F. HERAS

Félix Cuadrado-Lomas: «Nunca he hecho concesiones. He pintado lo que he querido»

Ell Museo de la Universidad de Valladolid dedica una retrospectiva al artista vallisoletano casi 60 años después de su primera exposición

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Félix Cuadrado Lomas (Valladolid, 1930) no fue un artista precoz. Pasó por la Escuela de Artes y Oficios, donde entonces no se no se impartían clases de pintura, y terminó aprendiendo de forma autodidacta. Con «veintitantos» expuso por primera vez, con un resultado que él mismo califica como «muy flojo», hasta el punto de que destruyó casi todos aquellos cuadros.

- ¿Cuándo se dio cuenta de que aquellas primeras obras no eran buenas?

-En la primera crítica. Nada más exponer. Enseguida me di cuenta. Y eso que en ciudades pequeñas es más difícil hacer crítica, porque nos conocemos todos. Hay una serie de compromisos familiares, de amistad, políticos… Yo me esforcé, pero pictóricamente era floja de técnica. Sí intentaba ser original, pero la originalidad no hay que buscarla.

-Pese a esa primera mala experiencia, ¿ya tenía claro que la pintura era lo suyo?

- Ya me había metido en ello. Me habían despedido de los almacenes El Águila, contrataban a gente joven y a los que llevábamos años, que cobrábamos más, nos echaban. Entonces me dediqué a la pintura, que entonces era jugarte el tipo. No había galerías y no se vendía casi nada. Y ha habido épocas buenas, pero hoy el arte tampoco interesa.

-Pero usted ha conseguido vivir de la pintura.

-Sí, a trancas y barrancas he vivido de ello. Y además no he hecho nunca concesiones, siempre he tenido la libertad de pintar lo que he querido.

-Y no es de los que ha conseguido hacerse un nombre a base de influencias.

-No. Lo digo bien claro, todas las exposiciones que hago no es porque yo las busque. Me las vienen a proponer. Nunca he ido a despachos a ofrecer. Tampoco he pertenecido a ningún partido, que eso no quiere decir que no tenga mis ideas y que no los conozca. He estado muy metido en el ajo en la época de la transición, que no sirvió para nada, socialmente ha sido un fracaso, es vergonzoso lo que está pasando en España. Yo luché por la democracia, que entonces no sabía nadie qué significaba. Bueno… creo que ahora tampoco. No quiero saber nada de partidos, aunque he colaborado con algunos. Si me han pedido que les haga un cartel no me podía negar a una colaboración cultural. Mi abuelo paterno decía «ni fíes ni porfíes ni te metas en cofradíes», yo siempre he sido libre, casi anárquico en ese aspecto.

- ¿La pintura también le ha decepcionado?

-La pintura lo mismo. El arte abstracto hoy no vale para nada, valdrá el de los que han llegado ahí por un camino mental y trabajando. Apuntarse a lo abstracto es muy fácil, no te compromete a nada, ni políticamente ni socialmente ni artísticamente. Puede ser más o menos bonito o más o menos decorativo, pero no te compromete a nada. Así salen tantos pintores abstractos... El arte está muy mal. Está en crisis, casi siempre ha estado en crisis. Yo por eso estoy al margen, voy por mi camino.

- ¿El arte tiene que ser siempre compromiso?

- Por lo menos artístico, político y social no lo sé. El arte que solo se valora por un sentido político de por sí es dudoso. Aunque puede ser bueno.

-¿Cómo cuaja el Grupo Simancas en un mundo tan individualista como es el de la pintura?

-Así éramos, individualistas. No era una unión a través de un manifiesto, de una tendencia, como El Paso o Cobra. Era una unión de amigos que éramos pintores, con los mismos gustos, ideas políticas y sociales parecidas y, más o menos, de la misma edad.

-Entre las obras que expone en el Muva hay paisajes de este mismo verano. ¿Cómo puede enfrentarse a un paraje castellano después de tantos años pintándolos y no repetirse?

-Yo nunca he repetido un cuadro. El paisaje es cambiante, siempre ves algo nuevo. Ves un paisaje hoy que te gusta, al cabo de un mes vas a pintarlo y ya no lo encuentras.

- ¿Cómo han evolucionado sus paisajes?

- En que voy a hacer los planos cada vez más grandes. Cada vez parece más abstracto, por eso pinto un árbol o un camino.

- ¿Tiene la sensación de que se le ha quedado algún cuadro sin pintar?

- Yo pintaría tanto… Van Gogh en la última etapa de su vida, según las cartas que le escribió a su hermano, quería pintar en un día miles de cosas. Yo podría haber pintado mucho más, haber empezado antes. He pintado poco.

Ver los comentarios