Fermín Guerrero, abogado de la acusada Raquel Gago en el juicio por el crimen de Isabel Carrasco
Fermín Guerrero, abogado de la acusada Raquel Gago en el juicio por el crimen de Isabel Carrasco - G. CARRIÓN

JUICIO POR EL CRIMEN DE ISABEL CARRASCO«Por la dimensión del caso, quieren una condena ejemplar con el mayor castigo»

El abogado de la acusada Raquel Gago, Fermín Guerrero, sostiene que no existen pruebas que determinen la participación de su representada en el asesinato y confía en su «libre absolución»

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-¿Cómo está viviendo su representada las últimas semanas previas al juicio?

-Está nerviosa e inquieta porque realmente está viendo ahora cuál es la posición de las acusaciones, que, con independencia de todas las pruebas que se han venido practicando desde un primer momento, están absolutamente enrocadas en una posición de culpabilidad.

-Dice que lo está viendo ahora, ¿en estos meses se ha mantenido alejada de lo que se decía al respecto?

-Sí, porque se publican cosas que son absolutamente falsas. Las acusaciones parten de una culpabilidad clara y de ahí intentan reconstruir lo que tienen contra de ella para mantener esta hipótesis, cuando creo que al menos el Ministerio Fiscal debería mantener una posición neutral y objetiva.

-Tras varios meses en libertad provisional, ¿teme que el veredicto le pueda ser desfavorable y deba regresar a prisión?

-No. Estoy convencidísimo de que todo va a salir bien y de que va a ser absuelta porque es inocente. Las acusaciones parten de una idea para señalarla como coautora, que es en la participación en un plan preconcebido que no se sostiene ni se justifica de ninguna forma. Lo que tienen contra Raquel es insuficiente y si no tienen más es porque no lo hay.

-Ahora se encuentra en libertad, pero antes de que la Audiencia la determinara, la jueza ya se la había denegado hasta en tres ocasiones…

-Por suerte, la Audiencia pudo analizar los indicios que existen contra Raquel y éstos, en el peor de los casos, son de un encubrimiento. Es lo único que realmente se puede sostener con cierto fundamento, aunque nosotros lo rebatiremos para pedir la libre absolución. No hay que olvidar que desde que se produce el crimen hasta que Raquel entrega el arma pasan 30 horas. Un tiempo en el que no puede saber qué está pasando, si las acusadas se han derrumbado, si la han involucrado… La podrían haber detenido en cualquier momento y se hubieran hecho con el arma, con lo cual su posición hubiera sido mucho más complicada. Frente a esto, en este tiempo hace su vida completamente normal y sólo cuando ve el arma en su coche es cuando llama para entregarla. ¿Qué persona que ha participado en un plan, en un crimen, está tan tranquila esperando a ver qué pasa?

-Pero cuando Raquel llama para entregar el arma, Triana ya había dicho en Comisaría que la tenía una policía. De hecho, pasa menos de una hora entre la «confesión» y la entrega del arma por parte de Raquel…

-La jefa de la UDEV (Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta) dijo -y luego lo han corroborado otros agentes- que es absolutamente imposible que nadie la avisara porque en el momento en el que ella llama no se sabe si es una policía local o nacional ni se tienen más datos. Fue una casualidad. Además, está su comportamiento en las horas anteriores, que para mí son decisivas. Esta chica lleva una vida normal y corriente en este tiempo y no asume lo que ha ocurrido. Yo creo que de ser culpable al menos se hubiera deshecho del arma.

-Comentaba antes la decisión de la Audiencia de excarcelarla tras varios meses en prisión. Sin duda esto juega a su favor, pero en ese mismo auto en el que le están dado la libertad se reconoce, al mismo tiempo, la existencia de un sospechoso conjunto de indicios que apuntan a su representada y que son difíciles de explicar…

-Si la Audiencia hubiera visto que estos indicios pudieran apuntar a su autoría en el crimen no la hubieran puesto en libertad, como no lo han hecho con las otras dos, que no saldrían de la cárcel ni aunque el juicio se retrasara cinco años.

-Justifica el extraño comportamiento de Raquel tras el crimen en que sufre bloqueos en situaciones de estrés, pero el informe médico-forense del Juzgado rechaza este punto…

-Raquel es una persona normal que ante una situación concreta -algo que explicaré muy bien con el perito que llevamos- es como si no aceptara como cierto lo que está pasando. Por eso sigue su vida normal. Esto exactamente no es un bloqueo. Esa palabra se ha venido malinterpretando y quizás en la prueba forense que hicieron la jueza le preguntaba exactamente por el bloqueo y no es un bloqueo en sí. Es otra cosa. Es una negación de algo que pasa. No lo asume, no lo acepta y sigue su vida normal.

-Hablaba de casualidades, de «coincidencias»: el café previo en casa de Triana, la llamada que recibe de Triana justo después del el asesinato, su encuentro posterior, el hecho de que dejara el arma en su coche, etc. ¿Si no formaba parte de un plan orquestado entre las tres cree que podría haber existido una intención por parte de madre e hija de implicar a Raquel Gago en los hechos?

-No lo sé, pero quiero pensar que no. El encuentro entre Triana y Raquel fue absolutamente casual. Si hubiera sido un plan preconcebido habría sido una chapuza porque Raquel no habría permitido que un testigo viera cómo se introduce algo -el arma en este caso- en su coche y una vez que sabe que está detenida sigue su vida cuando sabía que el vigilante podrían haber dicho que había visto a Raquel con ella y que le había dado algo. No contemplo la posibilidad de que haya sido engañada por las otras dos. Creo que fue un cúmulo de casualidades.

-Las acusaciones particulares y el fiscal coinciden a la hora de reclamar para Raquel Gago la misma pena que para Montserrat y Triana por estimar que las tres planearon el crimen al mismo nivel. ¿Cómo piensa convencer al jurado de lo contrario?

-Su participación no se ha acreditado en ningún caso porque no es posible. ¿Qué razón puede tener esta chica para involucrarse en algo tan terrible? Que seas amigo de una persona es totalmente insuficiente. Creo que son ellos los que tienen que probar cuál es su grado de implicación en el plan, porque si el hecho de tomar café en el mismo día es un argumento para mantener la acusación estaríamos ante una situación de inseguridad jurídica terrible. Yo lo que pienso es que por la envergadura de la persona fallecida, por la dimensión del crimen, quieren el mayor castigo posible más allá del grado de participación. Quieren un escarmiento con independencia de la culpabilidad o no. Quieren a toda costa una condena ejemplar sin importar lo que haya ocurrido.

-Ahora que ha pasado más de un año y medio del asesinato, ¿se arrepiente Raquel de su actuación en las horas posteriores al crimen?

-No es una cuestión de arrepentimiento. Si ella este tema no le hubiera afectado de esa manera, evidentemente su forma de actuar hubiera sido distinta. No fue algo determinado por su voluntad. Fue algo ajeno a ella. No tiene sentido pensar que se haya metido en esta historia. Estaba en el sitio equivocado y, como quieren leña y quieren la máxima sangre, pues a todo lo que se cruza en medio van a por él.

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