Familia

Familia atendió en 2017 a 22.000 menores para prevenir el riesgo de desamparo

La Consejería prestó ayuda a 42.100 niños de la Comunidad a los que se detectó alguna necesidad

La consejera de Familia, entre el gerente de Servicios Sociales y el delegado territorial, este pasado martes en Palencia ICAL

ALBA MÍGUEZ

En Castilla y León, durante el año pasado 22.000 tuvieron que ser atendidos por el sistema de protección a la infancia para prevenir situaciones de riesgo de desamparo y desprotección. De dicha cifra, 13.400 participaron en programas de prevención y cerca de 8.600 fueron protegidos por el sistema. A estos hay que sumar los más de 20.000 menores que participaron en programas orientados a la difusión y promoción de los derechos de los niños. Esto significa que, en total, el pasado 2017, más de 42.100 menores se beneficiaron de los programas de promoción de los derechos de la infancia, prevención y protección y tutela de menores.

Estos son algunos de los datos facilitados ayer en Palencia por la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Alicia García, antes de presidir la reunión del Consejo de la Infancia de Castilla y León donde se analizó el actual sistema de protección así como los avances logrados y los retos de futuro. Según explicó, en los casos de desprotección más severos, la Junta de Castilla y León abre de inmediato un expediente de protección y se estudia si es necesario que el menor quede bajo la tutela del Gobierno de la Comunidad.

Acogimiento familiar

A lo largo de 2017, fueron 1,959 los niños que corrían serio peligro de abandono y finalmente, y tras estudiar su caso, 1.488 de ellos quedaron bajo el cuidado y la tutela de la Administración Regional. Para estos casos, la Consejería promueve el acogimiento familiar, especialmente en los menores de tres años. Así, a 31 de diciembre de 2017, los menores de tres años en acogimiento residencial eran 14, mientras otros 140 estaban con una familia. Ahora mismo en Castilla y León hay 90 pequeños esperando una familia de acogida.

A este punto solo se llega en los casos más extremos porque la prioridad de la Junta es siempre apoyar y ayudar a las familias para que los menores puedan seguir viviendo con ellas. El «Programa de Intervención Familiar» es la mejor herramienta, indico Alicia García, para evitar que el niño tenga que abandonar su hogar y separarse del entorno familiar. Gracias a él, el Gobierno Autonómico pudo atender a 7.560 menores que de esta forma no tuvieron que abandonar sus hogares.

De hecho, la Consejería, con las propuestas y conclusiones del grupo de expertos, ya ha promovido acciones para hacer más fácil y accesible la detección y notificación de posibles casos de desprotección infantil. Precisamente el encuentro celebrado ayer permitió analizar estas actuaciones, hacer balance y marcarse metas para 2018. «El principal objetivo para este año, además de fortalecerlo, es acercar el sistema de protección a los ciudadanos para que todo el mundo tenga a su disposición la herramienta necesaria para alertar de cualquier situación de riesgo, peligro o abandono que pudiera detectar» apuntó la consejera de Familia.

Algunas de las propuestas del grupo de expertos pasan por dar más difusión a los instrumentos de notificación, aprovechar las nuevas tecnologías, reforzar la formación específica de los profesionales y reforzar los protocolos de detección y derivación de casos de maltrato infantil, así como de la coordinación en el seguimiento que necesiten.

A la vista de estas recomendaciones, la Junta de Castilla y León lleva meses trabajando y, según explicó Alicia García, ya se han dado pasos muy importantes para mejorar el sistema. De momento, ya se han incorporado a la web de la Junta los teléfonos de ayuda a niños y adolescentes (116 y 111) junto con formularios que permiten a los ciudadanos notificar posibles situaciones de desprotección infantil. Se ha formado a 500 profesionales y se ha puesto en marcha además, el Protocolo de intervención educativa ante el posible riesgo o sospecha de maltrato en el entorno familiar. También se trabaja junto a la consejería de Sanidad para facilitar a los profesionales médicos un protocolo de actuación homogéneo ante la sospecha de que el niño atendido pudiera estar en peligro.

Y es que tal y como señaló Alicia García, al hablar de desprotección, tanto la detección como la notificación son aspectos trascendentales para determinar «las actuaciones, su intensidad y su forma». «El 3,4 de las notificaciones nos llega a través de un amigo, familiar o vecino del niño. Acercando el sistema a los ciudadanos, dando facilidades y proporcionando la herramienta necesaria a todo el mundo, se reducen las trabas y los problemas son más fáciles de detectar» explicó la titular de Familia e Igualdad de Oportunidades.

Entre las causas de abandono destaca la negligencia física -falta de atención de las necesidades básicas del niño como alimentación, vestido o higiene- seguida de la negligencia psíquica. El maltrato físico supone un 7,4% de los casos.

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