Castilla y León registra el primer saldo migratorio positivo en una década

Pese al incremento de inmigrantes extranjeros, sigue a la cabeza en pérdida de población

Arenillas, uno de los municipios sorianos que lucha contra la despoblación ICAL

M. GAJATE

Por primera vez en una década, Castilla y León cerró 2018 con un saldo migratorio positivo. El repunte de la inmigración desde el exterior, la atracción de residentes de otras comunidades autónomas y la remisión de una sangría de emigrantes en busca de oportunidades que imperó en la crisis económica estarían detrás de estos resultados. Vinieron 3.826 personas más de las que se fueron. No obstante, no fueron suficientes para neutralizar el descenso poblacional global de una región marcada por el envejecimiento, en la que el número de fallecimientos duplica al de nacimientos.

Castilla y León continúa, así, a la cabeza en España en pérdida de habitantes encadenando un año más de descensos -en una década se han quedado por el camino 141.091 habitantes-. Es la Comunidad en la que más se ha reducido el censo en cifras absolutas -en términos porcentuales es la tercera tras Extremadura y Asturias-. Y eso que la caída de 2018 año ha sido más leve del último lustro, siendo el fenómeno de la inmigración el responsable.

Mientras la población española bajó, la foránea ascendió en un 4,4 por ciento, de acuerdo con los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Y es que la inmigración extranjera ha ido en aumento paulatinamente desde 2013, siendo en 2018 la cifra más alta de llegadas desde entonces. De hecho, la dobla. Y aunque Sudamérica y la Unión Europea siguen siendo los lugares de origen más comunes, en este último ejercicio destacan tres puntos de partida en particular: Marruecos, Colombia y Venezuela.

Menos salidas

La cifra total de inmigrantes foráneos y locales al exterior -15.872- duplica a la de aquellos españoles y foráneos que emigraron y cruzaron las fronteras del país el año pasado -7.947-, un colectivo que se vio menguado con el menor volumen de salidas desde que empezara la crisis económica.

En lo que respecta a la migración interior, ésta fue negativa (en 4.099 personas). Aunque los inmigrantes procedentes de otras regiones se elevaron notablemente, la de emigrantes se mantiene alta, con Madrid como la principal tierra de intercambio. Aún así, el volumen es menor a los 7.925 que forman el saldo migratorio positivo exterior, que decanta la balanza.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación