Elecciones Autonómicas

Estas son las «medidas de regeneración» de Cs que acepta el PP para avanzar en el pacto

La formación naranja sólo negociará con el PSOE si se rompen las conversaciones con los populares

Fernández Mañueco e Igea se saludan al comienzo del encuentro mantenido F. HERAS

M. SERRADOR

Un encuentro de menos de una hora en torno a una tabla (mesa) redonda llevaría a pensar en no demasiadas conclusiones, pero la realidad fue bien distinta. Sólo 55 minutos necesitaron ocho caballeros y dos damas (cinco por el PP y cinco por Ciudadanos) reunidos en la Sala «redonda» de Ponencias de las Cortes autonómicas para anunciar que habían alcanzado un principio de acuerdo para gobernar juntos la Comunidad. En estos términos coincidieron ayer tanto el secretario general del PP, Teodoro García Egea, como el secretario de Acción Institucional de Ciudadanos, José María Espejo, que encabezaron los dos equipos negociadores para alcanzar un pacto para Castilla y León. Los candidatos a la Presidencia de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco (PP) y Francisco Igea (Cs) hicieron el papel de fieles escuderos junto con los otros tres integrantes de cada grupo -Raúl de la Hoz, Carlos Fernández Carriedo e Isabel Blanco, por el PP, y David Castaño, Miguel A. González y Gemma Villarroel, por Cs-, que protagonizaron una primera cumbre que sirvió para sentar las bases programáticas de un futuro gobierno.

«Satisfechos por una reunión productiva y esperanzadora» fue la primera valoración de Espejo tras el encuentro para, a continuación, hacer una declaración de intenciones: «Hay voluntad por parte de las dos formaciones para llegar a un acuerdo que mejore la vida de los ciudadanos de Castilla y León». Y más aún: «Nuestra premisa es que las cosas cambien y van a cambiar porque Ciudadanos va a gobernar».

El decálogo asumido por los populares

A partir de ahí, el dirigente de Ciudadanos insistió en que el acuerdo de Gobierno con el PP se apoya en el decálogo presentado y ya asumido por los populares y, en especial, en las medidas de regeneración democrática, para las que, según dijo, el PP «ha mostrado buena disposición». De hecho, una de las más polémicas y en su momento rechazada por los populares fue la eliminación de los aforamientos de los miembros de la Junta, una medida que Mañueco ya anunció ayer que aceptaba y que, para ello, estaría dispuesto a hacer una reforma «exprés» del Estatuto de Autonomía. Más aún, pronunció un «lo que quieran» al referirse a las exigencias de los de Rivera en este sentido y asumió, también la petición de la formación naranja de evaluar el funcionamiento de la función pública y del gasto público.

El número dos del PP, Teodoro García Egea, se manifestó en términos similares a los de Espejo al señalar tras la reunión que «hemos sentado unas bases importantes, hay un punto de partida con el decálogo programático y con el equipo de trabajo para desarrollar un programa de gobierno que nos hace pensar que puede haber un inicio fructificó de las conversaciones para concluir con un acuerdo entre las dos formaciones». Para ese consenso, será fundamental asumir las medidas de regeneración con las que los populares no ponen ninguna objeción ya que, según García Egea, «todo lo que sea avanzar en este sentido es bueno y ahí no va a haber ningún problema». Dejó claro, además, que «no habrá líneas rojas en la negociación», pero sí dos máximas: «Mejorar la vida de los ciudadanos e impedir que los gobierno de izquierdas lleguen al poder».

También el candidato del PP a la Presidencia de la Junta se mostró optimista al término del primer encuentro entre las dos formaciones. «Comienza una etapa de esperanza e ilusión, convencidos de que podemos llegar a un buen punto de acuerdo para gobernar Castilla y León».

Igea: «No se va a vetar a ninguna persona en concreto pero sí implementaremos medidas que harán imposible que algunas personas estén en el gobierno».

Menos entusiasmado se vio al candidato de Ciudadanos a la Junta, Francisco Igea, que repitió el mensaje de que «las cosas van a cambiar porque va a gobernar Ciudadanos», tratando de acomodar así su discurso al que mantuvo durante la campaña electoral de que Castilla y León necesitaba el cambio tras 32 años de gobierno del PP. No quiso, sin embargo, hablar de personas o consejerías en un futuro Ejecutivo ya que «lo importante está en el programa y las medidas son generales» . Sí dejó claro que «no se va a vetar a ninguna persona en concreto pero sí implementaremos medidas que harán imposible que algunas personas estén en el gobierno». Recordó, en este punto, que «ningún imputado puede formar parte de un Gobierno de Ciudadanos». También insistió en que la opción del «acuerdo preferente» con el PP es un mandato de la dirección nacional del partido pero «si no hay acuerdo, habrá otras opciones», dejando así la puerta abierta a negociar con el PSOE, aunque sólo en el caso de que se rompan las negociaciones con los populares.

Las conversaciones entre PP y Cs continuarán desde hoy, aunque sus protagonistas ya han advertido que no quieren luz y taquígrafos hasta que selle a un acuerdo definitivo. El objetivo es poder llegar al 21 de junio, cuando se constituyan las Cortes, con un acuerdo que permita también encajar a los miembros de la Mesa del Parlamento autonómico.

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