El virulento incendio de la Sierra de la Culebra ha arrasado ya más de 8.000 hectáreas

Más de 800 vecinos de ocho localidades fueron desalojados la pasada madrugada ante la evolución del incendio

Un efectivo de la UME trabaja en las labores de extinción ICAL

Alberto Ferreras /ABC

El incendio forestal de nivel 2 declarado el pasado miércoles en la Sierra de la Culebra (Zamora) ha quemado una superficie estimada de entre 8.500 y 9.000 hectáreras, según los últimos datos recabados por el helicóptero de coordinación desplazado a la zona en al que en la últimas horas han tenido que ser evacuados más de 800 vecinos de ocho localidades por la proximidad de las llamas o la presencia continuada de fuego.

Así, de madrugada tuvieron que abandonar sus hogares los vecinos de Cabañas de Aliste, Pobladura de Aliste, Torres de Aliste, Mahíde. A ellos se sumaron a primera hora también los de Palazuelo de las Cuevas y San Pedro de las Herrerías, y a media mañana los de Boya. Los evacuados, que han sido trasladados a los pabellones polideportivos de poblaciones cercanas para evitar problemas de salud a los habitantes de las localidades afectadas, con un amplio porcentaje de personas de edad avanzada. Enre esos destinos estaba inicialmente Villardeciervos, que finalmente ha sido también evacuado a mediodía y los desplazados que allí se encontraban han sido derivados a Camarzana de Tera, a unos 25 kilómetros.

En la zona, trabajan actualmente 13 agentes medioambientales, siete técnicos, ocho autobombas, cinco bulldozer, ocho cuadrillas terrestres, dos cuadrillas helitransportadas, un convoy de Salamanca y otro de Segovia. A lo largo de la mañana se irán incorporando convoyes de Palencia y de Burgos. Cada uno está formado por dos cuadrillas terrestres, dos autobombas, un agente y un técnico y está prevista también la intervención de ocho helicópteros y dos hidroaviones adicionales, según detallaron fuentes de la Administración autonómica.

Más de 400 vecinos de seis localidades han sido desalojados

Entre las 20.00 y las 21.00 horas del miércoles, la tormenta seca y los fuertes vientos registrados en la sierra de la Culebra provocaron once focos en la provincia de Zamora. A las 22.20 horas la Junta se vio obligada a declarar el nivel 1 de peligrosidad en la localidad de Riofrío de Aliste y, a las 1.40 horas, se decretó el nivel 2 por simultaneidad de incendios entre los términos municipales de Riofrío de Aliste y Ferreras de Arriba.

Esta vez no fue la mano del hombre, como ocurre en la mayoría de los casos, sino las condiciones meteorológicas adversas y una tormenta seca con fuerte aparato eléctrico las que provocaron hasta once focos distintos en la reserva de caza del citado paraje. Allí se localizó la noche del miércoles al jueves, a unas semanas de que empiece la campaña estival, el que es ya el tercer gran incendio de todo el año en Zamora después de los dos registrados en época invernal. Además de los daños medioambientales, dejaron un herido entre los efectivos de extinción, al sufrir quemaduras en las manos un conductor de un bulldozer, que evoluciona favorablemente.

Las labores de extinción, que llegaron a concentrar a 300 efectivos y hasta quince helicópteros y aviones anfibios, se vieron dificultadas por las rachas de viento cambiante y las altas temperaturas, así como por la orografía que impedía a los retenes de maquinaria perimetrar mecánicamente algunas zonas del incendio y era necesario llevar a cabo esa labor a mano. Así, al «suceso extraordinario con más de 10 focos» iniciados por la noche «cuando los medios aéreos no pueden actuar» le siguieron unas condiciones meteorológicas «complicadas para que las cuadrillas puedan actuar con seguridad», explicó el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, que confiaba a mediodía un cambio de tiempo que permitiera controlar las llamas.

Sin embargo, a lo largo de la tarde las condiciones continuaron desfavorables, se producían nuevos focos en Riofrío de Aliste, Ferreras de Arriba y Ferreras de Abajo y las llamas saltaban los cortafuegos. Si al caer la noche la superficie quemada se estimaba en 900 hectáreas, principalmente forestal arbolada de pino, aunque también de monte bajo y castaños, con los primeros rayos de sol el cálculo superaba las 5.000 y a media mañana se apunta ya a más de 8.500.

El alcalde del Ayuntamiento de Riofrío de Aliste, del que es anejo Sarracín, Germán Matellán, elogió la labor de los medios de extinción nocturnos que incluso vivieron algunas situaciones de peligro y «alguna carroceta estuvo en riesgo de incendiarse» y agradeció a los vecinos que movilizaran tractores y maquinaria para colaborar. Ya por la tarde, mostraba su pesar por la evolución del fuego: «Cada poco sale un conato y está volviendo locos a los trabajadores. Se necesitaría un ejército entero para sofocar esto».

Noche en vilo

Por su parte, el alcalde de Ferreras de Arriba, Gregorio San Pedro, calificó de «terrorífica» la situación vivida la noche anterior con los incendios de la Sierra de la Culebra, cuna del lobo ibérico y hábitat de otras especies de fauna como ciervos y corzos. San Pedro, sin poder contener las lágrimas tras una noche en vilo, aseguró que los vecinos pasaron mucho miedo durante la madrugada aunque desde el punto de vista medioambiental «afortunadamente los animales se han ido marchando» y lograron sortear las llamas.

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