Museo Casa Botines Gaudí: un ‘dragón de piedra’ que muestra con éxito sus tesoros

En 2017 Fundos abrió al público las puertas del Museo Casa Botines Gaudí. Cinco años después, este espacio cultural con una amplia oferta expositiva y divulgativa se ha convertido en uno de los más visitados en Castilla y León

La historia y la arquitectura del edificio, así como la figura de Gaudí, hilan parte del discurso expositivo ABC

Rosa Álvarez

Desde su construcción a finales del siglo XIX (1891-1893) Casa Botines se convirtió en un símbolo de la ciudad de León , en uno de sus edificios más reconocibles. Sin embargo, no fue hasta hace apenas unos años, en 2017, cuando el ‘dragón de piedra’ que Antoni Gaudí diseñó para la capital abrió sus puertas al público en general. Lo hizo de la mano de la Fundación Obra Social de Castilla y León (Fundos), que musealizó sus espacios y puso en valor los tesoros que guardaba en sus entrañas. Así nació Museo Casa Botines Gaudí, hoy «un museo por derecho propio, con más de 1.500 metros cuadrados de exposición y con una amplia y continua oferta educativa y cultural», como así señala su directora, Noemí Martínez Murciego.

Su trayectoria es corta, pero esto no ha impedido que sea ya uno de los museos privados de España que más crece y uno de los más visitados de Castilla y León, el segundo en términos de popularidad. Acumula casi 450.000 visitantes procedentes de 87 países y ha sido merecedor de diferentes reconocimientos , entre los que destaca el Premio Castilla y León de las Artes 2021 y el haberse alzado como uno de los finalistas del galardón a Mejor Museo Europeo del año 2022, fallado el pasado mes de mayo.

Fundos recuperó para León y para el mundo un edificio emblemático de uno de los mayores arquitectos de todos los tiempos. Es una de sus tres únicas obras construidas fuera de Cataluña junto al Capricho de Comillas (1883-1885) y el Palacio Episcopal de Astorga (1859-1893) y piedra angular de toda la obra de Gaudí, en la que pudo ensayar novedosas soluciones estructurales, simbólicas y decorativas que más tarde aplicó y que dieron origen a muchas de sus aportaciones más significativas a la historia del diseño y de la arquitectura. Es también su primera casa de vecinos. El encargo lo recibió de dos comerciantes leoneses herederos de una tienda de tejidos y una casa de banca y en 1929, se convirtió en la sede de las oficinas centrales de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de León, que adquirió el edificio que más tarde fue de Caja España, que lo reformó y recuperó algunos de sus elementos originales.

Historia y arquitectura

Precisamente la historia y arquitectura de Casa Botines y la figura y la obra de su arquitecto son dos de las tres vías temáticas principales de la exposición permanente del Museo, junto a las colecciones de Fundos divididas en bellas artes, artes decorativas y documental. La primera es el resultado de la labor de adquisición y mecenazgo de las antiguas cajas de ahorros provinciales de Castilla y León y de la entidad en la que terminaron fusionándose, Caja España, y está formada por unas 5.000 obras de arte entre pintura, escultura y obra gráfica; en la segunda destacan las piezas diseñadas para formar parte de la Casa Botines (muebles, cortinas, chimeneas) y aquellas que estuvieron en el edificio y que pertenecieron en su día a sus propietarios; mientras que la tercera consiste en una selección de documentos que exhiben en el sotobanco del edificio como muestra representativa de los fondos históricos más interesantes que componen el archivo: el Fondo Condes de Luna, el Fondo Real Sociedad Económica Amigos del País de León y el Fondo Gaudí, donde destacan los planos originales que diseñó el arquitecto para la Casa Botines.

En total, las piezas que componen la exposición permanente ocupan más de 1.500 metros cuadrados de cuatro plantas , pero en este Museo -«cuya historia está aún por escribir» pero que «plantea su futuro como una renovación constante», tal y como explica su directora- hay también espacio para mucho más. Anualmente se programan varias exposiciones temporales con el fin de conectar con la sociedad y atraerla al Museo, que también aspira a ser un centro de investigación, conservación y exposición de su patrimonio histórico-artístico y en el que también tienen cabida múltiples actividades divulgativas y educativas y, además, en sus salones se permite la realización de diferentes actos.

Vista de la fachada de Casa Botines Gaudí

Una muestra de la amplitud de su oferta se ve reflejada en los actos organizados para conmemorar el 130 aniversario de la construcción del edificio, que culminarán en diciembre y que han sido presentados recientemente. Entre ellos destaca el curso de verano ‘Gaudí en León. 130 aniversario de la Casa Botines’, la conferencia ‘Gaudí, la casa de los símbolos’ o una exposición de ‘recuerdos’ con el edificio que estará compuesta por fotografías enviadas por la ciudadanía, entre otras iniciativas. El fin último es celebrar la historia de un edificio que da abrigo y sentido a un Museo que siente el respaldo del público y que confía en seguir creciendo a su lado.

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