El asesino de Denise Pikka, Miguel Ángel Muñoz, durante el juicio
El asesino de Denise Pikka, Miguel Ángel Muñoz, durante el juicio
Tribunales

«Denise Pikka halló la muerte de forma inhumana en un espacio universalmente reconocido como vía de paz»

La sentencia que condena a Miguel Ángel Muñoz a 23 años de cárcel destaca cómo actuó con el cadáver de la peregrina tras cometer el crimen y le prohíbe acercarse a Castrillo de los Polvazares en 25 años

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El acusado de asesinar en abril de 2015 a la peregrina estadounidense Denise Pikka Thiem deberá cumplir 23 años de prisión. Así lo ha estimado la Audiencia Provincial de León, que ayer -seis días después de que el jurado popular emitiera su veredicto de culpabilidad- hacía público su fallo. Miguel Ángel Muñoz Blas ha sido condenado a 20 años de cárcel por asesinato y a tres más por robo con violencia. Unas penas que en el caso del primer delito coinciden con las solicitadas tanto por el Ministerio Fiscal como por la acusación particular, mientras que, en el segundo, se ven rebajadas en dos años, ya que si bien las acusaciones reclamaban cinco años de privación de libertad por él, el tribunal ha estimado que no le corresponden más de tres.

A lo largo de 60 folios, el Magistrado Presidente explica y fundamenta el resultado de la sentencia. Por el asesinato, señala, la ley marca un mínimo y un máximo que oscila entre los 15 y los 20 años de cárcel, y son varias las circunstancias que, en su opinión, justifican que a Miguel Ángel Muñoz Blas se le pueda imponer la pena mayor.

«Resulta indudable la especial gravedad de los hechos» que rodean el asesinato, expone. Denise Pikka Thiem fue objeto de una «repentina e inesperada agresión», de un acto «bárbaro» que acabó con su vida sin que conste motivación alguna. Además, halló la muerte de forma «inhumana» mientras recorría el Camino de Santiago, un espacio «universalmente reconocido como vía de paz y recogimiento».

«La abandonó»

Por último, también se ha tenido en cuenta la conducta posterior del acusado en relación al cuerpo de la víctima, que «desnudó y enterró cortándole previamente ambas manos», que no han aparecido, y que desenterró y trasladó a otro lugar meses después, donde «lo abandonó» definitivamente en la intemperie hasta que fue localizado en avanzado estado de descomposición. Actitudes que, según explica el fallo, causaron «un especial dolor y sufrimiento a la familia de la fallecida».

Menor gravedad, lógicamente, reviste el delito de robo con violencia cometido por Miguel Ángel Muñoz Blas. Si éste está penado por ley con entre dos y cinco años de cárcel, para el Magistrado Presidente, al asesino de Denise no le correspondería cumplir más de tres por él. Algo que explica en que «una cosa es que el acusado golpease fuerte y mortalmente a la peregrina con un objeto contundente y se aprovechase a continuación de la situación de indefensión de la víctima -mortalmente herida- para sustraerle objetos, y otra que pueda apreciarse en cuanto al robo la utilización de dicha arma peligrosa». Así, la sentencia ve plausible que este delito fuera perpetrado después de la muerte de Denise Pikka Thiem, por lo que considera que no puede aplicarse el «subtipo agravado» que justificaría la máxima pena, de cinco años.

El fallo -contra el que cabe interponer recurso de apelación ante al Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León en un plazo de diez días- recoge también que el condenado no podrá aproximarse a los padres y al hermano de la víctima a menos de 500 metros durante 25 años. Un periodo durante el que tampoco podrá residir o acercarse a Castrillo de los Polvazares (donde había fijado su vivienda y donde sucedieron los hechos).

Sobre él también recaerán las costas del proceso, incluidas las causadas por la acusación particular, y, además, deberá indemnizar a la familia de Denise Pikka Thiem, como herederos legales de la misma, con 150.000 euros (de los que 60.000 corresponden a cada progenitor, a los que también tendrá que devolver los 1.132 dólares robados el día del crimen, y otros 30.000 a su hermano, Cedric Thiem, que encabezó la acusación particular y al que unía una «especial y estrecha relación»).

La defensa recurrirá la sentencia

Por su parte, la defensa de Miguel Ángel Muñoz Blas -en prisión preventiva desde su detención el 11 de septiembre de 2015 en la localidad asturiana de Grandas de Salime- señaló que recurrirá la sentencia de la Audiencia Provincial. Así lo adelantó su letrado el día en que se hizo público el veredicto de culpabilidad emitido por el jurado popular. Primero lo hará ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León y después ante el Supremo, que confió en que sea el órgano que «ponga un poquito de orden». Para Muñoz Blas -que rehusó realizar declaración alguna durante el juicio, guardando silencio incluso para proclamar su inocencia- su abogado pide la libre absolución, insistiendo en que no es culpable de los delitos que se le atribuyen.

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