el éxodo de los mejores cerebros. Y los escritores y creadores que estamos jubilados con la pensión pues no podemos ganar nada… Aunque esto se va a cambiar. Pero es una vergüenza. Un desastre. Cuando Rajoy dice que no ve películas españolas… ¿Cómo un presidente de Gobierno puede decir esto? No digas nada, mejor. Además, no creo que lea muchas novelas contemporáneas españolas. (Risas). La Cultura es lo más grande que tiene un país. Sobre la Educación creo que veremos este pacto algún día. Eso es lo que hace falta en este país, aunar esfuerzos. Este país tiene un gran futuro si se pone de acuerdo consigo mismo.

«Hemos de tomar conciencia de cómo están tratando de sobrevivir los creadores»

-Usted como irlandés ¿qué opina sobre el Brexit?

-Es una traición. Todos nosotros creímos que iba a ser la gran Unión Europea después de dos Guerras Mundiales con millones y millones de muertos. A mí esto casi me parece insultar a los muertos. Además, conseguido con mentiras.

-Habla de los populismos. ¿Sobre Podemos?

-No todos en ese partido son Pablo Iglesias. A mí no me gustan sus modales. Son cinco millones de votantes, desafectados del PSOE, de diversas procedencias. Quiero creer que la inmensa mayoría de la gente que ha votado a Podemos son gente razonable.

-Pero usted es socialista confeso y ¿ahora «sanchista»?

-Me parece lo menos malo entre esos tres candidatos y tiene sentido del humor, que también falta en la política actual.

El hispanista de origen irlandés Ian Gibson, durante su estancia en Valladolid
El hispanista de origen irlandés Ian Gibson, durante su estancia en Valladolid - F. BLANCO

-Los escritores, salvo muy contadas excepciones, no se ganan la vida con sus libros.

-Yo he escrito todos mis libros con anticipos porque vine aquí con lo justo. He hecho toda mi obra con anticipos. No sólo de editores españoles, claro. Por «Dalí», si no llega a ser por el anticipo de «Faber & Faber» en Londres, no existiría. Antes te llamaban y te decían: vamos a hacer este libro yo te doy cuarenta mil o cincuenta mil euros, pero ya no. Era un mecenazgo casi. Pero ya no se puede.

-¿Y cuál es la solución?

-Lo primero es tomar conciencia del problema. Que la gente sepa que si hay suerte este libro me va a producir dos euros por ejemplar. El público a veces piensa que el escritor gana el cincuenta por ciento y no es así. Esto es importante que se sepa, que la sociedad tome conciencia de cómo están tratando de sobrevivir sus creadores. La gran ironía es el Quijote, el libro más famoso en el mundo después de la Biblia. Gira en torno a la lectura y los libros en un país que lee poquísimo y supongo que pocos lo han leído. Piensan que lo conocen por la anécdota de los molinos y algún episodio más. Está todo por hacer y sólo hace falta un profundo cambio. Creo que estamos viviendo un momento muy positivo en España. Debemos coger este tren y empezar a crear la gran España posible.

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