Fin del confinamiento de Íscar y Pedrajas: «Ha merecido la pena. Hemos podido con el brote»

Las localidades vallisoletanas salen con «alivio» de las restricciones de movilidad tras haber conseguido llegar a cero contagios

Cartel avisando de la obligatoriedad del uso de mascarillas HERAS

M. ANTOLÍN

Dos semanas después de que la Junta de Castilla y León aplicase restricciones de movilidad a las localidades vallisoletanas de Íscar y Pedrajas de San Esteban para frenar un brote de coronavirus declarado en un matadero de aves, sus fronteras vuelven a estar abiertas desde ayer y sus 10.000 vecinos pueden ya desplazarse con libertad a otros pueblos y ciudades. Atrás quedan unos días «duros», en los que se instalaron controles para vigilar que nadie saliese de los límites municipales, salvo por motivos indispensables como acudir al trabajo o al médico. Sus habitantes sí podían salir de sus domicilios, hacer sus compras, practicar deporte o sentarse en las terrazas, por lo que muchos tienen la sensación de que, pese a que se ha visto menos gente en las calles, la vida ha sido «la misma» dentro de las localidades en los últimos quince días.

Desde que se decretaron las restricciones de movilidad el pasado 2 de agosto para frenar un brote surgido en una empresa ubicada en Íscar que dejó 31 contagios en esa localidad y otros 25 en Pedrajas, a siete kilómetros, la población «ha cumplido» mayoritariamente y, pese que hay quien considera que las medidas tomadas han sido «excesivas», la mayoría cree que «ha merecido la pena» porque han servido para terminar con la trasmisión del virus. Y así lo demuestran los datos: desde hace varios días no se han registrado nuevos contagios en ninguno de los dos municipios.

«Un ejemplo»

«Al prinicipio fue un poco duro y preocupante. Cuando nos comunicaron el brote, nos llevamos un buen susto», reconoce el alcalde de Íscar, Luis María Martín, quien asegura que desde el primer momento se acataron las medidas, también las decretadas por el Consistorio, como cerrar las piscinas y suspender los actos culturales. «La gente ha cumplido perfectamente, tanto mayores como jóvenes», explica antes de indicar que es de «agradecer el esfuerzo» realizado. Un comportamiento que también destacó en los últimos días el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, quien aseguró a través de Twitter que los vecinos de ambas localidades son «un ejemplo».

Un niño a la salida de la iglesia después de celebrar su Primera Comunión tras el fin del confinamiento HERAS

Pero, en algunos momentos se han sentido «señalados», explica Soraya Martín, residente en Íscar y enfermera en el centro de salud, cuya labor ha sido la de rastrear los contactos de los contagiados. «Han sido unos días estresantes, angustiosos», relata, en los que, en su caso, lo ha vivido desde diferentes vertientes, la sanitaria pero también la administrativa, ya que es hija del alcalde. «Parecíamos apestados y ha sido duro porque la gente ha luchado mucho», explica y resume así el sentir general tanto de Íscar como de Pedrajas.

Mala imagen

Las localidades no han recibido en los últimos quince días ni turistas ni veraneantes y eso se ha notado económicamente sobre todo en los restaurantes. Así lo asegura el presidente de los hosteleros de Íscar, Jonathan Martín, quien explica que los bares no se han visto demasiado afectados por el confinamiento. Sí lo ha hecho la imagen del pueblo, indica. «Se nos ha catalogado como si fuéramos el centro de la pandemia cuando había lugares con focos más grandes», reprocha. Por eso agradece que desde la Junta de Castilla y León se haya reconocido el esfuerzo realizado por el municipio para acabar con el brote.

El presidente de los hosteleros de Íscar, Jonathan Martín HERAS

Pero, pese a lo logrado, no es el momento de bajar la guardia. «El virus sigue presente y tenemos que actuar como lo hemos hecho en los últimos quince días. Aquí y en toda España», recalca el alcalde de Pedrajas de San Esteban, Alfonso Romo, que califica el comportamiento de los vecinos como «ejemplar». Puede servir, incluso, de «referencia» a nivel nacional para demostrar cómo se puede atajar un brote en otros puntos de la geografía española.

Más ingresos

Ya en el día de ayer algunas personas acudieron a sus segundas residencias en la localidad para pasar allí sus vacaciones. «Somos un lugar sano y saludable», expresa el regidor de una localidad que supera los 3.000 habitantes y que durante estos días de confinamiento sí se ha visto «más vacía» , pese a que sus habitantes han hecho «vida normal», explica Bárbara García, una de sus vecinas. «Hay gente que no ha venido a veranear y es en estas fechas, y hasta finales de mes, cuando más gente suele venir al pueblo», explica.

En el día de ayer los ingresos hospitalarios por coronavirus siguieron en aumento en Castilla y León. En total, 125 personas permanecían en los hospitales de la Comunidad, diecisiete más que en la jornada anterior, de los cuales 117 permanecían en planta y otros ocho en unidades de críticos. Pese a este incremento, no se registraron víctimas mortales.

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