El día que Felipe II tuvo que salir por la ventana

Según la leyenda, para poder bautizarle en la majestuosa iglesia de San Pablo de Valladolid en lugar de en una modesta parroquia los monarcas evitaron la puerta principal

Azulejo del Palacio de Pimentel en el que se ve la pasarela hasta el templo

M. Gajate

Tal día como hoy, hace 493 años, nació en Valladolid Felipe II. La ciudad comenzó entonces a prepararse para darle una bienvenida que pudo rozar lo humilde pero que se procuró que estuviera a la altura del protagonista; aunque eso implicara hacer «trampa». Y es que para poder ser bautizado en una majestuosa iglesia en lugar de en una modesta parroquia el que fuera llamado a ser uno de los hombres más poderosos de la historia no saldría por la puerta grande, sino por una ventana .

Se trata de una de las leyendas más populares a orillas del Pisuerga, perpetuada en el imaginero popular gracias a la cadena que aún hoy permanece en los barrotes de aquella ventana desde la que partió la comitiva real. Era 5 de junio de 1527. Y aunque ahora se acude a bautizar a un bebé al templo que se desee, entonces en la época se recurría a la iglesia que le correspondiera de acuerdo al lugar en el que había llegado al mundo: en este caso el Palacio Pimentel.

La entrada a este lugar habría implicado que, de acuerdo con la tradición, fuese bautizado en la cercana iglesia de San Martín. Sin embargo, el palacio tenía también una vista directa desde otro ala del edificio a la imponente iglesia de San Pablo, a la que los monarcas querían acudir. Con este templo en el horizonte en todo momento, tan cerca y al que habría sido políticamente incorrecto virar si la comitiva salía por la puerta, surgió la picaresca real: salir por la ventana.

Así, aquella mañana de junio, según la leyenda, se rompieron los

La cadena aún luce sobre la ventana

barrotes de una de las ventanas de palacio que daban a la plaza en la que se erigía el templo elegido y por ella salió preparado para la ocasión Felipe II . Tras franquearla, la comitiva recorrió un pasadizo de madera, primorosamente adornado por ramaje, flores y frutas naturales, que unía la escalera del palacio con el Altar Mayor de San Pablo a través de esta ventana.

Ya en el templo fue bautizado por el arzobispo de Toledo, con el duque de Béjar, condestable de Castilla, y Leonor, hermana mayor de Carlos y reina de Francia, como padrinos en un festejo que llenó Valladolid y Castilla de grandes fiestas con juegos, toros y torneos en honor a Felipe II.

Entre 1939 y 1940 se instaló en el Zaguán del palacio un zócalo de azulejos con doce escenas de episodios históricos de la ciudad de Valladolid , realizados por el ceramista talaverano J. Ruiz de Luna, entre las que figura el citado y anecdótico bautizo.

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