DÍA DE LA COMUNIDAD
«Conjura con los comuneros» de Galicia, Asturias y Aragón por la financiación
Herrera urge a Montoro a convocar el Consejo de Política Fiscal sin esperar a que haya gobierno en Cataluña
Si en la Guerra de las Comunidades, Bravo, Padilla y Maldonado aunaron en el siglo XVI en su lucha a territorios de lo que hoy son Castilla y León, Castilla-La Mancha y Madrid, la batalla del siglo XXI que presentan las comunidades es la de la financiación autonómica. Y aquí, Castilla y León «ha encontrado la conjura de los comuneros de Galicia, Asturias y Aragón» en su pugna para que el nuevo modelo que tiene que salir de la reforma del sistema tenga en cuenta sus peticiones, peculiaridades y características. Así lo destacó ayer el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, pañoleta morada al cuello, durante su «breve» visita a Villalar, la localidad vallisoletana en la que en 1521 fueron ajusticiados los comuneros y donde un año más se volvieron a concentrar los actos con motivo del Día de Castilla y León.
Por el momento, no se sabe por dónde discurrirá la propuesta para la reforma del modelo de financiación autonómica en el que se lleva trabajando más de un año, pues «no hay un documento oficial» por parte del Gobierno de la Nación una vez terminadas las labores técnicas. Pero lo que sí hay es una «posición de Comunidad» en la que la Junta suma el apoyo de las diferentes fuerzas políticas con representación parlamentaria. También, destacó Herrera, «una posición reiterada» por esas cuatro autonomías -de distinto signo político: PP y PSOE- en la que «insistimos en cuáles van a ser los puntos en los que para nosotros hay unas líneas rojas que no se pueden traspasar».
Y es que, advirtió el jefe del Ejecutivo autonómico, «entendemos cualquier posición», pero, apostilló, «deberá entenderse también» la postura de autonomías que persigue «garantizar financiación suficiente» para que puedan seguir prestándose «con calidad» los servicios públicos. «Y para ello es necesario que esa financiación se ajuste a los costes que los servicios tienen en cada uno de esos lugares», reclamó Herrera en un día de fiesta y reivindicación en el que el presidente alzó de nuevo la voz urgiendo la reforma de un modelo que no gustó ya desde que nació en 2009 y el paso del tiempo ha llevado a que las críticas vayan en aumento. Sin necesidad de reunión formal, así se lo ha trasladado Herrera a Mariano Rajoy en las «muchas veces» que se han visto en los últimos meses, donde «le he dicho y transmitido lo que le tenía que decir», apuntó.
«La posición de Castilla y León está fijada», recalcó el jefe del Ejecutivo autonómico, a la vez que recordó esos trabajos conjuntos con otras regiones con las que hay formado «un grupo muy consistente» para defender el fuerte de sus circunstancias y condiciones: territorios más envejecidos y con población dispersa.
«Vamos a por ello», apuntó Herrera, para quien no sólo es «fundamental y importante» que se reúna el Consejo de Política Fiscal y Financiera, la mesa redonda en torno a la que se sientan frente a frente los «caballeros» de las comunidades y el Ejecutivo central, sino también que se haga de forma urgente. «Lo importante es que el ministro Montoro -titular de Hacienda y Administraciones Públicas- encuentre tiempo no solamente para hacer declaraciones más o menos afortunadas, sino fundamentalmente para la reunión», advirtió Herrera, a medio camino entre la confianza y la desconfianza sobre la prontitud con la que llegará ese encuentro.
«Cuanto antes, mejor»
¿Y debe esperarse a que haya un Gobierno en Cataluña para la cita? «Desde mi punto de vista, no», respondió tajante el presidente de la Junta, pues, argumentó, «entre otras cosas» porque a un mes vista de que tengan que repetirse las elecciones en esta comunidad, «no sabemos si va a haber gobierno en Cataluña» tras esa hipotética futura nueva cita con las urnas. Según Herrera, ni los españoles ni los catalanes «podemos esperar» a algo que «depende» de que los grupos «que están echando pulso al Estado se pongan de acuerdo». «Por lo tanto, cuanto antes, mejor», recalcó Herrera durante su visita a Villalar, un «símbolo» de lo que es la Comunidad y en un día en el que se «mezcla la fiesta, la tradición y la reivindicación» y momento también de recordar las «grandezas y problemas de esta tierra». Preocupaciones como las de los trabajadores de Made, en Medina del Campo (Valladolid), con la amenaza del cierre sobre sus cabezas y varias nóminas sin cobrar, con quienes compartió inquietudes y comprometió su apoyo ayer el presidente.
Una hora escasa, lo que estuvo Herrera ayer en Villalar, con tiempo también para firmar en el libro de honor del Ayuntamiento, saludar relajado a algunos vecinos y visitantes e incluso -por primera vez en todos los años que ha acudido- entrar a uno de los bares del centro del pueblo a tomar algo. «El próximo año», contestó al marcharse al alcalde de la localidad, Luis Alonso, ante las peticiones del regidor. Una respuesta con emplazamiento y compromiso de vuelta en 2019, el que está llamado a ser el último año de su mandato.
Entonces habrá cita con las urnas, con nuevo cartel electoral del PP tras dieciséis años con Herrera como candidato a la presidencia de la Junta. Un partido, dijo, al que «veo estupendamente, con muchísimas ganas de trabajar por Castilla y León», aseguró el presidente, acompañado en su visita por la presidenta de las Cortes, Silvia Clemente, el alcalde de Villalar y numerosos cargos populares.
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